Así es el palacio burgués que se convertirá en albergue de peregrinos

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Una visita al interior de la Casa Paquet, el emblemático edificio del muelle gijonés que se transformará en un año en alojamiento para viajeros del Camino de Santiago de la Costa

11 abr 2017 . Actualizado a las 21:01 h.

Nació en 1918 como uno de los palacios urbanos de la gran burguesía mercantil y financiera gijonesa, con su peculiar torreón asomado al mismo paisaje portuario en el que se fraguó la riqueza de la familia Paquet. Justo un siglo después, en el verano del próximo 2018, reabrirá sus puertas como albergue de peregrinos. De testimonio arquitectónico sobre la historia local, la emblemática Casa Paquet pasará, después de años de desocupación, a integrarse en un relato mucho más vasto y mucho más antiguo: el del Camino de Santiago. Y mientras ha dejado ver por unas horas su señorial interior, que más de uno habrá soñado como residencia propia mientras paseaba por el viejo puerto gijonés: robustos artesonados, baños de principio de siglo con exquisitos sanitarios y azulejería, frescos, muebles de artesanía y vidrieras como la de la monumental escalera principal o la que corona el mirador de la torre sobre el muelle -con un motivo de carabelas muy relacionado con la actividad naviera que inició la fortuna familiar- y una capilla mucho más reciente, de su época como institución catecumenal; y también, solo un piso más arriba, las humildes dependencias de servicio. Vastos espacios casi rústicos en el centro de una ciudad.

Todo ello será cuidadosamente respetado pero se convertirá, en poco más de un año, en lo contrario de lo que inicialmente fue: de palacio privado a albergue público. Durante ese periodo se desarrollarán en su interior la transformación que hoy han detallado, en presencia de la alcaldesa y de parte de la corporación, el concejal forista Fernando Couto y Álvaro Ron, cuyo estudio ha redactado una rehabilitación en el que se invertirán 650.000 euros, incluyendo el coste del proyecto. A su término, los alojamientos y servicios para 58 peregrinos convivirán en un enclave del máximo tránsito turístico -en el engarce de Cimavilla con la plaza del Marqués y el Puerto Deportivo- con las oficinas principales de Información Turística Infogijón y el Camino de Santiago y diversas dependencias para usos expositivos y culturales.

Una invitación a hacer el Camino por la costa

El «privilegio» para la ciudad del que ha hablado Couto se ha concretado tras un largo proceso de negociación con el Instituto Catequista Dolores Sopeña, que cede los más de 1.200 metros cuadrados del edificio por 25 años, a razón de un canon anual de 18.000 euros. El proyecto ha tenido que lidiar con las limitaciones impuestas por el nivel de Protección Integral del que goza en el Catálogo Urbanístico municipal la Casa Paquet, una singular muestra de arquitectura regionalista concebida por Miguel García de la Cruz. Según Álvaro Ron, se ha respetado al máximo la tipología estructural y constructiva, y lo mismo sucederá con lo que se vaya encontrando durante la reforma y rehabilitación. El resultado constituirá, para el arquitecto, «una invitación tremenda a hacer el Camino de Santiago por la costa», porque -ha asegurado- el futuro albergue «se vende solo».

Los visitantes en general tendrán acceso por la entrada principal, frente a la Colegiata de San Juan Bautista y al pie del inconfundible torreón con su balcón rendondo y esquinado y su monumental frontón. En la planta baja encontrarán la oficina de Infogijón, que absorberá los más de 22.000 visitantes que anualmente pasan por la que actualmente existe en Poniente tras su cierre; una cifra que el ayuntamiento espera que se duplique dada la estratégica ubicación del nuevo punto de información turística. Por esta misma entrada se dará acceso a las personas con movilidad reducida, que también dispondrán de un dormitorio y aseo específico en caso de que sean peregrinos. El resto de la planta baja se dedica a alojamientos y aseos, recepción, administración y tres salas con una exposición multimedia dedicada al Camino de Santiago.

La segunda planta contará, además de los alojamientos y un baño catalogado, un salón para actos institucionales. La tercera y última, bajo cubierta y con el espacio singular del cuarto de la torre, será íntegramente para alojamientos, recuperando los antiguos almacenes y zonas de servicio.