«Queremos un techo», dicen los escolares de Cimavilla

Elena G. Bandera
Elena G. Bandera REDACCION

GIJÓN

Una protestas del colegio Honesto Batalón, en 2018, en la pista, ahora en obras
Una protestas del colegio Honesto Batalón, en 2018, en la pista, ahora en obras

Los alumnos del colegio Honesto Batalón, apoyados por vecinos, hosteleros y demás colectivos del barrio, exigen dejar de ser los únicos de la zona urbana sin recreos a cubierto

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Son casi un centenar y todos salían ayer ordenadamente desde las aulas hasta la pista de la polémica, en la que bajo el fuerte sol de la mañana les esperaban vecinos, hosteleros, miembros de la asociación de festejos, de la plataforma de la Tabacalera y parte de sus progenitores, para reivindicar a viva voz una cubierta para el desvencijado espacio en la que celebran su recreo: «¡Queremos un techo!» 

Los casi 100 alumnos del colegio Honesto Batalón, con el apoyo de todo el barrio de Cimavilla, ocupaban simbólicamente la pista deportiva situada en la subida al cerro de Santa Catalina, junto al parque de skate, en señal de protesta por la paralización de un proyecto por el que llevan esperando tres años. El 25 de abril de 2015 ya se había celebrado una concentración similar en el patio del colegio para reclamar al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Gijón un techo para la pista deportiva. «Si llueve o hace demasiado viento, como es a donde salen al recreo, se tienen que quedar dentro de clase. El gimnasio es demasiado pequeño para que entren todos y, pese a que fue un compromiso de hace tres años, sigue siendo el único colegio del Gijón urbano que no tiene patio cubierto», indica Manuel Ángel Fernández, de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Honesto Batalón.

Hace tres años, de hecho, se había incluso creado una plataforma, Cimavilla a Cubierto, en la que fueron confluyendo todos los colectivos del barrio alto de Gijón; el colegio y su AMPA, la asociación de vecinos Gigia, la de hosteleros, la Fundación Alvargonzález, la Asociación de Festejos y la Plataforma de la Tabacalera. Su petición, una de las muchas reivindicaciones ya históricas de Cimavilla, fue escuchada y el proyecto para cubrir la pista estaba listo para ser licitado el pasado noviembre, calculándose entonces que las obras podrían comenzar a principios de este año.

Sin embargo, el asunto no llegó al pleno municipal hasta el pasado 9 de mayo, dentro de una modificación de presupuestos que no fue aprobada. «Con lo que costó conseguir los permisos de Costas y de la Autoridad Portuaria de Gijón y cuando el proyecto ya estaba redactado, con dinero reservado, ahora vuelve a paralizarse todo», lamenta Fernández, que recuerda que el año pasado una de las canastas acabó cayéndose y la verja que cierra la pista en la zona más próxima al acantilado está tan oxidada que también «está a punto de caerse».

La pista, insiste, es utilizada además para hacer deporte por los vecinos de Cimavilla y, de llegarse a realizar el proyecto, se abriría la posibilidad de llevar a cabo en ella actividades «interesantes para todo el barrio». En la plataforma Cimavilla a Cubierto temen que la paralización del proyecto suponga, en el mejor de los casos, más retrasos en la construcción y, por ello, también hacen hincapié en el «deplorable estado actual» que incluso podría motivar su cierre al público debido al peligro que entraña.

El siguiente paso para exigir que se inicien las obras sin más dilación es una reunión que se celebrará el próximo miércoles, a las 18.30 horas, en la Casa del Chino a la que se ha invitado a todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Gijón.