El líder de los antiguos comunistas apuesta por mantener la alianza para pugnar por el liderazgo del espacio rupturista
07 mar 2019 . Actualizado a las 10:21 h.En el convulso espacio del rupturismo, las broncas son casi diarias. La última la protagoniza Izquierda Unida, dividida entre los reproches a su líder Alberto Garzón, por las concesiones hechas a Podemos de cara a las siguientes citas electorales. El colectivo Más Izquierda denunció la falta de democracia interna en el proceso para elegir a Garzón como candidato de IU a la Presidencia del Gobierno al ser un trámite que solo permite que este sea ratificado, pero no contempla el voto en contra o la abstención.
«¿Alguien me explica qué sistema de democracia interna es este?», se preguntan fuentes de esta corriente sobre la votación de Garzón, que empezó ayer y se celebrará hasta el 9 de marzo de manera telemática, mientras que el día 10 se ha reservado para poder hacerlo en urna.
Garzón, aunque concurrirá a las generales como cabeza de lista por Málaga bajo la marca de Unidas Podemos, se somete a la ratificación de los militantes de IU (20.000 afiliados más otros 50.000 simpatizantes) como candidato a la jefatura del Gobierno. Y lo hace convencido, según cuentan otras fuentes, de que, ante el fracaso seguro que cree que cosechará Pablo Iglesias en los comicios, estará en la mejor posición «para tomar las riendas» del espacio de Unidas Podemos.
En todo caso, Más Izquierda considera que el sistema de votación que ha elegido la dirección es «un truco» y un recurso de manipulación para tapar la abstención real que se produzca, que prevén «altísima».
La bronca interna se extiende también a la configuración de las listas, donde las críticas a las concesiones de Garzón hacia Podemos son constantes. «Por mucho que nos vendan, nos están fagocitando», relataban miembros de las corrientes contrarias al actual secretario general de la coalición puesta en marcha en los 90 en torno al Partido Comunista.
Esas discrepancias ya se han cobrado la cabeza de históricos como Gaspar Llamazares, que abandonó la coalición para crear el partido Actúa, con el que ayer propuso a Podemos e IU concurrir de forma conjunta al Senado para apostar por el voto útil.
Podemos borra un tuit
Mientras, Podemos sorprendió ayer al borrar un tuit en el que ensalzaba la vuelta de Pablo Iglesias a la actividad política mediante un cartel titulado «VUELVE» en el que se destacaban las letras «EL», en clara alusión al líder de la formación morada. Podemos recibió muchas críticas por el tono y el triunfalismo del letrero que, a pesar de haber sido retirado, corrió por la redes a golpe de capturas de pantalla. Incluso algunas críticas se han centrado en el carácter egocéntrico y machista del cartel, al diferenciar las letras «EL» .
El propio Pablo Iglesias rechazó en su cuenta personal el mensaje difundido por su partido: «No me siento identificado con el cartel con el que lo hemos anunciado. Reconocer los errores es siempre el primer paso para hacer las cosas bien».
Esta insólita marcha atrás restó protagonismo a la fecha en la que regresa el líder de Podemos a la actividad política. Será el sábado 23 de marzo en la plaza del Museo Reina Sofía, un lugar emblemático para la formación morada. Iglesias entrará así de lleno en la campaña electoral para los comicios generales del 28 de abril. El líder de la formación morada preparará además un discurso que pretenden sirva de «marco de referencia» para Podemos.