Los superricos asturianos huyen a Madrid

Susana D. Machargo REDACCIÓN

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El Principado pierde cada año 20 contribuyentes instalados en la cúspide de la declaración del IRPF. Un estudio de Fedea propone introducir límites en la reducción de los impuestos directos

01 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Asturias tiene un saldo migratorio negativo es algo sabido. Ahora un novedoso estudio de la Fundación Fedea determina que ese también es el comportamiento habitual entre los superrricos. Se van del Principado. Los superricos son aquellos que están entre el 1% del total de contribuyentes que más tributan en el IRPF. Asturias pierde de media 20 al año. Esto supone que entre los ejercicios 2006 y 2012 emigraron un total de 128. Ese es el resultado de restar a los 208 que se mudaron fueran de la región los 80 nuevos que se instalaron en ella. De esos 208 que se fueron, el 60% (125) se mudaron a Madrid. El resto se repartieron entre Cataluña, Canaria, Baleares y Cantabria. De los 80 que recibidos, 25 procedían de Madrid, 18 de Castilla y León y el resto eran catalanes, andaluces, cántabros y aragoneses, básicamente. 

La conclusión a la que llega el estudio es que la carrera enloquecida por reducir los impuestos directos a la que se lanzaron las comunidades tras la llegada de la crisis está teniendo influencia en las rentas altas. Los expertos señalan que eso tendrá efectos sobre la redistribución de la riqueza. Sugiere que, si se quiere evitar que la competencia fiscal acabe conduciendo a la eliminación de este tipo de impuestos debería introducirse un límite en la reducción de los impuestos de Patrimonio y de Sucesiones y Donaciones.  

Autores y premisas

Así lo afirman Julio López Laborda y Fernando Rodrigo Sauco, los autores de este estudio que pertenecen a la Universidad de Zaragoza y que han firmado para Fedea. En sus conclusiones, señalan que existe una evidencia empírica de la influencia que tienen las diferencias autonómicas en el IRPF, en Patrimonio y en Sucesiones sobre la elección de la comunidad de residencia de esos contribuyentes que pertenecen al 1% de los más ricos. Puntualizan también que la movilidad ocasionada por el IRPF tiene como único polo de atracción Madrid. Reconoce, no obstante, que no es el único motivo que explica el cambio de residencia. También hay otros factores sociodemográficos relevantes. Pero para estas rentas altas las diferencias en el gasto público de los servicios fundamentales no tienen importancia. Es decir, que un Gobierno regional invierta más o menos en la sanidad pública no condiciona su lugar mudanza. 

Para el trabajo, los expertos tomaron como referencia el Panel de Declarantes del IRPF suministrado por el Instituto de Estudios Fiscales, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública. En estos datos, no aparecen ni Navarra ni País Vasco. ¿A quiénes consideran superricos? Seleccionaron a los contribuyentes que atendiendo a su renta agregada -que es la suma de su base imponible general y su ahorro- se encuentran entre el 1% con más ingresos. Tomaron como referencia el ejercicio 2006 y volvieron a buscar su ubicación en 2012. Son 21.890 españoles. De esos 21.890, han identificado el traslado de algo más de 4.400. 

Información detallada

El estudio explica que existe un patrón de comportamiento diferente entre los superricos y el resto de la población. Su movilidad nacional es diferente. El 59,3% de ese 1% de los españoles con rentas más altas se muda a Madrid. Esa comunidad es también el principal destino del resto de la población que tiene muchos menos recursos y que también cambia de domicilio, pero en un porcentaje muy inferior. De los 262.000 traslados registrados entre los años 2006 y 2012, solo captó al 22,8%, es decir, menos que la mitad que en el otro colectivo. Los ricos que llegaron a la capital procedían, sobre todo, de Andalucía y Cantabria. En cambio, en el 99% restantes, son las comunidades limítrofes las que le aportan más población. No obstante, Madrid no es la única región con un saldo positivo de rentas muy altas. En ese periodo analizado hay otras cuatro que ganan. Son Baleares, Canarias, Cantabria y la Comunidad Valenciana. 

El estudio recopila de manera meticulosa el tipo de gravámenes que tiene cada territorio para contextualizar aún más. Recuerda que los Gobiernos autonómicos tienen las competencias para decidir los tipos impositivos de algunos impuestos cedidos por el Estado. Precisa que los primeros que se tocaron fueron los indirectos, en aspectos como el juego o los hidrocarburos. Sin embargo, los indirectos tardaron más. Primero comenzaron con el de Sucesiones. Después llegaron las tarifas autonómicas del IRPF. Precisa que en el 2006, por ejemplo, apenas había diferencias en el impuesto de Patrimonio, salvo en Cantabria, donde se había elevado significativamente el mínimo exento. En 2011, Baleares, Madrid y Comunidad Valenciana habían suprimido de hecho el pago del impuesto, con una bonificación del 100%. Pero en 2017, la dispersión del gravamen máximo ya es total, con una horquilla que va desde el 2,5% que aplica la mayoría al 3,75% de Extremadura.  .    Destaca, además, que La Rioja aplica una bonificación extra del 50% de la cuota y que Madrid sigue con su bonificación total. 

También se centra en Sucesiones, que es el que más sometido a la polémica ha estado en Asturias. Los autores reconocen que es muy difícil de sintetizar toda la información por la variedad de tarifas, reducciones y deducciones que las comunidades han aprobado, así que han mirado la supresión del impuesto de herencias recibidas por los parientes próximos.