La ejecutiva de C's decidió por unanimidad extender el veto inicial a Sánchez al partido mismo, que respondió acusando a Rivera de preferir a la ultraderecha que a la socialdemocracia
19 feb 2019 . Actualizado a las 10:12 h.«Ni con el PSOE, ni con Sánchez. Sánchez es el PSOE y el PSOE es Sánchez». Así de claro anunciaba este lunes el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, el portazo de su formación a cualquier posibilidad de aliarse con los socialistas de cara a intentar conformar un Gobierno tras las elecciones del 28A. Esta decisión, adoptada por unanimidad dentro de la ejecutiva, por ahora afecta solo a las elecciones generales, dejando abierta así la posibilidad de explorar cualquier pacto a nivel local y autonómico tras los comicios que se celebrarán tan solo un mes más tarde, el 26 de mayo.
«Ningún voto que vaya a Ciudadanos va a servir para que Sánchez siga como presidente del Gobierno», afirmó el número dos de la formación naranja en su comparecencia tras la reunión de la cúpula del partido. Se trata de un claro intento de despejar las dudas sembradas por los otros partidos del centroderecha, que alertan del peligro que conlleva entregar la papeleta a Rivera, al que ven capaz de aliarse con los socialistas.
Hasta ahora Ciudadanos solo había descartado tajantemente el pacto con Sánchez, pero el cordón sanitario establecido ayer con todo el partido, descartando la posibilidad de investir a cualquier otro presidente socialista, contribuye a aclarar el intrincado panorama poselectoral.
Según se desprenden de todas las encuestas, las posibilidades para conformar Gobierno pasarán por una reedición de la mayoría de la moción de censura que fue incapaz de volver a unirse para salvar los Presupuestos, precipitando el adelanto electoral o una reproducción del pacto de las derechas con las que PP, C’s y Vox lograron desalojar a los socialistas de la Junta de Andalucía tras casi cuatro décadas instalados en el poder. A pesar de que a nadie se le escapa la incomodidad de Rivera con que lo vinculen con la ultraderecha, Villegas se refirió a esta última fórmula como «una alternativa» para impedir el regreso de «un Gobierno Frankenstein». Quedaba la opción de un pacto PSOE-Ciudadanos que este partido ha decidido descartar.
Este anuncio de bloqueo al PSOE oficializado ayer por Ciudadanos encontró una respuesta inmediata en Ferraz. «Ellos sabrán si se sienten más cómodos con los socialdemócratas o con los ultraderechistas», advirtió José Luis Ábalos.
«Senadores por el 155»
Este lunes también hubo reunión en Génova. Pablo Casado aireó sus miedos a que la fragmentación política acabe con la amplia mayoría que tiene el PP en el Senado, una Cámara en la que el partido más votado tiene una importante prima en el reparto de los escaños y que el líder popular ha presentado como el gran dique frente al «golpe» independentista. Por ello, acompañarán sus siglas en las papeletas con el lema «senadores por el 155», tratando de hacer ver la importancia de que no se desperdicie ni un solo voto en cada una de las circunscripciones. «Sabemos ya quién no va a sacar senadores en algunas circunscripciones», apunta una fuente de la dirección nacional. «Se trata de un voto para la unidad de España».
Casado y Feijoo llaman a concentrar el voto del centroderecha en el PP
«¡Vamos a ganar las elecciones!», afirmó Pablo Casado ante la junta directiva nacional del PP, reunida este lunes en Génova con el objetivo de ponerse a planificar la primavera electoral. En su extenso discurso de apertura del encuentro, el presidente popular dijo que la oposición «leal y responsable», según la calificó, que ha ejercido en los siete meses que lleva al frente del partido ha tenido un papel determinante para obligar a Sánchez a adelantar la llamada a urnas. «El PP ha derribado al Gobierno», presumió, tratando de capitalizar para su siglas la concentración de hace dos domingos en Colón. Según él, los populares denunciaron las negociaciones con los independentistas de Sánchez, y que «cuando quiso echarse atrás, ya estaba entre la espada y la pared», comentó. «Al Gobierno le asustó la reacción popular liderada por el PP, no le quedó más remedio que convocar elecciones».
Casado confirmó que si llega a la Moncloa pondrá «a los separatistas en su sitio» y que parará «una vez más el golpe». Prometió así desempolvar el 155 con «la duración y extensión competencial que otros partidos en el 2017 no quisieron».
En su carrera hacia la presidencia del Gobierno, Casado prometió «moderación, como siempre», pero nunca «sumisión» ante los secesionistas.
Esta idea de moderación fue la defendida por Feijoo a su llegada a la sede nacional del partido. «Cada vez que nos hemos presentado como un partido de centroderecha hemos obtenido un excelente resultado», dijo. El presidente de la Xunta aprecia «una posibilidad muy muy clara de ganar las elecciones», aunque subrayó la importancia de que el voto de centroderecha no se «disperse» entre las distintas formaciones políticas.