El presidente de Mensajeros de la Paz presenta en Gijón la segunda campaña destinada a fomentar la integración, basada en el mismo personaje de Malak, una refugiada siria
10 may 2018 . Actualizado a las 16:58 h.El pasado curso, los escolares asturianos de Primaria conocieron a Malak: el personaje de animación de una niña siria refugiada en España que quería demostrarles que su país no estaba en Marte; que ella y su familia no eran, por lo tanto, marcianos, sino seres humanos exactamente iguales a sus nuevos vecinos y compañeros de clase. Ahora Malak ha vuelto con un nuevo mensaje y una nueva animación sobre la que, desde hoy mismo, ya se está trabajando en las aulas del Colegio Público Jovellanos de Gijón, el mismo lugar escogido para presentar Malak y el monstruo Comemuros, un nuevo episodio de la campaña de concienciación y materiales didácticos realizada en Asturias y financiada por la oenegé Mensajeros de la Paz y la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo del Principado de Asturias. El propio fundador y presidente de la oenegé, el mierense Padre Ángel, ha acudido a la presentacion de una iniciativa que contribuye -ha dicho- a derribar «muros que no son solo de ladrillo, sino otros muchos muros que existen». Y eso, ha añadido, «es algo que podemos hacer desde los colegios, y si pudiera ser desde las guarderías, aún mejor». Porque, ha dicho, «los verdaderos gigantes comemuros están en estas aulas».
Bajo la coordinación de Juan Miguel García, de Mensajeros de la Paz, la pieza de animación se basa en un concepto de Cristina Antuña, de Pensar Consulting, y ha sido realizada por un equipo que encabeza el guionista y realizador José Manuel Fernández, con la colaboración de Artline y Trisquelmedia y la voz de Carlota García. La propia Cristina Antuña ha iniciado con los alumnos de 3º de Primaria del centro gijonés las actividades en torno al audiovisual antes de un acto de presentación en el que, además del Padre Ángel y Juan Miguel García, han estado presente la responsable de la Agencia Asturiana de Cooperación, Gimena Llamedo, y la directora del centro Yolanda López.
Contra todo tipo de muros
Antuña ha explicado que el alcance de la campaña no solo se dirige a «la temática del éxodo y la acogida de refugiados» como su antecesora, sino que también amplía su mensaje de integración y aceptación «a cualquier nuevo llegado a un aula en cualquier situación». Las guías didácticas que acompañan la proyección llegarán a todos los colegios asturianos junto con unos muñecos de guiñol con los que los alumnos podrán escenificar sus experiencias con los muros de todo tipo y las maneras de acabar con ellos con sus propios «monstruos comemuros». A este respecto, Antuña ha señalado que «absolutamente todos» los niños que han participado en la actividad a lo largo de la mañana han hablado «de algún tipo de muro» que les excluye o les aparta de su entorno escolar por «muy distintos motivos». Tanto Gimena Llamedo como Patricia López han hecho hincapié en el modo en el que la campaña puede «implementarse en distintos tramos del currículo» de los escolares de Primaria para darle un mayor alcance.
Por su parte, el Padre Ángel ha lamentado la proliferación de muros en el planeta. «Antes estaba solo el Muro de Berlín, ahora tenemos más de 60 en todo el mundo», ha recordado, incluyendo las concertinas de la frontera africana española, «que también son muros». No obstante, ha agradecido también el compromiso de las instituciones asturianas. «Así como hay que pedir que algunos políticos se vayan a sus casas, a otros, como los del Gobierno del Principado, hay que decirles que chapó, que ojalá otros los imitaran», ha asegurado el sacedote asturiano. No incluye en esa lista, naturalmente a Donald Trump, cuya actitud polítca «le entristece a uno».
A la figura del mandatario estadounidense ha opuesto en varias ocasiones la del Papa Francisco cuyo mensaje asume, como asume la «vergüenza» que el Pontífice ha manifestado ante la actitud de Europa frente a la acogida de inmigrantes. Es el mismo sentimiento que el Padre Ángel dice tener ante casos como el de los bomberos sevillanos finalmente absueltos en Lesbos, «a los que conocí y cuya embarcación bendije», ha recordado.