La plataforma civil contra las conductas violentas en el entorno deportivo denuncia que el club «no ha puesto en marcha ninguna medida preventiva» ni aplicado «ni una sola de las propuestas» realizadas
03 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.¿Está tomando el Real Sporting «medidas reales contra la proliferación y prevención de grupos ultras» en su entorno? El Observatorio contra la Violencia cree que no, y así lo ha denunciado en un comunicado en el que denuncia que el club «no ha puesto en marcha ninguna medida preventiva, no ha aplicado ni una sola de las propuestas que les hicimos llegar y solo han blanqueado la grada ultra con una nueva denominación (en clara alusión a la nueva grada de animación 1908)».
La entidad constituida hace casi un año por diversas entidades de la sociedad civil gijonesa para plantar cara contra la violencia en Gijón, y muy en particular con los suceso generados por la violencia ultra en entornos deportivos, asegura haber sido «prudente» y esperado a que el Sporting pudiera «tomar medidas y hacer autocrítica de su posición histórica respecto a los Ultra Boys». Sin embargo, prosigue el comunicado, nada de ello ha sido hecho desde el club.
El Observatorio contra la Violencia plantea, al respecto, varias preguntas: «¿Por qué el Sporting no se ha personado como acusación popular en los incidentes del derby en los aledaños del Molinón? ¿Por qué no ha abierto expediente alguno o ha suspendido cautelarmente (como permite el reglamento interno del club) a los ultras que participaron en el ataque violento al Bar la Folixa que tanto Delegacion de Gobierno como Policía relacionan claramente con UB?». El comunicado estima que desde el club rojiblanco «se han conformado con cumplir lo que un juzgado les ha obligado» y «no han ido más allá en nada». «Es más, han confirmado públicamente desde el propio club en repetidas ocasiones como han entregado entradas a los ultras para desplazamientos, siguen dinamizando su supuesta grada de animación y se puede apreciar a simple vista como la Comisión Social del club que debía encargarse de regenerar una nueva grada sin ultras no ha cumplido con su objetivo», concluye el texto.