La asociación de vecinos de Cimavilla y la Casa Natal de Jovellanos inician las actividades para convertir al museo en un espacio de ocio para familias del barrio
13 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Escucharon de boca de Jovellanos, reencarnado en una marioneta, quién era y a qué se dedicaba, dibujaron la casa natal del prócer gijonés y construyeron una réplica a su manera de la silla del retrato de Goya. Casi una treintena de vecinos de Cimavilla participaban el sábado en la primera de las actividades con las que se estrena el programa El Museo del barrio, en la Casa Natal de Jovellanos. «Pretendemos que los edificios que tenemos en el barrio permanezcan abiertos y seamos partícipes de nuestra historia, y que los pequeños vean lo que les rodea como algo suyo y qué mejor manera que aprender jugando», explica Tania Salgado, secretaria de la asociación de vecinos de Cimavilla.
La entidad vecinal y el Museo Casa Natal de Jovellanos comenzaban de esta manera un programa de colaboración con el que pretenden promover la visión de la pinacoteca como un recurso natural para los vecinos. «No queremos que nada se cierre, sino que todo esté abierto al barrio y, además, buscamos mantener viva nuestra historia y que todas las generaciones la conozcan. Muchos somos padres, y casi ninguno somos de aquí, pero nuestros hijos han nacido aquí y son la nueva generación del barrio. Somos los papás de los nuevos playos», indica.
Litografía Viña, tradición marinera y fotografía
Por ello, otro de los objetivos de esta iniciativa es favorecer el diálogo intergeneracional y convertir al museo en un espacio de ocio compartido. Así, tras las actividades infantiles que padres y niños compartían, los adultos realizaron una ruta por el edificio para conocer la casa de Jovellanos, a quien se dedicó el primer de los talleres con los que se inician las actividades del programa El Museo del barrio. Los próximos talleres, que se llevarán a cabo los segundos fines de semana de cada mes hasta mayo, tendrán como protagonistas a la fotografía, a Litografía Viña y al Retablo del Mar de Sebastián Miranda y a la tradición marinera del barrio alto.
«Es la primera vez que realizamos actividades para vincular el museo con el barrio, queríamos que lo viesen como un espacio de ocio intergeneracional y abrirlo a través de la vinculación que tienen sus colecciones y el propio edificio con el barrio», explica la responsable de programas educativos del museo Jovellanos, Ana Gago. En este sentido, las propuestas de estos talleres para familias de Cimavilla tienen una doble vertiente. Por un lado, acercar a las familias a las colecciones que se conservan en el museo y, por otra, efectivamente establecer vínculos con el barrio a través de su propia historia y el arte.
Plan de dinamización
La actual historia del barrio tiene como también dos vertientes. Por un lado, una parte más cultural con la reforma en marcha del edificio de Tabacalera, que tiene abierto un proceso de participación ciudadana memorable y, por otro, la histórica reivindicación de una reforma integral del propio barrio, que sigue pendiente de un plan de dinamización con la accesibilidad de las calles a la cabeza y que no acaba de arrancar.
«La última reunión se celebró en octubre y ahora estamos esperando por la tercera, que dijeron que sería a los tres meses. El plan de dinamización, en el que estuvimos de acuerdo todos los colectivos del barrio, está parado, así que seguimos igual, haciendo reivindicaciones históricas del barrio», considera Carla Pretelli, también de la asociación de vecinos, que también participa el grupo de trabajo del programa europeo 2nd Chance, del que debería obtenerse un plan de acción local que se incluiría en el plan de dinamización a su vez. «Estamos trabajando en un montón de cosas en las que todos estamos juntos y que forman parte de esas primeras iniciativas que se están llevando a cabo para impulsar la participación ciudadana», añade, confiando en que el Ayuntamiento de Gijón mantenga la voluntad para transformar realmente Cimavilla.