
La pericia y los intentos fallidos en las pruebas teóricas pueden hacer que el coste de sacarse el carné en la ciudad sea más barato
03 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Sacarse el carné de conducir no solo es una experiencia potencialmente estresante y frustrante. A la ansiedad que generan las pruebas, especialmente las prácticas, se unen la pléyade de circunstancias que pueden acabar en suspenso en un circuito urbano o en carretera, por no hablar de las filias y las fobias de los examinadores. Pero la confianza en uno mismo no es lo único que se quiebra cuando se suspenden los tests. También puede suponer un descalabro en el presupuesto personal. Pese a que no se sitúa como la urbe más barata, si es cierto que en Gijón resulta algo más económico que la media obtener el preciado permiso. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aprender a conducir en la ciudad cuesta entre 655 y 1.430 euros de media.
De acuerdo con el último estudio de la OCU, el precio medio de las matrículas en las autoescuelas de la ciudad se sitúa en los 162,82 euros. La media nacional en este apartado es de 202,77 euros. En la ciudad el precio medio de una clase práctica de 45 minutos es de 29,07 euros, algo por encima del global en España (28,16 euros).
La organización nacional de consumidores destaca que el precio final que supone sacarse el carné de conducir depende, lógicamente, de la pericia del aspirante, si bien esto tampoco equivale a decir que aprender a conducir cuesta lo mismo en diferentes ciudades. La OCU plantea tres escenarios diferentes, en función de los cuales se establece cuál sería el precio que le costaría a una persona aprender a conducir.
El primero de esos escenarios pasa por recibir quince clases prácticas y aprobar los exámenes teórico y práctico a la primera. En España la media en este caso sería de 665 euros, frente a los 655,55 de Gijón. El segundo perfil se corresponde con el de una persona que pasa la prueba teórica a la primera pero la práctica a la segunda. En este caso, teniendo en cuenta que el alumno debería dar otras cinco clases prácticas más, pagaría una media de 811,88 euros (787 en Gijón).
El tercer perfil se corresponde con un alumno que aprueba el examen teórico en el primer intento, pero el práctico en el tercero, con lo que es necesario pagar tasas de nuevo. Esto supone tener que renovar el pago de las tasas. En este caso el coste llegaría a los 1.482 euros de media, frente a los 1.430,7 de Gijón.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios recomiendan seguir una serie de consejos para tratar de abaratar en la medida de lo posible el oneroso proceso de aprender a conducir. En primer lugar recuerdan que las ofertas de los folletos y hojas promocionales de las autoescuelas tienen carácter contractual y vinculante, por lo que conviene mantenerlos a mano; también aconsejan comparar los precios de las clases prácticas en función de su duración. Asimismo, conminan a los alumnos que se fijen en el plazo de vigencia de la matrícula y todo lo que incluye.