Cinema Palacio: la historia del cine del pueblo de Pinzales

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Su archivo, en el que se incluyen programas de mano de sus grandes estrenos, es lo uno de los pocos que se conservan de los antiguos cines asturianos y ha sido donado al Muséu del Pueblu d'Asturies

05 oct 2019 . Actualizado a las 10:34 h.

Se llamaba Cinema Palacio y abrió sus puertas en 1958 en el pueblo de Pinzales, en la parroquia gijonesa de Cenero. Tenía 200 localidades, repartidas entre patio de butacas y entresuelo, y estuvo abierto hasta el 31 de diciembre de 1967. Fue uno de los muchos cines que tuvo Gijón, repartidos por barrios e incluso por sus pueblos como en el resto de la Asturias del siglo XX. Su historia se trae al recuerdo estos días porque el Muséu del Pueblu d’Asturies ha recibido el archivo de este cine de Pinzales gracias a la donación de Jorge Uría González, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo y nieto de su último propietario, Gabino González González.

El interés de este pequeño archivo del Cinema Palacio, según explican desde la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, es enorme: «A pesar del éxito social del cine, se conservan muy pocos archivos de estas empresas de espectáculos». En concreto, en Asturias en la actualidad solo se conservan dos archivos de esta clase en una institución pública como es el Muséu del Pueblo d’Asturies: el del teatro-cine Helenias, de Boal, inaugurado en 1932 y cuya documentación abarca desde 1929 a 1941, y ahora esta del Cinema Palacio, de Pinzales. Cines que, como otras tantas decenas de salas, han ido desapareciendo, quedando reducida su presencia a los de los centros comerciales.

El fundador del Cinema Palacio fue Alberto López Palacio, de Oviedo, aunque enseguida la sala pasó a manos de una vecina de La Felguera, Etelvina Palacio Laviada. Gabino González, que tenía junto al cine una casa de comidas y bebidas, adquirió el cine en agosto de 1963. En la sala trabajaban entonces cuatro personas, un administrados y tres empleados, que atendían las funciones de los fines de semana (una los sábados a las nueve de la noche y dos o tres los domingos por la tarde), aunque durante algunos años también hubo sesiones por semana.

Además de los grandes estrenos que fueron películas como El apartamento, Con la muerte en los talones o Bonnie & Clyde, en el Cinema Palacio también se programaba con cierta periodicidad actuaciones de baile y variedades a cargo de la Agrupación Artística Gijonesa, el Cuatro Artístico Pumarín, el conjunto Variedades Fonseca o el cuadro Valeriano León.

De todo ello da buena cuenta el archivo que recibe el museo municipal, que está integrado por los planos del proyecto de construcción, documentación relativa a la instalación y su mantenimiento y al billetaje del modelo oficial, así como talonarios de billetes de entradas, facturas, liquidaciones y circulares de la Sociedad General de Autores de España, el Consejo Superior de Protección de Menores y el Sindicato Provincial del Espectáculo.

De esa documentación, en la que también se incluye la correspondencia con los distribuidores de películas, se puede valorar lo bien relacionado que estaba el cine de Pinzales, puesto que trabajaba con numerosos distribuidores que tenían sus sedes en Bilbao, La Coruña y Madrid como Warner Bros, Filmayer, Radio Films, Filmax, Columbia, Donosti, Rosa Films, Metro Goldwyn Mayer Ibérica o Dicinor, entre muchas otros.

El archivo donado también incluye publicidad y listas de películas de las temporadas de 1959 a 1968, así como información de sus precios, además de licencias de exhibición de las películas que, en algunos casos, se acompañan con programas de mano impresos específicamente para el Cinema Palacio.

Otra documentación valiosa son los gastos e ingresos de la empresa, y control de taquilla, una información en la que aparece la lista de todas las películas exhibidas entre 1963 y 1967, así como los ingresos por entradas. Con ello, se pueden conocer los gustos cinematográficos de los vecinos de Pinzales y alrededores de la época.

Así, Rogelia (1962), una película rodada en Asturias de Rafael Gil basada en la novela de Armando Palacio Valdés e interpretada por Pina Pellicer y Arturo Fernández, fue la más taquillera de 1963, seguida de Siega Verde (1960), también de Rafael Gil y que fue la que más dinero recaudó en la historia del cine de Pinzales: casi 5.000 pesetas. El trío más taquillero de 1963 para el Cinema Palacio lo cerraba El sargento negro (1960), de John Ford.

En 1964, los espectadores se decantaron por las Aventuras de Joselito en América (1960), de René Cardona, y Tú a Boston y yo a California (1961), de David Swift, mientras que en 1965, las películas preferidas para quienes asistían a este cine fueron Pachín (1961), de Arturo Ruíz Castillo y rodada en parte en Mieres, y Bello recuerdo (1961), de Antonio del Amo, con Joselito como actor principal.

Ya en 1966, la atracción por lo asturiano volvía a situar como más vista del año en el cine de Pinzales Así es Asturias (1963), de Juan Antonio Cabezas, seguida por Nobleza baturra (1965), de Juan de Orduña. Y, en 1967, las más vistas fueron El balcón de la luna (1962), de Luis Saslavsky, con Carmen Sevilla, Lola Flores y Paquita Rico; Como 2 gotas de agua (1963), de Luis César Amadori, con Pili y Mili, y Marisol rumbo a Río (1963), de Fernando Palacios.