Héctor Moro revive un año después en una sidrería gijonesa una prueba solidaria en la que cada kilómetro se traduce en un euro. Aspira a hacer más de 15.000 a lo largo de este año
18 feb 2018 . Actualizado a las 14:23 h.Empezó a las diez de la mañana en Pineda de Mar y esperaba llegar hacia la una y media o las dos de la tarde a su destino, rematando el circuito del Ironman 70.3 de Barcelona: 180 kilómetros, pero sin moverse de un rincón de la céntrica sidrería gijonesa El Requexu. Con un ordenador frente a sí y pedaleando a todo pistón sobre un rodillo, Héctor Moro, el atleta lavianés conocido por su empeño de traducir proezas deportivas en euros para causas solidarias, lo hacía hoy en Gijón en beneficio de la Asociación de Enfermos Musculares del Principado. La distancia a la que se ha enfrentado hoy es superior a la que existe entre Pola de Laviana y el puente de Todos los Santos, la frontera entre Asturias y Galicia.
El desafío se enmarca dentro del proyecto «Reto 15.052 kilómetros Bkool 2018» con el que el lavianés pretende recaudar fondos para diferentes asociaciones que luchan contra el cáncer o enfermedades raras. Los 180 kilómetros de hoy se traducen en otros 180 euros para la asociación. La iniciativa coincide con el año exacto de una maratón corrida sobre tapiz rodante en esa misma sidrería y también con fines solidarios. Todo este esfuerzo se enmarca en el objetivo de recorrer este año un total de 15.052 kilómetros en bicicleta y donar un euro por cada kilómetro completado a diferentes asociaciones asturianas que luchan contra el cáncer, enfermedades poco frecuentes o causas solidarias que lo necesiten. De momento ya lleva recaudados 1.050 euros destinados a la misma asociación que hoy ha merecido sus esfuerzos.