Lucas empezará el cole el lunes (y lo hará junto a su hermana)

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

El pequeño Lucas Parrondo Suárez
El pequeño Lucas Parrondo Suárez

La familia del pequeño con Down de La Calzada consigue que la consejería asigne al Martínez Torner un auxiliar educativo y evita que el niño tenga que matricularse en otro centro

05 sep 2018 . Actualizado a las 12:44 h.

«¡Bien, bien! ¡Lo conseguimos!». Elsa da hoy saltos de pura alegría. Y Lucas, su hermano de 3 años, también participa de la felicidad de la niña y de toda la familia, aunque no sepa exactamente que él es el motivo de tanto revuelo. Finalmente, el pequeño con síndrome de Down vecino de La Calzada, en Gijón, podrá empezar el próximo lunes su vida escolar de la mano de su hermana de 6 años en el Colegio Público Martínez Torner, y no en el Príncipe de Asturias al que inicialmente lo había asignado la consejería de Educación. Tras una espera de más de tres meses y no poca batalla administrativa, mediática y hasta política, el director general de Ordenación Académica del Principado, Francisco Laviana, telefoneaba esta mañana a los padres del niño para darles la buena noticia que esperaban: el centro contará con el refuerzo del auxiliar educativo cuya ausencia había sido el motivo del traslado de matrícula.

«Me ha comunicado en nombre del consejero que todo estaba arreglado, que el centro contaba con el auxiliar y que ya puedo acudir a matricularlo como a cualquier otro niño. Lo haré mañana mismo», cuenta Carmen Suárez, la madre del pequeño. Ella y su marido, José Manuel Parrondo, habían obtenido el compromiso de la consejería de una respuesta en los primeros días de septiembre. No les fue sencillo, con todo. Hizo falta poner en marcha un rosario de recursos y saltar -recuerda Carmen- «por encima de momentos de cansancio y desaliento». Pero sobre todo, «saber que las cosas se consiguen cuando se va con la razón por delante y se está dispuesto a llegar hasta el final para defender lo que a uno le corresponde».

De las redes sociales, el caso saltó a los medios después de haber suscitado el apoyo de las asociaciones de Down tanto a escala autonómica como nacional. Sus padres pusieron la mira incluso en el Defensor del Pueblo y -anticipaban- «en la ONU si hace falta» para defender los derechos a la escolarización de su hijo en el centro en el que le correspondía hacerlo, junto a su hermana y en un entorno apto para favorecer la conciliación con los respectivos trabajos de la pareja. Partidos políticos y el mismo equipo de Gobierno municipal de Foro se sumaron a esos apoyos, que la familia agradece «muchísimo», y las negativas iniciales se han ido suavizando hasta darse la vuelta por completo.

Lucas empezará su aventura escolar el próximo lunes. Asistirá primero a las clases de adaptación, hora y media al día, y no tendrá previsiblemente hasta octubre el apoyo del auxiliar educativo que necesitaba; algo «normal» en los arranques de curso, según explica Carmen Suárez. Hasta ese momento, el centro, al que ya le ha sido comunicada la situación, se hará cargo del apoyo. La llegada de Lucas ha requerido incluso el desdoblamiento de una de las aulas para repartir los alumnos. Todo para hacerle sitio en el lugar en el que tiene derecho a estar, según han defendido siempre sus padres, que ahora esperan que la resolución de su caso sirva también para animar a otras familias en situaciones similares. «Es duro, hay que tener aguante, pero también hay que tener claro que las cosas se consiguen si uno está dispuesto a llegar hasta el final, y nosotros lo hubiésemos hecho», asegura la madre de Lucas.