Elisa Suárez está disfrutando de un año para llenar su «mochila» de viaje de recuerdos inolvidables en la otra punta del mundo: Australia
27 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.A Elisa Suárez siempre le gustó aprender idiomas. Además del inglés, decidió incluso estudiar su carrera, Administración y Dirección de Empresas (ADE), en alemán. Para ello, se trasladó, una vez terminado el colegio, a Barcelona, a la España-Deutschland University. Allí cursó los cuatro años y se graduó. Ahora, con el título bajo el brazo y un alemán de libro, se ha ido a Australia a perfeccionar su inglés, y para viajar y ganar experiencias. Para ello, aprovechó la visa Work & Holiday, su «pase de oro» para vivir un año en el país oceánico y disfrutar de sus paisajes y sus rutas, mientras lo compagina con diferentes trabajos. Llegó a finales de enero, y durante la primera semana vivió en un hostal, mientras se adecuaba a la zona y buscaba una habitación donde instalarse. Ahora está viviendo en Bondi Beach, cerca de Sídney, y ya ha visitado Melbourne y realizado varias rutas. Para agosto, pretende cambiar su lugar de residencia e irse a vivir al norte a la zona de Brisbane para no dejarse nada por ver.
«Cuando tome la decisión de irme sabía que quería ir a un país de habla inglesa y con buen tiempo», explica la asturiana sobre cómo decidió que el sitio debía ser Australia. Aunque añade, que, como el viaje lo iba a hacer sola, «también quería que fuese un sitio seguro». Un compañero de su oficina en la ciudad condal, que ya había estado en el país oceánico, le recomendó la experiencia. Tras recabar información, una vez convencida, vio que España ofrece varios tipos de visados para ir, así que «me puse en contacto con una agencia que organiza cursos de inglés y me decidí por Sídney». Sídney le encanta, no tiene dudas, pero es el ambiente playero y menos ajetreado de Bondi Beach lo que la enamoró de esta zona.
Tras los primeros siete días en el país de acogida, Elisa Suárez cambió su hostal por una habitación compartida con otra española que el destino quiso que se conocieran en el aeropuerto. Encontró trabajo de camarera en un restaurante y de profesora de clases de castellano, y, así, compagina sus ganas de viajar con la manera de conseguir esa meta. La joven asegura que la vida allí es cara, pero «trabajando a media jornada de cualquier cosa se vive bien». Así, desde que llegó aprovecha al máximo su sueldo para exprimir todo lo posible la aventura. «Mis planes son quedarme aquí hasta que se termine mi visa, recorrerme Australia y viajar todo lo que pueda», cuenta convencida.
Y está llevando a rajatabla lo de recorrer la isla. Entre los viajes o rutas que ha llevado a cabo, el que más le ha gustado ha sido el viaje en furgoneta que hizo por la Great Ocean Road, ruta que recorre la zona sureste de Australia. «¡Fue una pasada!», confirma la asturiana. Pero, además, también ha visitado ciudades como Melbourne, o playas paradisiacas de esas que parece que solo existen en las películas mediante rutas como el Costal Walk, desde Bondi Beach hasta Coogee; o de Spit a Manly. Estas son una especie de ruta para pasar el día, cerca de Sídney. También aprovechó para visitar la zona de Little Bay Beach. Ahora, aún tiene diez meses por delante para conseguir convertirse en toda una experta conocedora del país que la ha acogido durante un año entero.