La venta de Alcoa se enreda en medio del tira y afloja con los sindicatos para que den su visto bueno a la operación

Extender la aplicación del ERE al día 31 de este mes. Ese era el punto del orden del día con el que la dirección de Alcoa y los representantes de los respectivos comités de empresa de A Coruña y Avilés se reunían este miércoles en un hotel de Madrid en un nuevo intento por avanzar en las negociaciones que la multinacional del aluminio estadounidense mantiene, a su vez, con el fondo suizo Parter Capital para cerrar de una vez la venta de las dos plantas.

La representación sindical defendía momentos antes del encuentro -en el que también participaron miembros del Ministerio de Industria- su negativa a refrendar el compromiso de traspasar la propiedad de las dos factorías a los helvéticos, por la sencilla razón, aducía, de que desde el principio han estado al margen de las negociaciones de la operación.

Los integrantes de los comités de A Coruña y Avilés acudieron a la reunión con el aval que les otorgaron los trabajadores en las asambleas celebradas el pasado martes.

Por su parte, Alcoa reiteraba su interés por llevar a buen puerto la venta y, con ello, garantizar tanto el empleo de los 700 operarios de las dos plantas como la producción de las factorías durante los dos próximos años.

Una venta a la que la multinacional daba marcha atrás el pasado viernes exigiendo garantías financieras al fondo suizo. Liquidez. Porque no le valían los 30 millones avalados con bienes patrimoniales. Exigía cash, para garantizar el normal desarrollo del negocio una vez traspasadas las instalaciones. Dinero con el que pagar las nóminas a la plantilla y afrontar los gastos de producción. Parter exhibe su historial de adquisiciones de empresas, que una vez en sus manos han reanudado la actividad sin problemas de solvencia.

Al cierre de esta edición, continuaban las negociaciones.

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