Hijo de emigrantes gallegos nacido en Stuttgart y criado en Silleda y Vigo, habló con Pablo Motos de la difícil decisión que supuso dejar el Real Madrid para irse a Catar. «Irme con la cabeza alta y con los títulos que había conseguido fue el mejor momento»
19 dic 2024 . Actualizado a las 16:17 h.Ganador de la Champions League y de la Eurocopa la pasada temporada con el Real Madrid, Joselu Mato (Stuttgart, 1990) ponía rumbo al Al Gharafa S. C. de la Liga de Catar en verano. Con el conjunto árabe ha mejorado incluso su promedio goleador. Si en el conjunto blanco anotó 20 goles en 51 partidos, lo que deja una media de 0,39; las estadísticas mejoran en su nuevo equipo, donde ha anotado por ahora 8 tantos en 17 encuentros, prácticamente uno cada dos enfrentamientos.
Anoche este hijo de emigrantes gallegos que retornaron a Silleda cuando él cumplía los cuatro años acudía al plató de El hormiguero muy bien acompañado. Con la Eurocopa bajo el brazo conquistada en Alemania con la Selección Española. Con Pablo Motos repasó una carrera en la que el mayor éxito le llegó superada la treintena pero de la que se muestra orgulloso en general.
Sobre todo tiene cariño por el Real Madrid donde solo militó la pasada temporada, pero asegura que es uno de los capítulos más destacados de su trayectoria. El martes, de hecho, pudo reunirse con sus antiguos compañeros en Catar, dado que el equipo merengue se desplazaba a la capital del país, Doha, para la disputa de la final de una Copa Intercontinental que acabaría ganado (3 - 0 ante el Pachuca mexicano).
«Florentino Pérez ha sido una persona muy importante para mí en el fútbol y, sobre todo, en el Real Madrid. Siempre tengo palabras de agradecimiento para él y él para mí también. La conversación que tuvimos simplemente fue para decirme que la final que iban a jugar hoy, yo también era partícipe de ella. Así que estoy emocionado y contento porque ha levantado otro título el mejor equipo del mundo», comentaba anoche ante las cámaras.
La inolvidable remontada frente al Bayern en Champions
Si el conjunto blanco levantó la decimoquinta Liga de Campeones de su historia el pasado 1 de junio en el mítico estadio de Wembley frente al Borussia, fue en parte gracias a Joselu. Pero no por su papel en esta final, sino porque fue decisivo en la eliminatoria de semifinales frente al Bayern de Múnich. Los alemanes, tras un empate en la ida, tomaban ventaja en la vuelta en el Bernabéu gracias a un tanto de Davies en el 68 de juego. Se veían ya en Londres. Pero no contaron con la astucia de un gallego que, en dos zarpazos en los minutos 88 y 91, convertía lo que pudo ser una tragedia en la enésima noche europea mágica de un Bernabéu entregado a un silledense. «A nivel futbolístico uno sueña con vivir momentos como el de ese día. Al final, cuando estás en el banquillo y ves que tu equipo va perdiendo, crees que puede ser tu momento y tienes que confiar. Al final, el entrenador y su segundo en ese momento decidieron que era el momento y yo estaba convencidísimo de que algo podía pasar. Los aficionados del Real Madrid ese día en el Santiago Bernabéu fueron lo más importante porque empujaron al equipo a sacar el partido adelante y fue una noche muy especial», se expresaba en Antena 3 quien jugó también en el Celta, el Deportivo, el Alavés o el Espanyol.
La difícil salida de España y su nueva vida en Catar
«Fue uno de los momentos más duros de mi carrera no seguir en el Real Madrid», señaló el silledense, para explicar que seguir en el club blanco siempre es difícil, pero más aún cuando se ficharon este verano a figuras como Kylian Mbappé o Endrick. «Al final uno tiene una edad, tiene que pensar en su familia y tiene que pensar también en quedarse con lo vivido esa temporada. Si te soy sincero, mi mujer y yo lo pasamos realmente mal», aseguró en su televisivo regreso a España en la noche de este miércoles. «Irme con la cabeza alta y con los títulos que había conseguido, fue el mejor momento», razonaba también. En cualquier caso, el paso del tiempo le ha demostrado a toda la familia que el camino escogido era el más adecuado. «Mi mujer, mis hijos y yo estamos muy contentos con cómo nos ha recibido Catar y la gente desconoce lo que es Doha en sí y piensa que es otro tipo de vida la que se vive allí, pero la verdad que Catar es un país superabierto y estamos muy felices de estar ahí con nuestros niños porque hay muy buenos colegios y el día a día es maravilloso. Sí es verdad que en verano hace mucho calor, pero es un país que está muy bien preparado para combatirlo. Y ahora, por ejemplo, es la mejor época del año, hace entre 15 y 20 grados durante el día y por la noche hace fresquito, así que ahora se está muy bien», detallaba el también cuñado del lateral blanco Dani Carvajal.
El niño que no era buen estudiante y pudo cumplir su sueño
Si por un profesor que tuvo Joselu hubiera sido, nunca habría llegado a ser el futbolista de élite en el que se convirtió. Al presentador no dudó en decirle la verdad. «A mí no me gustaba mucho estudiar, me gustaba jugar al fútbol. Y bueno, mi madre fue la que más lo ha sufrido en ese momento. Al final con once años yo ficho por el Celta. El club no se podía permitir tener entonces una residencia pero por suerte mi tía trabajaba en Vigo y tuvo las narices de meterme en su casa», recordaba sobre sus inicios futbolísticos. También tuvo tiempo el gallego para referirse a las duras palabras de un profesor de música que tuvo, cuyo pronóstico, afortunadamente no se cumplió. «Me dijo que no me dedicase al fútbol porque no me iba a llegar a dar de comer y que me dedicase a la música porque en ese momento yo tocaba el clarinete, el piano... Mi madre me tenía que tener entretenido porque no paraba quieto en ningún sitio y entonces me apuntaba a todo lo que había. Y me llegó a decir eso, sí, sí. Y la verdad que es una frase que nunca se me olvidará», detalló en directo.
En su entrevista, quiso también mandar un mensaje de ánimo a los jóvenes para que intenten perseguir sus metas, porque a veces, como le ocurrió a él, pueden llegar a alcanzarse: «Eso me dio fuerzas para seguir. Y es lo que intento transmitir, que con 33 años cumplí mi sueño de jugar en el Real Madrid. Y siempre digo lo mismo, que los sueños se pueden cumplir y da igual la edad que tengas. Si uno trabaja e intenta conseguir el objetivo, que siga porque nunca es tarde para conseguirlo».