Moriyón presenta un proyecto multiusos que combina museo, centro vecinal, vivero de empresas creativas y sede del FICX, y que describe como «resultado de la configuración de la corporación»
02 jun 2017 . Actualizado a las 08:17 h.Ni museo de la ciudad, ni museo de bellas artes, ni centro social integrado para la zona centro y Cimavilla, ni vivero de empresas creativas… y a la vez un poco de todo de eso a la vez. Así son los planos del posible centro de Tabacalera que Carmen Moriyón se ha dedicado hoy a presentar a grupos políticos, medios de comunicación, vecinos y ciudadanía en general: un centro polivalente cuya multiplicidad -ha subrayado la alcaldesa forista de Gijón- es un fiel trasunto «de la configuración de la actual corporación» gijonesa y del proceso de participación ciudadana «en el que se ha escuchado a 1.100 personas» y a los participantes en los debates de las distintas mesas sectoriales. Lo único que parece definitivamente excluido es aquello que inicialmente se proyectó para el histórico inmueble: sede de las colecciones municipales de arte y museo de la ciudad.
En esencia, el proyecto combina un centro de interpretación en torno a los restos arqueológicos aparecidos durante las obras, un espacio polivalente y dos Espacios de Creación Abierta para industrias creativas (en el cuerpo central de la fábrica); un «centro cultural de proximidad» (antigua vivienda del director); y un salón de actos con capacidad para 400 personas, la sede del Festival de Cine de Gijón y una cafetería (en el futuro edificio de nueva planta).
No hay plazos fijados. Pero, suceda lo que suceda con este proyecto y el debate que sin duda sobreviene, no será para mañana; el único que ha aventurado la alcaldesa es el de finalización de la actual fase de consolidación, de la que se lleva ejecutado aproximadamente la mitad del trabajo, y que no concluirá «hasta principios de 2018».
La inclusión del salón de actos que, con sus 400 butacas, vendría a cubrir las necesidades intermedias entre los aforos del Jovellanos y el teatro de La Laboral y el salón del nuevo edificio de Empresariales (con un aforo de 200 personas) es la principal novedad del proyecto, junto con la aparición de ese «centro cultural de proximidad» que busca cumplir, según Moriyón, responder a una de las principales demandas de los vecinos de Cimavilla y la zona centro. En sus dos plantas -cada una de ellas de 330 y 365 metros cuadrados, respectivamente- se acogerían funciones «similares a las de un centro municipal integrado»: «Aunque es un modelo superado, era necesario habilitar un espacio que vincule este centro al barrio», ha argumentado la regidora.
Cuerpo central
Una planta de triple acceso entre el viejo cuerpo de Tabacalera y el nuevo edificio daría entrada al conjunto y al salón de actos (este, en la nueva edificación). Ya en el cuerpo central, el antiguo convento y fábrica, la planta sótano dedicaría sus 1.650 metros cuadrados a almacenes e instalaciones municipales. En el cuerpo central del edificio, el núcleo de la planta baja sería el «área de interpretación»: 1.274 metros cuadrados con funciones museográficas centradas en torno a la historia del edificio y de su solar: desde el aljibe romano hallado durante las reformas hasta su uso fabril, pasando por el conventual y religioso.
A estas dependencias se sumarían los materiales arqueológicos de interés para su exposición y los relacionados con la Fábrica de Tabacos en sí; todos ellos, en este momento, en fase de estudio, catalogación y restauración, merced a un convenio entre la Universidad de Oviedo y el CSIC, según ha explicado la directora de la Fundación Municipal de Cultura, Raquel Huergo.
Además, la planta baha acogería una sala de usos múltiples de 296 metros cuadrados en el espacio de la antigua iglesia. La primera y segunda planta estarían dedicado al llamado «Espacio de Creación Abierta», un vivero y sede de empresas creativas y culturales, con 812 y 941 metros cuadrados disponibles en cada una de ellas, respectivamente.
Casa del director
La llamada «casa del director» tendrá un uso separado y cumplirá las funciones de conexión con el barrio de las que ha hablado Moriyón, y que constituyen una vieja demanda vecinal reiterada durante los procesos participativos: dos plantas de 329 y 365 metros cuadrados.
Edificio de nueva planta
El que inicialmente se concibió como sede para un posible traslado del museo Nicanor Piñole desde su actual localización en la plaza de Europa será ahora un espacio dedicado fundamentalmente al FICX: dos plantas para dependencias administrativas y otros usos relacionados con el festival gijonés y un salón de actos de 400 plazas que vendría a suplir parcialmente la urgente demanda de salas de proyección disponibles en el centro, tras la aparentemente definitiva pérdida de los cines Centro. Además, en este mismo cuerpo se albergarían los servicios de cafetería, en dos plantas de 120 metros cuadrados cada una.
XsP: primeras enmiendas
Con este material sobre la mesa, se inicia con los grupos municipales un debate que, según Carmen Moriyón, debería estar liquidado a finales de este mes. Y que se ha abierto de inmediato, con un comunicado de Xixón Sí Puede, que presenta una primera enmienda relativa a los plazos y los usos que XsP considera prioritarios; sobremanera, la disponibilidad de dependencias para el FICX: «Una de las demandas en las que se más insistió fue en que se contara con un auditorio. Pero este se prevé instalar en el edificio de nueva planta, por lo que no lo veremos como temprano hasta 2020, pese a ser una instalación que se precisa de manera urgente», señala Fernández Casanueva.
En consecuencia, pide «un esfuerzo de integración para un auditorio que sirva sobre todo para la exhibición cinematográfica en la primera fase, en la que se acomete la rehabilitación del edificio histórico». También considera XsP que se debe «mejorar» loa accesibilidad.
Pero sobre todo, la formación morada considera que la definición de los llamados Espacios de Creación Abiertos es «ambigua». En su lugar, propone lo que llama «laboratorio ciudadano»; una pieza que XsP quiere central en el proyecto. «Sería el engranaje alrededor del que se estableciera el núcleo del nuevo equipamiento y que sirviera para vincular la parte del centro cultural de proximidad e incluso la parte dedicada a las empresas creativas y artísticas», señala Orlando Fernández.
Apunta a «experiencias similares» como el MediaLab o La Ingobernable en Madrid o La Casa Invisible en Málaga: «Una evolución del centro social en las que puede haber diferentes fórmulas de gestión municipal y social o de cogestión», explica el edil, que propone estos modelos para que los propios usuarios definan las funciones de los «espacios libres» de Tabacalera. «Hay que trasladar el concepto de innovación a la cultura y la ciudadanía. Se trataría de una nueva tipología de recurso cultural y social que pone en valor la parte de la innovación social y cultural», añade Orlando Fernández.
Participación ciudadana
El edil muestra su satisfacción, por la forma de abordar los vestigios arqueológicos y el pasado de la ciudad, la aparición de servicios sociales y el centro de proximidad. E igualmente, se felicita por lo que considera un triunfo de los modelos participativos. «Cabe destacar de todo este proceso que definitivamente se abandona la idea del museo de Xixón, algo que se ha conseguido gracias a la participación y se ha hecho ver una demanda latente: ya no son las administraciones quienes diseñan de espaldas a la ciudadanía, sino que la ciudadanía es un factor clave en el diseño del equipamiento», remarca el concejal de XsP.
Una vision, la de Orlando Fernández, que no casa exactamente con la que ha deslizado Carmen Moriyón, que ha dejado caer que «se defiende la participación ciudadana, pero no se espera la participación que luego hay», en referencia a los 1.100 participantes en los procesos ciudadanos. De ahí que la alcaldesa dé por «escuchados» a los ciudadnos, pero tenga claro que hay que el resto del proceso compete ya a sus representantes en el pleno. «A partir de ahora tenemos la representación para, cada uno desde el ámbito que le corresponde, lograr un consenso».