La edil, que asumía un «fin de ciclo» después de tres mandatos como concejala, adelanta su salida de la corporación para sustituir a Fernández León en el gabinete de Pedro Sanjurjo
20 dic 2018 . Actualizado a las 12:48 h.La renuncia ha entrado por Registro Municipal esta misma mañana, e inmediatamente después Begoña Fernández -la más veterana de los concejales del grupo socialista de Gijón junto a su portavoz, José María Pérez- ha comparecido ante los medios para despedirse y anunciar su incorporación al gabinete del presidente de la Junta General del Principado, su excompañero de grupo municipal Pedro Sanjurjo. La renuncia no se formalizará hasta que no la presente ante el pleno del próximo miércoles, pero la edil ha querido decir adiós en caliente. Arropada por todos sus compañeros del grupo socialista, Fernández ha dicho adiós este viernes de pleno puente haciendo balance de lo que considera como su «mayor aspiracion política», cumplida por tres veces: ser concejala del ayuntamiento de Gijón; dos en el gobierno, con Paz Fernández Felgueroso como alcaldesa, y una en una oposición desde la que ha criticado hasta el último suspiro la «falta de diálogo» de sus sucesores en el gobierno local.
Aunque su decisión de abandonar cualquier opción de volver a la conejalía estaba «clara y tomada desde el principio de este mandato», Begoña Fernández ha aclarado que su deseo hubiera sido terminarlo. La mudanza en este tramo último de lo que ya había asumido como «un clarísimo final de ciclo» por su parte se ha debido por circunstancias total y absolutamente sobrevenidas y hasta cierto punto casuales»: el traslado del responsable del gabinete de Sanjurjo, el exviceconsejero Jorge Fernández León, a su puesto como funcionario en la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, la necesidad de cubrir con urgencia el puesto y la «disponibilidad» de la concejala y exdirectora del Instituto de la Mujer. «Era incompatible en la práctica cumplir ambas responsabilidades», ha argumentado.
«No es una concejala más», ha resumido el portavoz socialista, José María Pérez, en el repaso de una trayectoria como edil que a su juicio «ha sabido incorporar el conocimiento y saber hacer de mucha gente distinta». Pero ha sido el papel de la concejala saliente en materia de urbanismo el que mejores palabras ha recibido de Pérez, quien ha recordado que el Plan General de Ordenación urbana que la CUOTA acaba de dejar expedito para su aprobación plenaria tiene «mucho que ver con el trabajo que Begoña Pérez estuvo haciendo en estos años pese al rechazo sistemático del gobierno». De esos análisis «concienzudos» que -ha recordado Pérez- «en su momento se rechazaron se derivaron después muchas de las modificaciones» que esquivaron el «riesgo jurídico evidente» y que permiten que el PGO «guste más o menos, al menos cumple con la formalidad»
Agradecimientos
La mayor parte del tiempo se le ha ido a Begoña Fernández en agradecimientos. En abstracto, a quienes « tanto en el Principado de Asturias como aquí me dieron su confianza para participar en proyectos que creo que han tenido un hondo calado social en la ciudad»; a los movimientos de mujeres, el tejido asociativo de la ciudad, los agentes sociales con quienes tuvo que trabajar la concertación social o las organizaciones juveniles con las que trató como responsable de juventud. También a los «empleados y empleadas públicas» del ayuntamiento, «gente dedicada y comprometida con el buen funcionamiento de la institución». Y ya con nombre propio, a Paz Fernández Felgueroso -«modelo de alcaldesa y de ciudadana»- y al expresidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, que contó con ella al frente del Instituto de la Mujer.
Fernández ha repasado lo que considera logros que le han permitido decir: «Si miro atrás no veo un vacío»: la Casa Malva («un lujo»), el Proyecto 11x11, la Agencia Local de Empleo en fase de coger impulso, las políticas de juventud… « Tengo un poco la satisfacción personal de haber participado con muchas otras personas en cosas importantes», ha confesado. Se ha mostrado orgullosa de participar «en la continuidad de un ayuntamiento» que tiene «una capacidad enorme de mejorar la vida de la ciudad y la vida de las personas. Se ha ejercido esa capacidad». Pero, claro está, con la espina que el PSOE tuvo que asumir en 2011.
«Es un ayuntamiento que ha estado muy bien gestionado, y a mí realmente me hubiera gustado continuar la labor que hicieron corporaciones socialistas que han dejado el legado de un modelo de gestión pública que hoy sigue siendo referencia, y sigue siéndolo a pesar que el impulso se ha perdido mucho en los úlimos años. Pero por fortuna se han conservado muchas cosas», ha manifestado Fernández.
Petición de diálogo
Después, ha venido el recado político que deja a sus sucesores y sucesoras en la corporación. Lo ha puesto sobre el trasfondo de los 40 años de Constitución y lo que considera como una «evidencia»: «El desarrollo de las libertades y los derechos constitucionales tienen mucho que ver con la participación social». Pero también -ha recalcado- con la estabilidad institucional y el diálogo «en momentos en que todos estamos un poco en estado de shock por la irrupción de la extrema derecha».
Su lamento por la falta de actitud dialogante se ha dirigido en dos direcciones. Una, ya irrestañable, hacia el pasado, mirando a los sucesores en la alcaldía: «Para ningún concejal ha sido fácil ser oposición con un gobierno como el de Foro, y para el PSOE, menos, porque a pesar de lo que se dice es que la tónica fue la falta de diálogo, de contacto, de pedir opinión sobre los temas», ha lamentado Begoña Fernández, evocando la «sorpresa, sobre todo el primer mandato» de comprobar a su parecer que «quien hacía suya la gestión socialista, la mantuvo e hizo gala de mantenerla, nos negó el menor nivel de diálogo»; una actitud que reprocha a Carmen Moriyón como «un error muy grande». A partir de ahí, el grupo en el que ha participado «ha intentado hacer una aportación constructiva, y si no lo ha sido más ha sido porque no hemos tenido un gobierno municipal que generase el marco».
El futuro institucional en Gijón puede, no obstante, ser distinto, y por ello ha abogado Begoña Fernández. Su deseo al dejar la concejalía: «Que en próximas corporaciones se recuperase realmente el diálogo del centro izquierda, y que en esa recuperación de proyectos de ciudad y proyectos sociales compartidos se pudiera recuperar el impulso de la acción pública y la estabilidad de las instituciones democráticas y su prestigio».
Las últimas palabras de su intervención han sido para sus compañeros de bancada y grupo, «gente que no solo tienen trayectorias sociales y políticas muy importantes, sino que son buena gente -lo más importante que tiene que ser un político-: personas que han aportado luz muchas veces en los procesos que tuvieron lugar en estos cuatro años en un contexto muy difícil, injustificadamente agresivo con quienes representamos al PSOE».«Cada uno de ellos son para mí referentes», ha expresado, antes de ponerse a su «disposición como una militante más». Algo que también anunció que hará de inmediato con la candidata socialista, Ana González.
Especialmente elogiosa se ha mostrado Begoña Fernández con su portavoz, José María Pérez, que también dirá adiós a su desempeño municipal con este mandato. Su compañera por tres veces ha elogiado el «trabajo excelente, en el periodo más duro para el PSOE», en una oposición que ha acarreado «momentos muy difíciles» y frente a los cuales Pérez ha mostrado, según Fernández, «capacidad y saber hacer que mucha de la gente que pasa por política debería tener».
Respecto a la sustitución de la edil saliente ,su marcha y su relevo se producen en un clima de «absoluta calma y normalidad». Quién ocupe su puesto ahora es no solo cosa de sucesión en las listas sino de «cuestiones y criterios internos», según ha adelantado el portavoz.