José Miguel Bernardo, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio más joven de Gijón, desgrana en esta entrevista para La Voz de Asturias algunas de sus necesidades, muchas de ellas causadas por la «falta de planificación en su origen»
13 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.José Miguel Bernardo (Gijón, 1968), es el presidente de la Asociación de Vecinos de Nuevo Roces, el barrio más joven de la ciudad. «Desde que el barrio es habitable vivo en él, concretamente desde junio de 2010», explica. En esa década, Nuevo Roces ha pasado de ser una entidad embrionaria a una realidad que ha ganado vecinos muy rápidamente. Sin embargo, sus habitantes consideran que las infraestructuras y equipamientos a su disposición no han evolucionado paralelamente a ese incremento poblacional, lo que pone a la zona en peligro de estancarse. José Miguel Bernardo considera que el colegio o el consultorio son necesidades inaplazables pero, a más largo plazo, el instituto, mayor dotación de zonas de aparcamiento y parques infantiles también se vislumbran como elementos necesarios para recordar que #NuevoRocesTambienEsGijon, como reza el hashtag popularizado en la red por sus vecinos.
--¿Qué noticias hay acerca del tan ansiado proyecto del colegio?
--Los presupuestos regionales para este año 2020 no contemplaron ni un sólo euro para la construcción de equipamientos educativos en el barrio. En pleno confinamiento, en el mes de junio, la junta directiva de la asociación mantuvo una reunión telemática de trabajo con la consejera de educación Carmen Suárez a la que asistió también como invitada por parte del Ayuntamiento de Gijón la concejala de participación ciudadana Dolores Patón. En esa reunión la Consejería de Educación se comprometió verbalmente a que durante lo que quedaba de año trabajaría, previa cesión del terreno por parte del Ayuntamiento, en la preparación de licitación del proyecto básico de edificación y más concretamente en la redacción de los pliegos que tendrían que definir el modelo de colegio que se desea para Nuevo Roces. El Ayuntamiento ha cumplido con su cometido dando luz verde en julio de este año a la cesión del terreno al lado de la escuela infantil de 0-3. Por parte de la Consejería no sabemos nada de nada, y eso que hace un mes, aproximadamente, pedimos por registro una reunión con el departamento de planificación de la Consejería. Mucho nos tememos que el próximo año partamos de nuevo de cero.
--¿Y qué se sabe del no menos ansiado proyecto del consultorio, para el que ya hay partidas presupuestarias?
--Respecto al consultorio ya hay avances en firme, aunque la obra no haya comenzado. En noviembre del 2019 el Ayuntamiento cedió la parcela al Principado de Asturias y los presupuestos regionales del 2020 sí contemplaron una partida de dinero concreta para el consultorio periférico de Nuevo Roces. En junio de este año salió a licitación la redacción del proyecto básico y en octubre pasado se adjudicó a un arquitecto que tendrá tres meses para entregar el proyecto. A partir de ahí se licitará la obra y si todo se desarrolla según lo previsto veremos remover la tierra en el 2021. En el parlamento asturiano los grupos políticos están negociando el borrador de los presupuestos regionales del año 2021. Es muy importante que en los próximos presupuestos las partidas destinadas a estos equipamientos tenga cuantías significativas. No se puede perder más tiempo. Desde junio venimos realizando reuniones con diferentes grupos políticos del parlamento asturiano para que incluyan en sus agendas a nuestro joven barrio. Contamos también con que la alcaldesa de Gijón, Ana González, haga valer su posición de influencia y encabece, como si fuera una vecina más del barrio, nuestras reivindicaciones. Tenemos su palabra y no tenemos por qué desconfiar, a priori, de ella. No queremos que pase lo del año pasado, que nos enteramos por la prensa que en el borrador de presupuestos no había partida para ningún equipamiento en Nuevo Roces. Al final en el período de alegaciones se logró aprobar por unanimidad una, presentada por el grupo parlamentario de Podemos, destinada únicamente al consultorio. No puede volver a suceder que los gobernantes ignoren nuestras necesidades.
--¿Se ha normalizado la situación en lo que respecta al transporte escolar, tras los problemas de frecuencias, paradas y aglomeraciones registrados al inicio del curso?
--Sí. A día de hoy la situación se ha normalizado. La aglomeración de unos 200 escolares con sus respectivos miembros familiares era motivo de preocupación en este contexto de pandemia. No quiere decir que aún no haya riesgo, ya que riesgo cero no existe, pero al menos opino que se ha obrado con lógica preventiva. Se hicieron reuniones de trabajo conjunto con las AMPAS y direcciones de los colegios Nicanor Piñole y Noega para compartir información y trabajar, cada uno en su ámbito, pero con un mismo objetivo: la protección de la salud. En todo momento hubo sintonía. Nuestras reivindicaciones se concretaron en aumentar de cuatro a cinco autocares y de, al menos, crear una parada más que disminuyera la aglomeración y generara distancia. Con el ayuntamiento hubo comunicación fluida desde el primer momento no así con los otros agentes involucrados en el transporte escolar: Consejería de educación y Consorcio de Transporte. Faltó coordinación entre ellos y quizás ese fue motivo de que se alargara la solución del problema más de lo necesario. La asociación así como las AMPAS y las direcciones nos limitamos a denunciar la situación de gravedad que se producía manteniéndonos al margen de decisiones técnicas sobre dónde ubicar la nueva parada y qué colegio debía de ir a ella.
--Uno de los grandes 'debes' que los vecinos asocian históricamente a Nuevo Roces es su cierto ‘aislamiento’ con el resto de la ciudad, ¿qué precisa el barrio en materia de comunicaciones, sobre todo, para dejar de ser una suerte de isla dentro de Gijón?
--Necesitamos romper ese aislamiento, fruto de la falta de planificación en su origen, con conexiones que permitan alternativas de movilidad para los vecinos de Nuevo Roces. Necesitamos unas conexiones ciclopeatonales variadas y, sobre todo, seguras. Tenemos el derecho a poder salir andando de nuestro barrio sin tener que jugarnos la vida por accesos que no cumplen un mínimo de seguridad. Son necesarias obras como el desdoblamiento, con sus respectivas aceras, del tramo de la Carretera de La Carbonera, la continuidad de la pasarela inaugurada en junio hacia Los Caleros y la conexión de nuestro barrio con la senda fluvial.
Necesitamos un transporte público con mayor oferta y eficacia. Pedimos que la línea 16, que pasa al lado del barrio, entre en el mismo para interconectarlo con la zona este de Gijón y con La Camocha. No estaría mal recuperar aquel proyecto del tranvía con que se vendía el barrio allá por el 2010.
Necesitamos vías públicas desde el barrio que eviten colapsar otras vías como, por ejemplo, la rotonda de El Llano. Pensamos que el túnel por debajo de la Ronda Sur, que en su día se proyectó y que comunicaba el barrio con la calle Antonio Machado, es la solución más idónea. En el cajón se encuentra el proyecto de la rotonda que se iba a hacer en la carretera de Siero para conectarse con la avenida del Llano sin pasar por la rotonda colapsada de El Llano en horas punta y que, en su día, el pleno municipal mandó al ostracismo.
--Colegio, consultorio y comunicaciones aparte, ¿qué otras necesidades tiene el barrio de cara a su desarrollo a medio-largo plazo?
--Necesidad a medio plazo, por no decir a la vuelta de la esquina, es la de un instituto. El barrio cuenta con una población de mil niños y niñas menores de doce años y si tenemos en cuenta que, cada año, vienen naciendo en el barrio algo más de cien niños y niñas deducimos que la educación obligatoria en su conjunto es una necesidad. Al hilo de esto habrá que ir pensando en ampliar los parques con juegos infantiles, ya que resultan insuficientes para la cantidad de población infantil del barrio.
También necesitaremos o, mejor dicho, resultan ya necesarios aparcamientos de vehículos. A día de hoy resulta muy difícil aparcar en el barrio. Aunque todos los edificios disponen de una plaza de aparcamiento por vivienda, la realidad es que en la mayoría de los hogares se tienen dos coches. El sistema de transporte público actual para un barrio como el nuestro, con una población muy jove, de aproximadamente 35 años de media, que trabaja en polígonos u otras localidades resulta inoperativo y poco atractivo. No se puede pedir a Nuevo Roces que haga una transición ecólogica de su movilidad cuando no está resuelta la movilidad del barrio en su conjunto. En Nuevo Roces el problema no es cómo se mueven sus habitantes, sino que no pueden moverse.
--Recientemente, ante la evolución de la pandemia, se anunciaba la suspensión de actividades en la sede de la asociación vecinal. En general, ¿cómo ha alterado la COVID 19 el día a día en el barrio más joven de la ciudad?
--La asociación de vecinos está integrada en la Federación de Asociaciones de Gijón de la zona urbana y obramos en esta materia del coronavirus en la línea que se traza desde ella. Ahora mismo en la fase que nos encontramos, al no considerarnos una actividad esencial, hemos cerrado las actividades para sumar en la lucha contra esta enfermedad y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
El confinamiento que tuvimos entre los meses de mayo y junio lo sufrimos todos y todas, pero en especial los niños y niñas, que necesitan movimiento y aire libre como un todo para su buen desarrollo. Quizás ese momento marcó un antes y después. Se puede percibir una mayor cantidad de vecinos y vecinas disfrutando de los espacios verdes con sus hijos e hijas y también con las mascotas. Tenemos calles muy largas y anchas por lo que la movilidad es fácil y puede convivir con normalidad con las terrazas de la hostelería y la vida comercial en general.
Quizás lo que la COVID 19 ha traído es un empeoramiento en la lucha que ya teníamos por conseguir que se atienda telefónicamente en el centro de salud de Contrueces. El coronavirus ha empeorado la sobresaturación de cartillas que ya de por sí había en nuestro centro de referencia. Es común encontrarse a la gente hablando por la calle o por las redes sociales sobre cuántas horas y días ha empleado para que le cojan el teléfono, como si fuera un reto a superar. Nos consta que el personal sanitario y no sanitario de dicho centro trabaja intensamente, y que las características del equipamiento y el bicho condicionan este asunto. Esperemos que pueda resolverse con prontitud lo uno y lo otro.
--Hace muy poco la asociación de comerciantes del barrio estrenaba directiva. Imagino que en un momento como el actual, y con la Navidad a la vuelta de la esquina, la asociación vecinal apuesta por que el consumo se realice en establecimientos de proximidad.
--Un barrio que va creciendo poco a poco te hace más consciente que vecindario y comerciantes somos una misma cosa en esto de hacer barrio. El apostar por esta zona para fijar tu negocio no es fácil, al igual que fijar tu domicilio aquí cuando faltan servicios públicos esenciales. Compartimos no sólo el espacio, sino el reto de vivir en él. Tenemos la suerte de contar también con un grupo de comerciantes que, hace unos años, fundaron la Asociación de Comerciantes de Nuevo Roces. Con ellos hemos colaborado desde el respeto a los intereses de cada asociación, pero sabiendo que la suma de ambos da un mismo resultado, que es más y mejor barrio. Son tiempos muy difíciles para todos, en general, pero para el sector comercial peor aún, si cabe. Desde la asociación queremos hacer un llamamiento para que, en la medida en que se pueda, no olvidemos a los negocios de cercanía cuando tengamos que hacer algunas compras para este momento de fiestas que se aproxima. Con un teclado no empatizas, ni te haces consciente de quien está al otro lado del producto que compras. La vida del pequeño comercio será la vida de nuestro barrio. Quiero reconocer y agradecer, desde este lado del vecindario, el trabajo de la directiva saliente y desearle a la entrante todo lo mejor.