La investigación, de «maxima prioridad», se centra en identificar a la madre del recién nacido y en tratar de recabar pistas entre los vecinos de Nuevo Roces que pudieran ayudar a la resolución del crimen
05 ago 2019 . Actualizado a las 16:24 h.Es un asunto de «máxima prioridad» en la Policía Nacional de Gijón, con todos los recursos puestos en la investigación que se iniciaba el pasado viernes de madrugada, tras el hallazgo del cadáver de un recién nacido en un contenedor del barrio de Nuevo Roces. El niño había nacido en perfectas condiciones, sin ninguna patología, y, según reveló la autopsia, su cadáver presentaba diversos cortes que fueron la causa de la muerte al afectar a órganos vitales.
La investigación se está centrando en diversos frentes, con un seguimiento continuo de centros médicos y clínicas de todo tipo, incluidos los centros de control de embarazo, para dar con la identidad de la madre, así como un exhaustivo análisis de restos biológicos en el contenedor y la mochila en la que fue encontrado el cadáver, además de las bolsas de basura que tenía a su alrededor. La Policía Científica ya se encuentra preparando un informe con todas las muestras recabadas para tratar de obtener un patrón biológico que ayude, llegado el caso, a dilucidar la autoría del asesinato.
En este sentido, se barajan todas las hipótesis posibles, ya que los hechos pudieron ser cometidos por una o por varias personas, pudiendo ser o no la madre del bebé una de ellas, o también el padre o personas externas. Lo que sí se da por hecho es que la persona o personas responsables no tienen antecedentes policiales y que más que probablemente la madre del bebé pudo haber ocultado su embarazo. Aún así, se mantendrá abierta la vía de control de los centros médicos por si condujera a alguna pista relevante para identificar a la mujer.
El eje de la investigación es, además, el propio barrio de Nuevo Roces por ser el lugar en el que apareció el cadáver, que fue descubierto por un vecino que suele rebuscar entre la basura y que el pasado viernes, poco antes de las tres de la madrugada, prestó atención por su buena apariencia a una mochila que encontró en uno de los contenedores de la calle de Jenaro Suárez Prendes. Al abrirla descubrió el cuerpo sin vida del bebé, aún con restos de la placenta. El hombre pidió ayuda para llamar a la Policía a los dos ocupantes de un coche que circulaba en ese momento por la calle.
Además, en su declaración y a preguntas de los investigadores que le rogaron que intentara recordar los momentos anteriores a su hallazgo, indicó que no había ningún coche ni ninguna persona en las inmediaciones del contenedor. Solo que, con anterioridad y durante su recorrido por los contenedores del barrio, había visto a un individuo hablando por el móvil en una parada de autobús. Esa persona, en todo caso, no ha sido identificada.
Por ello, y con ánimo de recabar pistas que conduzcan a una pronta resolución del caso, la Policía apela a la colaboración ciudadana por si alguien pudiera aportar pistas sobre la madrugada del viernes y las horas previas, durante la noche del jueves, o conocer alguna información que ayuda a identificar a la madre. En la investigación policial también se están revisando las cámaras de seguridad del barrio, a cuyos vecinos se solicita ayuda encarecidamente en todo lo que pudiera conducir a alguna pista.
Se trata además de un crimen sin precedentes similares al menos en las últimas décadas en Gijón. «La Policía está trabajando con ahínco», aseguró hoy la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, que mostró su confianza en que pronto se resuelva un crimen «que repugna tremendamente, execrable y condenable« por hacerse cometido sobre un «bebé recién nacido e indefenso», informa EFE.