La oruga desfoliadora o Mythimna unipuncta es una especie cuya voracidad ha causado grandes plagas en países como Estados Unidos, y cuya proliferación de estos días guarda relación con las altas temperaturas
04 oct 2018 . Actualizado a las 08:57 h.La literatura científica recoge una curiosa anécdota sobre la oruga desfoliadora del maíz. A finales del siglo XIX, el entomólogo estadounidense C. V. Riley ofreció una recompensa de 10.000 dólares para quien consiguiera completar una recolección masiva de huevos de Mythimna unipuncta -el nombre científico de esta especie- en los campos de Missouri. Se tuvo que quedar sin entregar su jugoso premio. Las hembras ponen los huevos en zonas tan recónditas de los campos de gramíneas que constituyen el hábitat favorito de este insecto, que cuesta mucho localizarlos... Incluso cuando se han convertido en larvas y empiezan a alimentarse, pueden seguir sin dejarse notar. Pero en determinadas circunstancias ambientales, las orugas que después se convertirán en mariposas nocturnas pueden proliferar en exceso y necesitar más comida. Entonces no hacen falta recompensas para localizar al insecto. Inicia la marcha, y la Mithimna se hace presente de una manera que justifica el belicoso nombre de 'gusano soldado' que se le da en algunas zonas de Latinoamérica, o que está también en su nombre vulgar inglés, aún más expresivo: Armyworm. Algo así como 'gusano-ejército'. Un nombre que sin duda aprobarían los vecinos de los concejos de Gijón, Carreño o Gozón que han visto sus viviendas o las carreteras rurales invadidas por legiones de orugas salidas como por ensalmo de los campos. Todos conciden en que como nunca antes.
El termómetro manda
La prórroga del verano que Asturias está viviendo en pleno otoño puede tener mucho que ver con una situación que también está afectando a comunidades limítrofes como Cantabria. Del mismo modo, podría también remediarla el bajón de los termómetros que se espera para los próximos días. En todo caso, las orugas están en la tercera o cuarta y última generación que les corresponde por este año, y que suele ser la más voraz, y emprenderán en las próximas semanas su metamorfosis en la mariposa nocturna cuya forma adopta el insecto en su fase adulta. Pero mientras tanto, la oruga desfoliadora es capaz de dejar un rastro de hojas de maíz devoradas o pastos llenos de calvas como prueba de su voracidad.
Algo que, de momento, no parece estar sucediendo, por lo que desde el Principado se evita el empleo del término 'plaga'. No obstante, la información oficial que recoge la web autonómica sí que se incluye bajo el epígrafe «Plagas y enfermedades vegetales» en un aviso del 1 de octubre. En él, se advierte de la aparición de la «oruga defoliadora muy voraz y polífaga que puede afectar tanto a cultivos forrajeros como hortícolas, siendo las praderas y pastizales, junto al maíz, los más castigados» y se adjunta información en PDF sobre la Mythimna unipuncta.
Este lepidóptero de la familia de las mariposas nocturnas, conocido también como Pseudaletia unipuncta y Cipris unipuncta. Su aspecto como oruga es el de un gusano de unos 3 o 3,5 centímetros identificado por tres franjas dorsales longitudinales en tonos blancoamarillentos con bordes negros. Su desarrollo como larvas se completa, según las condiciones de temperatura, entre los 20 y los 65 días. Los adultos aparecen como mariposas de color marrón o caoba con un punto blanco en la parte central del ala superior al que alude el 'unipuncta' de su nombre científico. Pueden apararse varias veces y las hembras depositan entre 400 y 2.000 huevos en puestas que se desarrollan en un período de 2 a 3 semanas.
Episodios devastadores
La Mythiminia unipuncta es originaria de América del Norte y del Sur, pero sus arraigadas conductas migratorias la han extendido por todo el mundo, y de forma cíclica es causa de grandes plagas en países como Estados Unidos o Canadá. En Europa no se dio a conocer hasta la década de los 50 del pasado siglo, con episodios devastadores en cultivos de países como Francia. Su voracidad alcanza sobre todo a las gramíneas cultivadas y silvestres, y es capaz de arrasar praderas y campos forrajeros, huertos y maizales cuyas hojas quedan reducidas a esqueletos, como uno de los nombres del gusano deja claro. Otros, en distintos países latinoamericanos, son más pintorescos: cuncunilla de las chagras, el citado gusano soldado o gusano soldado del maíz; isoca militar verdadera; lagarta de los cereales…
Respecto a los tratamientos, dada la agresividad del insecto, como recomendación general cuando se detecta su presencia en los cultivos -con calvas o zonas que empiezan a ser arrasadas- se deben realizar tratamientos con productos en pulverización que requieren permiso para su uso: piretroides, fenitrotión o metilclorpirifos. Para el caso de invasión en zonas domésticas o carreteras, como es el caso, se está aconsejando el uso de insecticidas convencionales. Pero los vecinos aseguran que por sus propios medios no pueden detener la proliferación de esta oruga militarizada: piden artillería pesada a la consejería para terminar con la invasión.