Plataforma Tabacalera advierte de que la reforma del edificio contradice las consultas ciudadanas

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Fotografía del complejo de Tabacalera en Gijón de 1930 incluida en el informe de Plataforma Tabacalera
Fotografía del complejo de Tabacalera en Gijón de 1930 incluida en el informe de Plataforma Tabacalera

El colectivo emite un informe muy crítico con el desarrollo de las reformas, que estarían respondiendo a «un uso concreto» antes de escuchar el resultado de los procesos de participación. El documento habla de «un agravio contra el patrimonio»

02 mar 2017 . Actualizado a las 17:31 h.

El modo en el que se están desarrollando las obras en el antiguo edificio de Tabacalera «no tiene lógica» respecto a los procesos de consulta ciudadana para determinar su uso, actualmente en marcha. Así lo considera la Plataforma ciudadana Tabacalera Gijón, que ha hecho públicas sus consideraciones en un informe muy crítico sobre los trabajos que se están desarrollando en el inmueble. «Nos encontramos con un edificio al que se le ha despojado de su herencia industrial, las naves han desaparecido, la vicaría se ha demolido, la finca conventual ha sido mutilada; parte de su historia nos ha sido arrebatada», afirma un comunicado del colectivo, que, aparte de considerar esas obras un «agravio» que «no ha respetado el patrimonio histórico», incurre en una «paradoja»: «Se han tomado decisiones arquitectónicas encaminadas para un uso concreto, cuando el proceso para concretar ese uso está todavía abierto», resume un portavoz de la Plataforma.

Para la entidad ciudadana agrupada en torno al proyecto de Tabacalera, «lo que inicialmente era un proceso de consolidación» -la fase en la que actualmente se encuentran las intervenciones sobre el edificio- «ha visto como en fechas recientes se ha auspiciado la demolición de la vicaría», según señala el comunicado que acompaña al informe. Estas actuaciones colisionarían con el hecho de que «en paralelo» se hayan abierto «una serie de procesos participativos ?mesas de debate sectoriales y transversales, talleres vecinales y una consulta ciudadana online? con el supuesto fin de determinar los usos de dicho complejo». «No tiene lógica estar haciendo obras que van mucho más allá de la mera consolidación, de acuerdo con un proyecto existente de 2012 y redactado para un uso museístico (actualmente cuestionado), cuando los usos definitivos están aún por determinar», añade el comunicado.

El informe concluye que «la presente fase de consolidación en realidad se corresponde básicamente con la Fase I del proyecto de ejecución del Museo de Gijón de 2012», aunque «se ha cambiado el nombre» de esa fase, según la Plataforma. En él se recuerda la historia del edificio y su transformación, tras la Desamortización de 1843, de convento de dos plantas original del siglo XVII a a fábrica de tabacos, con las consiguientes reformas: el añadido de una planta, la transformación de la iglesia en un almacén con puente grúa, el recrecido en dos plantas de a la vicaría y su conversión en  la llamada «Casa de Dirección», y la construcción de edificaciones auxiliares en la antigua huerta del convento.

«Esta es la historia que relataban los muros del conjunto de Tabacalera, y esta es la historia que deberíamos haber preservado, la de la transformación del convento en fábrica. Esa era su singularidad, su mayor riqueza», considera el informe, que critica las obras en curso porque «olvidan ese pasado industrial y recrean un convento que nunca existió»: «Nunca el convento barroco tuvo 3 plantas, nunca existió un volumen tan compacto y regular que envolviese todas sus dependencias (convento, iglesia y vicaría)», argumenta el documento. Su conclusón:  «El agravio al patrimonio histórico reside en que el edificio resultante poco o nada tiene que ver con la fábrica de Tabacalera de Gijón, ni siquiera con el convento barroco»; algo que -critica- «resulta todavía más sorprendente en una ciudad como Gijón, cuya identidad ha sido forjada, en gran medida, en torno a las fábricas».