Las dos parcelas de propiedad municipal en el entorno de la Pecuaria garantizan «parque de sobra con total seguridad» según el gerente de Impulsa
19 feb 2018 . Actualizado a las 17:18 h.Al Parque Científico y Tecnológico de Gijón, tal como es en la actualidad, se le agota el espacio desde hace un tiempo. Incluso en los años más duros de la crisis, la demanda de radicación de nuevas empresas ha ido goteando, y con la mejora del tono económico las que quieren asentarse en su suelo han ido a más. El gerente de Impulsa, la agencia municipal de la que depende el PCTG, admite que hoy por hoy cuesta darles acomodo. Las negociaciones con la Tesorería General de la Seguridad Social para adquirir los 90.000 metros cuadrados de la finca La Formigosa, en Somió, permanecen estancadas desde hace al menos medio año. Pero Rubén González Hidalgo lanza decididamente «un mensaje de tranquilidad», y garantiza que el PCTG tiene espacio, en cifras redondas, para «unos diez años de crecimiento, en términos aproximados». Su garantía se basa en la disponibilidad de dos terrenos anexos a los de La Formigosa, al otro lado de las instalaciones del parque en el antiguo Intra: un total de 132.000 metros cuadrados repartidos en sendas fincas de 110.000 y 22.000 metros cuadrados; la primera de ellas de propiedad municipal, y la segunda obtenida a partir de una permuta con el Principado.
Pero esos diez años que, en términos aproximados, contabiliza González Hidalgo no empezarán a contar todavía. No lo harán, de hecho,hasta que no esté definitivamente aprobado el Plan General de Ordenación (PGO), que, según el gerente de Impulsa. contempla un Plan Especial para las dos parcelas en cuestión, a partir del cual se procedería a urbanizar y adecuar su superficie para la radicación de nuevas empresas. Y los plazos siguen siendo inciertos. Las previsiones más optimistas -las del equipo de Gobierno de Foro, que el gerente de Impulsa comparte, al menos como hipótesis- hablan de una aprobación definitiva del planeamiento general de la ciudad a finales de este año.
«A esas dos parcelas se les aplicará un Plan Especial que se activará a partir de que el Plan General esté, supongamos, en el último trimestre del 2018. Se daría forma en él a la ampliación del PCTG al otro lado de la Pecuaria. Y ese plan y estas parcelas hay que tomarlas como la fase 1: de aquí saldrán 10, 15, 20 parcelas para edificios. Podenos tener -y es solo una aproximación, no una fecha exacta- unos diez años de crecimiento», prevé González Hidalgo. Su conclusión, a partir de ahí: «No hay ninguna prisa. Hay que decirle a la opinión pública que tenemos parque de sobra. Con total seguridad. Desde hoy hasta que haya un edificio en esas parcelas, pasarán dos o tres años. Hay tiempo. El PCTG está cubierto para la demanda».
Co todo, casi nadie da por hecho que la aprobación del PGO acontezca antes de 2019. Tras el cierre del segundo periodo de información pública, y mientras los servicios urbanísticos trabajan en las alegaciones acumuladas en los dos periodos, queda pendiente la aprobación en pleno del informe de alegaciones y la aprobación definitiva. Algo que la inercia política de este conflictivo plan invita a tomar con algunas cautelas respecto a los plazos. Y después resta la redacción del Plan Especial correspondiente y el efectivo inicio de los trabajos de adecuación de las parcelas y la instalación de los nuevos inquilinos.
Tampoco descarta del todo Rubén González Hidalgo que finalmente se pueda llegar a un acuerdo con la Tesorería General de la Seguridad social por los terrenos de La Formigosa. Pero, a estas alturas, no es desde luego la primera opción para la expansión, como pretendía el equipo de gobierno de Foro antes de que encallasen las conversaciones con el departamento del ministerio de Empleo y Seguridad Social. La última oferta sobre la mesa, superior a los 7,8 millones de euros, fue rechazada por la Tesorería por el extenso prao donde tradicionalmente se han celebrado las romerías de Somió, catalogado como suelo residencial en el anterior Plan General.
«Estamos en un momento en el que quiere venir mucha gente, y lo cierto es que nos cuesta mucho encontrar espacios para empresas», admite Rubén González Hidalgo, que atribuye esencialmente esa demanda «al contexto actual es de crecimiento en todos los sectores empresariales en el contexto internacional». De momento, la ampliación del edificio central del parque, donde está radicada Impulsa, en unos 600 metros cuadrados permitirá el acomodo de una veintena de pequeñas start-ups agrupadas en uno de los programas de Impulsa, el llamado Movimiento Equilibria de vida saludable y activa.