Salud, empleo y contaminación, puntos negros de la sostenibilidad en Gijón

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Carbón en la arena de la playa de San Lorenzo
Carbón en la arena de la playa de San Lorenzo

La ciudad suspende en 12 indicadores de los objetivos de desarrollo sostenible que las Naciones Unidas plantean para 2030

17 dic 2019 . Actualizado a las 11:08 h.

El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron una serie de objetivos de desarrollo sostenible (ODS) generales para acabar la pobreza y proteger el planeta. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años. Para llegar a ellas, dentro de una iniciativa impulsada por las Naciones Unidas, gobiernos nacionales, regionales, municipales, empresas y sociedad civil tienen que aportar su granito de arena. De acuerdo con el último Informe ODS en cien ciudades españolas, Gijón suspende en 12 de los 85 indicadores de desarrollo.

En este sentido, el informe elaborado por la Red Española para el Desarrollo Sostenible presenta datos cuantitativos utilizando el código del semáforo: verde, amarillo, naranja y rojo, en función del grado de cumplimiento de los indicadores. Gijón tiene que mejorar urgentemente sus resultados en 12 categorías concretas: ratio de muertes por enfermedades circulatorias; suicidios y lesiones autoinfligidas; muertes por tumores; brecha salarial en pensiones y asalariados; precio del saneamiento doméstico de aguas; reducción del gasto en alumbrado público; tasa de desempleo; emisiones de CO2; productividad neta del ecosistema; calidad de las aguas del baño y superficie de costa protegida.

En el lado positivo, la ciudad obtiene el semáforo verde en 18 categorías, tales como precio de los alimentos; muertes por alzheimer; presupuesto dedicado a educación; población con nivel de educación superior; paridad en cargos electos municipales; balance de ingresos y gastos en la gestión del agua; integración laboral de discapacitados y extranjeros; concentración de O3; reciclaje de papel y cartón; riesgo de inundación; superficie artificial relativa marina; ocupación del dominio público marino terrestre; zonas verdes; actuación frente al tráfico de drogas; homicidios; transparencia municipal y participación electoral.

Tanto en Gijón como a nivel global, los datos del informe muestran un escenario en el que predomina un rendimiento intermedio en el cumplimiento de los objetivos (en naranja y amarillo). En el capítulo de conclusiones del estudio se establece que, pese a que las ciudades españolas «destacan por su amplia red de transporte público urbano, su oferta universal de servicios básicos fundamentales como la sanidad y la educación, y la seguridad y calidad de sus espacios públicos», para muchas personas que viven en nuestras ciudades «el acceso a un empleo decente y a las oportunidades laborales son limitadas, en particular para los jóvenes, los parados adultos de larga duración y las mujeres; la innovación en el sector industrial es limitada; y las formas de crecimiento adoptadas en los últimos tiempos han sido poco sostenibles desde el punto de vista medioambiental, con excesiva ocupación de nuevos suelos, espacios libres sobredimensionados, y la consecuente presión sobre recursos naturales limitados y los impactos negativos en los ecosistemas naturales incluidas las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera».