Empezó siendo un mote popular porque el nombre de la principal arteria gijonesa siempre había sido Ancha de la Cruz e incluso en 1937 se propuso que pasara a denominarse la avenida de Rusia
14 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.-¿Dónde está el cay?
-Allí, al terminar esta calle toda corrida…
El cay, o cai, es muelle o puerto en asturiano y, efectivamente, cuando antaño se realizaba esta pregunta que aparece en el libro Crónica de la calle Corrida, del que es autor el que fuera cronista oficial de Gijón Patricio Adúriz, el puerto hoy deportivo se encontraba al final de una calle cuyo nombre causa, cuanto menos, sorpresa entre los visitantes. La calle Corrida, ya entonces, unía el puerto carbonero con la salida de la ciudad y el origen de su nombre, pese a este diálogo, siempre ha sido motivo de polémica local.
Como relata el autor del libro Las calles de Gijón. Historia de sus nombres, Luis Miguel Piñera, «bien pudiera deberse a lo transitado de la calle como al corrimiento de unos edificios que la hicieron más ancha». El caso es que la calle Corrida sigue siendo una de las más transitadas, concurridas o corridas de Gijón al ser la principal arteria de la ciudad.
Antes de quedarse con el nombre actual, se llamó calle Ancha de la Cruz e incluso durante unos días de 1892 tomó el nombre del Conde de Revillagigedo pero, como indica Piñera en su libro, «la imposición popular la transformó en Corrida».
De hecho, en su labor de investigación, encontró algunas actas municipales en las que se podía leer que «Corrida es simplemente un mote» puesto que Ancha de la Cruz era el nombre tradicional que, según Piñera, podría deberse a una capilla llamada de la Invención de la Santa Cruz cuya ubicación, pese a que se desconoce con exactitud, «no estaría lejos de la calle de Santa Rosa, en donde hubo una antigua calle llamada precisamente de la Cruz».
Sea como fuere, el mote de Corrida fue el que se quedó para siempre y eso que, en 1937, hubo incluso una propuesta para que «el nombre de la calle Corrida que hasta hoy ha figurado en una de nuestras vías más concurridas y céntricas y que ninguna significación de importancia tiene, sea transformado por el de avenida de Rusia».
En la historia antigua de la calle Corrida, volviendo a la publicación de Adúriz, también destacan dos hechos: en 1881 solo estaba alumbrada por cuatro «raquíticos faroles de gas» y hasta octubre de 1901 no comenzó a asfaltarse.