La salida laboral de la FP: «No terminamos el curso y ya hay empresas pidiendo trabajadores»

X.M / E.G. REDACCIÓN

ASTURIAS

Tres jóvenes asturianos relatan sus experiencias al estudiar Formación Profesional. Tienen en común que todos encontraron empleo nada más terminar las prácticas

30 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias tiene casi 64.000 parados pero las empresas defienden que no encuentran profesionales cualificados en determinados sectores. Es una vieja denuncia del colectivo: «la oferta de mano de obra no se ajusta a las exigencias del mercado». Sin embargo, en gran parte de los ciclos de Formación Profesional la incorporación a la vida laboral está casi asegurada nada más terminar los estudios. Tres jóvenes asturianos relatan sus experiencias, que sirven como ejemplo de otros muchos en una situación similar. En común tienen que todos encontraron empleo nada más terminar las prácticas. En uno de los casos, incluso llegaron a ofrecerle empleo antes de terminar.

Kevin López: «Quería empezar a trabajar cuanto antes»

Kevin López, vendedor de 23 años en el concesionario de Seat de La Corredoria
Kevin López, vendedor de 23 años en el concesionario de Seat de La Corredoria

Kevin López tiene 23 años y en julio cumplirá 12 meses como vendedor en el concesionario de Seat de La Corredoria, después de realizar el grado Superior de Formación Profesional en Gestión de Ventas y Espacios Comerciales. Todo apunta a que van a renovar su contrato, que termina en julio. Actualmente cobra un salario fijo en torno a los 900 euros que, entre comisiones y objetivos puede rondar los 1.600 euros mensuales. «Es variable y depende de las ventas que consiga», señala López.

López cursó el bachillerato y tras terminar «no tenía claro qué escoger. No había ninguna carrera que me llamase la atención especialmente». Después de trabajar en algunos negocios de hostelería durante un periodo corto de tiempo, decidió comenzar los estudios en el CIFP La Laboral. «¿Para qué comenzar un grado en economía o marketing? Lo veía demasiado genérico para lo que yo buscaba, que eran las ventas». 

La principal razón de López para escoger la Formación Profesional fue que buscaba una rápida adhesión al mercado laboral. «Sobre todo quería empezar a trabajar cuanto antes, buscaba algo específico, centrado en el trabajo. La FP eran dos años frente a los cuatro de la universidad, más el máster y demás…», explica López sobre su elección para continuar sus estudios.

Tras realizar las prácticas de tres meses posteriores a la FP, entre abril y junio, comenzó en julio en Skoda en Gijón pero la baja de un compañero le abrió las puertas a un contrato fijo en el concesionario de Seat. Desde entonces, lleva un año en el puesto y parece que le van a renovar el contrato, que termina en julio. López explica que un amplio porcentaje de sus compañeros del curso también están trabajando. «De unos 15 que terminamos el curso, unos 9 estamos trabajando» y de los cuatro alumnos que hicieron la FP Dual, todos están trabajando ahora mismo. 

A pesar de que ya se está rompiendo ese tópico, a López también le presionaban para que comenzase una carrera. «Es verdad que, especialmente en bachiller, es como que te empujan a la universidad, cuando los módulos son salidas a tener en cuenta». López trabaja a jornada partida, de 9:30 a 13:00 horas y de 16:00 a 19:45 horas, de lunes a viernes, y algún sábado por la mañana que se paga correspondientemente. «Estoy muy a gusto y muy contento», asegura el joven vendedor.

Paula Menéndez: «A los 15 días de terminar las prácticas me llamaron para contratarme»

Pula Menéndez Fernández
Pula Menéndez Fernández

Paula Menéndez Fernández acabó el ciclo superior de Gestión de eventos y espacios comerciales en el CIFP de la Laboral el verano pasado, y ya tiene trabajo en una empresa donde desarrolla toda la parte digital. «El curso estaba muy enfocado en los diferentes aspectos del marketing, entre ellos el marketing digital, que es a lo que yo me dedico ahora», explica esta joven de 22 años. Consiguió el contrato en la misma empresa donde hizo las practicas: «Estuve en esta empresa haciendo la asignatura de prácticas de abril a junio, a los quince días de terminar me llamaron para contratarme».  

Menéndez reconoce que esta no era su primera opción. De hecho, había empezado un módulo totalmente alejado del Marketing y la gestión de eventos. «Antes de esto cursé un módulo que no tiene nada que ver con esto y que no me gustó nada. Era de imagen personal, de estética y peluquería, pero dentro del curso había una asignatura que te adentraba un poco en el mundo del marketing, y enseguida vi que me gustaba mucho. Cuando decidí estudiar otra cosa este curso fue mi primera opción», explica la joven asturiana, que hoy disfruta de su trabajo en el Marketing digital. «Estoy trabajando en un comercio que es cliente de la empresa que me contrató y lo que hago es llevarle toda la parte digital: la web, la preparación de los pedidos, la asistencia a clientes, las redes sociales, etc.», detalla. 

«De mi clase la gran mayoría siguen trabajando, ya sea con contratos temporales o fijos», explica Paula, que considera que el sector del marketing digital «está teniendo muchas salidas profesionales»: «Es un sector en auge tras la pandemia, porque el pequeño comercio se está teniendo que digitalizar para no acabar `muriendo´. Internet es el futuro y la pandemia abrió los ojos a mucha gente que se resistía a esa digitalización, porque se vio que muchos negocios pudieron seguir abiertos gracias a eso».

La asturiana pertenece a una generación para la que el acceso al mercado laboral, y las posibilidades de prosperar en él son casi una quimera. Por eso no envidia en absoluto a muchos conocidos que han optado por estudiar un grado universitario. «Ahora mismo tengo un salario de 1.000 euros, pero no me puedo quejar porque acabo de empezar, no llevo ni un año trabajando, y encontré el trabajo rapidísimo. Sin embargo, muchos de mis conocidos con una carrera universitaria, tristemente, no encuentran trabajo de lo suyo», sostiene Paula, que considera que ahora mismo tiene más salidas laborales una FP que un grado universitario: «Conozco más personas trabajando con una formación profesional que con una carrera, hay un mayor porcentaje. En muchos sectores, en otros no, es mucho más fácil encontrar trabajo para gente con una FP», asegura.

Nicolás del Río: «Primero estudié Magisterio por Educación Física pero no me acabó de gustar la profesión»

Nicolás del Río
Nicolás del Río

Nicolás del Río es otro ejemplo de la salida laboral que tienen los cursos de formación. A sus 26 años, primero estudió Magisterio por Educación Física, pero reconoce que «no me acabó de gustar la profesión». Llegado a ese punto, comenzó a preguntarse qué es lo que realmente le gustaba y qué salida laboral podía tener. Y así es como entró en el ciclo superior de Administración de Sistemas Informáticos en Red del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Avilés. «Acabé los estudios, hice las prácticas y ahí ya me contrataron», afirma. «Mi objetivo era que, además de gustarme, los estudios tuvieran una aplicación laboral, no estudiar por estudiar», sentencia.

Aunque tiene trabajo, Del Río compagina su vida laboral con los estudios. «Estoy haciendo un curso de Especialización en Ciberseguridad en Entornos de las Tecnologías de la Información en el CIFP de Avilés a la vez que trabajo. En este campo, la demanda de trabajadores es muy alta, como explica Del Río. «Todavía no hemos terminado el curso y ya hay empresas que se pusieron en contacto con el centro para pedir trabajadores», detalla. En su caso, y teniendo en cuenta que solo le falta una semana para terminar, prefiere acabar los estudios. «Mi objetivo es acabar trabajando en temas de ciberseguridad, y eso es posible hacerlo en la empresa en la que estoy o en otra», afirma.

En cuanto a las expectativas salariales, Del Río asegura que existen muchos factores que dificultan aportar una cifra exacta, pero fija en una horquilla de entre 18.000 y 24.000 euros anuales el sueldo de una persona sin experiencia que se dedique a la ciberseguridad.

Las fortalezas de la FP

El director general de Enseñanzas Profesionales, Javier Cueli, explica que en la FP el alumnado aprende a aprender y, sobre todo, a hacerlo con rapidez para adaptarse a los cambios continuos que demanda la sociedad del siglo XXI. «Esta es una de las fortalezas de nuestro sistema», añade.

«Los sectores muy tecnológicos pueden encontrar en el alumnado de FP la respuesta a las continuas modificaciones que se producen en estos ámbitos dado que el profesorado se esfuerza de forma permanente por adaptarse», argumenta.