Los socialistas creen que, de hacerlo, será para evitar «una caída precipitada»
27 jul 2023 . Actualizado a las 09:08 h.La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, lo dejó claro ayer: el líder del partido, Alberto Núñez Feijoo, intentará la investidura si se lo pide el rey «a pesar de la dificultad numérica». O sea, a pesar de que sepa que no tiene los apoyos necesarios. Ya se habían decantado por esta opción en la junta directiva del PP del lunes los barones, que entienden que «Feijoo tiene que responder a la responsabilidad que le han encomendado los ciudadanos».
Después de que Vox confirmase que no va bloquear un Gobierno si al PP le salen los números, el PSOE intentó enfriar las escasas opciones de los populares diciendo que «Feijoo está tocado de muerte» y que está insistiendo en ir a la investidura para evitar «una caída precipitada».
Si llegado el momento en que el rey inicia los contactos con los partidos ninguno de los candidatos tiene asegurados 176 votos, lo normal es que Felipe VI encomiende la investidura a Alberto Núñez Feijoo. Este puede renunciar, como hizo Mariano Rajoy en el 2016 e Inés Arrimadas en Cataluña en el 2018, o puede presentarse sabiendo que no va a prosperar, como hizo Pedro Sánchez en el 2016 —tras la renuncia de Rajoy— y en el 2019.
¿Cuales son los pros y los contras de ambas opciones? Los antecedentes no lo dejan claro. En el 2016, tras la renuncia, hubo que repetir las elecciones y Rajoy pasó de 123 a 137 escaños. En el 2018 Arrimadas rehusó y en la siguiente convocatoria electoral, tres años después, Cs pasó de 36 a 6 diputados en el Parlamento catalán. Cierto es que para entonces Arrimadas estaba ya en el Congreso, en Madrid. Por su parte, Sánchez se sometió a dos investiduras fallidas, pero tras la repetición electoral en el segundo caso fue presidente.
¿Reforzado o debilitado?
«Si se presenta a la investidura, aunque sea fallida, deja claro que lo ha intentado hasta el último momento. Saldría reforzado porque el mensaje que envía es ‘no hemos querido ceder ni hipotecar el futuro de España'. Y este mensaje funcionaría especialmente bien si Pedro Sánchez tampoco consigue formar Gobierno», explica Luis Quiles, experto en estrategia política.
Menos optimista es el consultor político, Santiago Martínez. En su opinión, la investidura fallida solo juega a favor de «reforzar el argumento de la lista más votada, un mensaje que ha calado entre la gente». Sin embargo, cree que en general es una decisión que puede jugar en su contra: «Feijoo habla de bloqueo, y si se presenta y no forma Gobierno, y el PSOE sí, Sánchez podrá decir que viene a resolver la ingobernabilidad de la derecha». Ve mejor optar por la renuncia porque entonces será Sánchez el responsable del bloqueo o de formar un Ejecutivo con los grupos minoritarios. «Y tanto en la oposición como si hay repetición electoral, el líder del PP podrá decir que él es una opción estable, y la concentración de voto útil tendrá más sentido».
Paloma Castro, profesora de Ciencia Política de la USC, cree que una investidura fallida debilitaría a Feijoo, «porque se hace evidente que no puede formar Gobierno y recibirá duros ataques en el Congreso. Lo positivo es que, si acepta, pone en marcha el proceso y eso le interesa si quiere que se repitan las elecciones»».
Aunque unos nuevos comicios es una de las opciones, Santiago Martínez cree que no va a ocurrir «porque los nacionalistas, que se han dejado muchos votos, tienen mucho que perder si se vuelve a votar».