El allerano Héctor Álvarez es coordinador de Médicos del Mundo en Koinadugu, una de las zonas rurales más aisladas de este país, donde trata de fomentar la igualdad médica entre hombres y mujeres
26 mar 2019 . Actualizado a las 13:16 h.La trayectoria solidaria de Héctor Álvarez comenzó en 2006 cuando, con 28 años, decidió viajar a Tocoa, en Honduras, para participar en el programa Juventud Asturiana Cooperante. Su estancia en el país centroamericano reafirmó su espíritu solidario, y por ello volvió a esta localidad hondureña para seguir colaborando en el proyecto de apoyo a jóvenes emprendedores en esta zona rural. Una labor de cooperante que le ha llevado a países como Honduras, Mozambique, Angola, Nicaragua, Perú y Sierra Leona, donde ejerce actualmente como coordinador de Médicos del Mundo en Koinadugu. Las experiencias vividas a lo largo de estos 12 años y el conocimiento de la labor de otras ONGDs asturianas han reforzado su convencimiento de que el trabajo de estas entidades es más necesario que nunca. «Las ONGs asturianas son clave: la mayoría de personas priman muchos valores sobre la solidaridad», explica el asturiano, cuya actividad en el terreno se enfoca en la mejora de la salud sexual y reproductiva, así como la igualdad sanitaria de los habitantes de este distrito de Sierra Leona.
Los cooperantes que realizan su labor en esta zona deben hacer frente a una serie de complicaciones a raíz de las dificultades que presenta el entorno. Unos obstáculos que no echan para atrás a estos voluntarios, que se enfrentan día a día a numerosos retos para poder mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona. Las violaciones de derechos humanos son una constante en este lugar, en el que Médicos del Mundo trabaja sin descanso para fomentar la igualdad de género, la eliminación de la mutilación genital femenina, la reducción de la mortalidad materna y la erradicación de la violencia de género. Unos desafíos de gran magnitud a los que deben hacer frente los cooperantes, que mantienen la esperanza de ver cómo el enorme esfuerzo que dedican da sus frutos.
El trabajo que estos voluntarios realiza en el terreno se enmarca dentro de unas realidades duras y crueles, que hacen afectan a los trabajadores implicados en los proyectos solidarios. «Resulta muy duro ser testigo de la injusticia y las violaciones a los derechos humanos que sufre la población en la mayoría de los países donde trabajamos», afirma Héctor Álvarez. El asturiano, no obstante, considera que los cooperantes muestran una gran fortaleza e ilusión para que su labor diaria pueda salir adelante. «Es gratificante comprobar que, a pesar de todo lo que sucede a su alrededor, las personas no pierden su optimismo ni su voluntad de participar en los proyectos para posibilitar una transformación en la sociedad», añade.
La ardua labor que realiza Médicos del Mundo en Sierra Leona no sería posible sin la colaboración de entidades públicas y privadas que apoyan económica y humanamente estos proyectos solidarios. Dentro de las instituciones asturianas se encuentra el Gobierno del Principado de Asturias y los diferentes ayuntamientos (Gijón, Oviedo, Langreo Llanera o Siero, entre otros...). Además, la ONG trabaja de manera conjunta con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Asuntos Sociales.
Los proyectos que Médicos del Mundo desarrolla en Sierra Leona buscan mejorar la salud sexual y reproductiva de la población (con especial atención a la problemática de la mortalidad materna), promoviendo la igualdad de género. Una tarea compleja, a tenor de los desafíos y riesgos a los que se enfrentan los cooperantes en su día a día. Gran parte de estos proyectos, debido a estas complicaciones, no se pueden llevar a cabo en los plazos planificados por la entidad. «Dado el reto que esto supone, es muy probable que nuestra presencia en el país se prolongue en el tiempo», apunta Héctor Álvarez.
El allerano destaca la labor que realizan las ONGDs asturianas. Un trabajo que el coordinador de Médicos del Mundo en Koinadugu considera «muy necesario, especialmente en un momento en el que parece que, para la mayoría de las personas, hay muchos otros valores que priman sobre la solidaridad». Lograr la igualdad de género y combatir la mortalidad materna en Sierra Leona son las dos grandes metas de esta ONG en el país africano: una región donde la impronta de la solidaridad asturiana está más presente que nunca.