La entidad vecinal, que hoy reúne a 29 miembros de otras tantas zonas de la ciudad, nació el 27 de febrero de 1989 con 11 representantes de una villa que crecía y necesitaba ir más allá de la visión del barrio
28 feb 2019 . Actualizado a las 08:02 h.«En Gijón, Salón de actos de la Residencia para la Tercera Edad de San Pedro, siendo las 19,38 horas del día 27 de febrero de 1989, en segunda convocatoria, se inicia la Asamblea General Constituyente de la Federación Gijonesa de Asociaciones de Vecinos de Gijón». El acta, redactada a mano por el primer secretario de la entidad que nacía, cumple la tarde de este miércoles exactamente 30 años. Once representantes de las asociaciones vecinales que habían ido creciendo con el desarrollo urbanístico, demográfico, social -y democrático- de Gijón, se reunían en un local de la pequeña península donde nació la ciudad para hacer nacer una entidad que iba más allá de las luchas de cada uno de los barrios; pura necesidad en una villa con demasiados centros y más de una reivindicación imposible de afrontar a solas.
Aquella tarde estaban en el salón de la residencia de San Pedro vecinos de las asociaciones 'Alfonso Camín' de La Calzada, 'Atalía' de El Natahoyo, Ceares-Coto-Viesques, 'El Fumeru' de El Llano, La Guía, 'Covadonga' de Roces, 'Los Ríos' de Contrueces, 'Gigia' de Cimadevilla, 'Severo Ochoa' de Pumarín, 'Evaristo San Miguel', del Polígono de Pumarín y Nuevo Gijón-Perchera-La Braña. El veterano líder vecinal de El Coto, Óscar Piñera, ejerció como portavoz, y moderó la constitución de la mesa otro nombre histórico en el movimiento, Roberto Vincelle, el recientemente fallecido líder vecinal de La Calzada.
Desde aquella asamblea fundacional, la FAV ha crecido hasta sus 29 asociaciones integrantes en la actualidad, la última de ellas la de Nuevo Roces. Junto al trabajo diario en cada barriada de la ciudad, su actividad reivindicativa y su capacidad de movilización se ha demostrado en luchas como la que consiguió la instauración del centro de salud en Zarracina o la Unidad de Radioterapia para el Hospital de Jove. Otras batallas, como la mantenida a lo largo de más de tres lustros para la conclusión del soterramiento, siguen abiertas a través de iniciativas en las que los vecinos son el nervio central, como la Plataforma por el Plan de Vías.
También han cambiado los conceptos sobre la relación del movimiento con las instituciones, desde posiciones de mayor integración hasta las actuales, que Adrián Arias, actual presidente y continuador de la labor de su predecesora, Tita Caravera, gusta de describir como las de un «contrapoder». En todo caso, siempre con el mismo objetivo que se marcaron aquellas primeras asociaciones herederas de las antiguas Asociaciones de Cabezas de Familia cuando la llegada del municipalismo democrático les permitió ser otra cosa: estar pendientes de los vecinos a pie de calle, ejercer como vía de transmisión de sus demandas ante las instituciones y, cuando se tercia, ser un instrumento de presión al que se deben innumerables mejoras de las que hay ido haciendo un Gijón más habitable.