Las estimaciones apuntan a que los recortes no alcanzarán para cubrir ni la cuarta parte de las demandas, mientras que las ayudas energéticas no llegarán a la mitad de los solicitantes
23 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La tercera convocatoria de la Renta Social congregó colas muy largas ante las ventanillas municipales en los primeros días aptos para solicitarla. Y todo hace prever que, aunque estas no vayan a ser visibles, también dejará colas muy largas de solicitantes frustrados en su expectativa de recibir este balón de oxígeno que la Fundación Municipal de Servicios Sociales aporta a las rentas más bajas. Lo mismo sucederá, aunque en términos algo más moderados, con las ayudas municipales contra la pobreza energética. El grupo municipal de Xixón Sí Puede -promotor junto a IU de un programa que este año cierra su segundo ejercicio muy mermado respecto al de su debut- confirmó ayer con una proyección basada en nuevos datos numéricos lo que cualquiera podía temer, y más aún los potenciales beneficiarios de las dos líneas de ayudas. La edil Estefanía Puente comparecía en rueda de prensa para reiterar la denuncia por el «caos» de la convocatoria y unas previsiones que anticipan que -incluso contando con que se cumplan los inciertos compromisos presupuestarios de Foro en un año con prórroga ya confirmada y líneas rojas marcadas por la regla de gasto- las solicitudes atendidas no llegarán a un cuarto de las registradas en el caso de la Renta Social, y dejarán fuera aproximadamente a la mitad de los aspirantes a recibir las ayudas energéticas.
Los datos son los que Servicios Sociales aportó el pasado lunes en comisión municipal a petición de XsP. Registran solo lo sucedido ante las colas de los centros municipales, Casa Rosada, Pescadería Municipal y ventanilla virtual entre el día de la apertura de la convocatoria, el pasado 6 de noviembre, y el miércoles 14: 3.287 solicitudes para la Renta Social y 2.310 de ayudas energéticas. Casi 5.600 en total. A partir de ahí y del máximo fijado para cada una de las convocatorias -2.500 y 500 euros, respectivamente-, la formación morada ha hecho el reparto de los 500.000 euros asignados por Servicios Sociales para este año y de los 1,3 que Foro asegura que destinará en 2019 a estos programas. Salen 720 beneficiarios para la Renta Social -solo 200 de ellos este año- y 1.100 para las ayudas energéticas, de los cuales 700 tendrían la resolución favorable antes de fin de 2018.
Todo 'vendido' en dos días
Teniendo en cuenta las cifras de solicitudes acumuladas en los primeros días de la convocatoria, «la posibilidad de que todo haya quedado 'vendido' por así decirlo en los primeros dos días es muy alta», señala la concejala. Son cifras que pueden verse moduladas, no obstante, por la concesión de ayudas que queden por debajo del máximo (aunque no será demasiado: la media de las primeras convocatorias estuvo para la Renta Social estuvo en torno a los 2.300 euros). Y en las que influirá también relativamente lo que haya sucedido ante las ventanillas a partir del día 14, aunque el número de registros ha ido lógicamente cayendo al mismo ritmo que las esperanzas de que una solicitud tan tardía vaya a pasar la muy criticada criba del orden de entrada.
A su vez, todas estas previsiones -insiste Estefanía Puente- dependen de que se cumpla con la asignación para 2019, algo sobre lo que XsP e IU ya han manifestado su desconfianza, después de los incumplimientos de este año. Lo único cierto son los 500.000 euros de este ejercicio; una cuantía que, de no tener continuidad, dejaría los porcentajes de beneficiarios en unas proporciones desoladoras: apenas un 6 por ciento para la Renta Social y poco más de un 30 por ciento para las ayudas energéticas. «Con la prórroga, no hay garantizado. No tengo muy claro cómo van a hacer. Tirarán de modificaciones presupuestarias, pero está por ver cómo se hará el encaje con el Plan Económico Financiero y no sabemos cómo va a afectar todo esto a las ayudas sociales», explica la edil morada.
Los otros datos fehacientes son los que reflejan lo sucedido en los nueve primeros días de las convocatorias. De los 5.597 demandantes que presentaron sus solicitudes, 1.632 de la Renta Social y 785 de las ayudas energéticas lo hicieron en los dos primeros días. En particular, el segundo día, después de que cundiese el boca a oreja en la calle, los medios y las redes sociales, fue el de la gran oleada de solicitantes temerosos de quedar excluidos por haber llegado demasiado tarde. Los de Renta Social sumaron ese día 937 solicitudes y los de ayudas energéticas, 489. El mayor pico de todas estas fechas se produjo ese segundo día, el 7 de noviembre, en La Calzada, donde se llegaron a depositar 220 peticiones en esa jornada. El mismo barrio es, con mucho, el que mayor número de solicitudes concentraba a la altura del día 14: 746 de Renta Social y 420 de ayudas energéticas. Sumando a quienes acudieron a realizar estas gestiones y otras, el Ateneo de La Calzada atendió a 727 personas el 7 de noviembre. La suma de todas las ventanillas municipales en nueve días de aluvión superaron los 15.000 ciudadanos.
Una situacion «patética»
¿Qué transmiten todos estos números? «Una situación patética por muchas razones. La primera, que mareas a la gente. La gente tiene necesidades, ve que puede cumplir los requisitos y que, aunque los cumpla, no hay dinero, y ve mientras que para otras cosas si lo hay dinero, que las prioridades están en otro sitio. Y eso genera mucha rabia. Pero es que además es tan patético como tener a la ciudadanía sobresaturada por todos lados con todo esto, cuando la mayoría de estas solicitudes quedarán en la nada», argumenta Estefanía Puente. Pero, más allá de eso, la edil de XsP cree que «lo único que acaba diciendo todo esto es lo que nosotros venimos diciendo desde el primer día: que en Gijón hay mucha necesidad».
«Hay mucha gente necesitada. Lo que siempre se ha intentado invisibilizar, o decir, si hay necesidad que nos soliciten: cuando la gente solicita se evidencia lo que siempre se intenta negar pero todos vemos, porque la calle está ahí y hay que salir a la calle», añade. Y recuerda que todo este cuadro no tiene en cuenta a la gente que, estando en situación económicamente muy precaria, está por encima del corte de ingresos exigido: «Esta gente es muy raro que solicite. Quedan en "tierra de nadie", pero están ahí», recuerda Estefanía Puente.
Aparte de incrementar la dotación de las ayudas y de redactar unas bases menos arbitrarias, XsP defiende la necesidad que facilitar los trámites. Por ejemplo, unificando ambas convocatorias «porque incluso cuando muchísima gente cumple para ambas, les hacen solicitar dos veces con una documentación que es casi idéntica», apunta la concejala. Eso hubiese facilitado las cosas para quienes hicieron doblete en las colas ante las ventanillas y para quienes ahora tienen que evaluar por separado las solicitudes más allá de ellas. Calcula XsP que el número de demandas hubiese quedado en la mitad aproximadamente. «Ha sido un caos total y absoluto», resume la edil y trabajadora social: «Llevo años trabajando en la administración y he visto caos como los de las convocatorias de viviendas por sorteo, pero nada que ver con esto. Esto es una jauría».