Las mujeres del equipo de Salvamento se convierten en protagonistas forzadas de una polémica viral sobre su vestimenta, con recomendación de usar shorts incluida. «Volvemos a castigar a las mujeres por tener que ser ellas las guardianas de las miradas de otros», dicen quienes critican la instrucción
08 ago 2017 . Actualizado a las 11:30 h.Una de las trampas de las redes sociales son las polémicas que se vuelven virales y, sin merecerlo por lo futiles que son, acaban perjudicando a quienes sin comerlo ni beberlo se ven envueltos en ellas. Las protagonistas de una de las nuevas polémicas de Twitter son las socorristas que forman parte del equipo de Salvamento de Gijón, a las que al parecer se ha conminado a que se cubran el bañador con un pantalón corto cuando estén trabajando. Al parecer, de nuevo, taparse es la manera de enfrentarse a los comentarios machistas que estos días se han volcado sobre la vestimenta de las socorristas de Gijón, que es la misma que la de los socorristas: bañador, camiseta y pantalón corto.
Al ser mujeres, sin embargo, el sexismo impera y, a raíz de un tuit en el que se mostraba la fotografía de espaldas de una socorrista, con el mensaje «Alarma en Gijón: 10 paisanos ahogaos en lo que va de mañana. Alguno hasta dos y tres veces», lo que podía haberse quedado en una polémica machista más en las redes sociales ha supuesto que las socorristas reciban recomendaciones que no han gustado nada ni en las redes sociales ni a las asociaciones de mujeres ni en el propio Ayuntamiento de Gijón.
La socorrista fue «abroncada»
La presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, Jessica Castaño, explica incluso que la socorrista «ha sido abroncada» por la jefa de Salvamento Marítimo, al parecer molesta de por sí por el protagonismo que este verano están teniendo los socorristas debido a la polémica generada también en torno a la prohibición de bañarse con bandera roja.
Por ello, «les recomendó a todas las socorristas que se vistieran con pantalones cortos cuando vestir con bañador es una opción que ellas tienen, y que eligen libremente. Si su vestuario fuera así exclusivamente, o las obligaran, no lo vería bien, pero lo que es indignante es que los usuarios de la playa critiquen por mero morbo o que incluso hablen de que las obligan, cuando no es así», indica Castaño, que considera una vergüenza que se les haya recomendado cambiar su vestuario como consecuencia de la estrechez de miras de gran parte de la sociedad. «El problema está en el que mira y se incomoda. Siempre el mensaje es que va provocando, qué desvergonzada, mira que escote o vaya minifalda que lleva. Y ése es el gran fallo de la sociedad», dice, añadiendo que, «como siempre, a que tiene que cambiar la actitud es la mujer»
Por ello, considera una «falta de respeto« que el ayuntamiento, o Salvamento, «les diga que se tapen». También la concejala de XsP, Nuria Rodríguez, pese a no tener constancia de que se haya hecho tal recomendación, considera que si fuera así sería «inapropiada e inasumible». «No se les puede pedir a trabajadoras profesionales que han pasado las pruebas pertinentes para velar por la seguridad de los bañistas en las playas que cambien la vestimenta», indica, considerando también desafortunado que se abra un debate social «forzado» sobre la vestimenta de las mujeres. «Nos parece un debate impostado que hace que lo anecdótico este muy por encima de lo importante que es la profesionalidad de esas mujeres».
«Volvemos a castigar a las mujeres por tener que ser ellas las guardianas de las miradas de otros»
Además, en caso de que las recomendaciones fueran cubrirse, considera que con ello «volvemos a castigar a las mujeres por tener que ser ellas las guardianas de las miradas de otros. Y eso no ayuda a conseguir el respeto y la igualdad de todas y todos». En su opinión, el hecho de que se haya dado un protagonismo forzado a las socorristas de Gijón, en el fondo, no es más que un «fiel reflejo de una sociedad muy machista que tiene aún mucho que avanzar». También la concejala de IU, Ana Castaño, que brindó su apoyo a las trabajadoras de Salvamento Marítimo y pidió respeto para su labor, dice que, en caso de ser cierta la instrucción de vestir shorts para evitar actitudes machistas, «sería preocupante que, ante los chistes sexistas aparecidos en las redes, se hubiera adoptado la decisión de que se tapen como si la causa de problema fuera una prenda de vestir, en este caso el traje de baño, y por extensión las mujeres que la llevan».
Por la sencilla razón, añade, de que «llevar más o menos ropa no nos protege a las mujeres del machismo y no nos libra de chistes y mofas, lo que realmente nos protege es vestir en cada momento como queremos y lo que nos hará más libres es la sensibilización y la reprobación social ante comentarios como los aparecidos en las redes», que califica de «intolerables».
«No hay instrucciones para ser descocados ni las inversas», dice el concejal de Seguridad
El concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Esteban Aparicio, de cuya concejalía depende el equipo de Salvamento Marítimo, hablaba ayer de esta polémica, pero desde otro punto de vista. De mano, se vio en la necesidad de explicar que la indumentaria que el ayuntamiento da a los socorristas «no es indecente» y que «la indecencia está en la cabeza de alguno por ahí. Es una cuestión puramente puntual y que no tiene ninguna trascendencia. Me parece que la polémica es desmedida porque lo importante es que los socorristas salven».
Algo en lo que todos los que han criticado las recomendaciones coinciden. Sin embargo, Aparicio también dijo que se imaginaba que la jefa de Salvamento Marítimo habría tomado «las medidas oportunas» ante la polémica del bañador de las socorristas, aunque apostilló que «no hay instrucciones para ser descocados ni las inversas. El problema está más en el mirón que en el socorrista».
El punto de vista de la periodista Carme Chaparro, que también se ha hecho eco de la polémica en sus redes sociales, ahonda precisamente en quienes miran pero no comparte que se tengan que tomar medidas: «Están para salvar vidas, pero algunos se fijan solo en sus culos. Literalmente. Como si sus culos fueran material de exhibición para regocijo masculino», escribe, dando por hecho que el consistorio se ha visto forzado «a tomar una medida sin precedentes: pedirles a las socorristas -a las mujeres- que se pongan pantalón encima del bañador para no provocar fotos y comentarios machistas. ¿Es ésa es la solución? Ellas tienen que taparse porque algunos hombres no saben controlarse».