El futbolista Rafa Mir y un amigo, detenidos por presuntamente agredir sexualmente a dos víctimas a las que acababan de conocer en una discoteca
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Los investigadores dan credibilidad al relato de las víctimas sobre los presuntos hechos ocurridos en el chalé del delantero del Valencia
03 sep 2024 . Actualizado a las 17:22 h.La Guardia Civil ha detenido al jugador del Valencia Rafa Mir y a un amigo por un presunto delito de agresión sexual a sendas jóvenes españolas, de 25 y 21 años de edad, que acababan de conocer en una discoteca. Los hechos sucedieron en el chalé del delantero murciano, en una urbanización de Bétera, horas después del partido liguero que enfrentó a su equipo contra el Villarreal el pasado domingo.
El futbolista, que fue arrestado el lunes en su domicilio, tenía previsto acudir este martes al entrenamiento de su equipo en las instalaciones de Paterna, pero no lo hizo porque se encontraba en dependencias policiales, pendiente aún de declarar ante el juez. Una de las jóvenes que estuvo en la fiesta presentó una denuncia contra el jugador y le acusa de agresión sexual. La Guardia Civil detuvo también a un amigo del futbolista, inculpado por el mismo delito, tras tomar declaración a la segunda víctima.
Los arrestos de Mir y su amigo se registraron en el marco de una investigación declarada secreta por el juez que instruye la causa. Los investigadores del Instituto Armado han tomado ya declaración a las dos víctimas. Según ha podido saber Las Provincias, una patrulla de la Policía Local de Bétera prestó auxilio a las dos chicas sobre las nueve de la mañana del domingo en las proximidades del chalé del futbolista. Estaban semidesnudas y muy nerviosas por las supuestas agresiones sexuales que acababan de sufrir.
Crisis de ansiedad
Un vecino llamó por teléfono a los vigilantes de la urbanización tras oír los gritos de una de las jóvenes, y el personal de seguridad avisó a la Policía Local de Bétera, que acudió con urgencia al lugar. Cuando llegaron los agentes, la dos chicas estaban discutiendo con dos hombres en la puerta de un chalé y una de ellas acusaba a uno de los varones de haberle propinado un puñetazo en la cara. La otra joven sufrió una crisis de ansiedad delante de los policías, pero se tranquilizó poco después y dijo que había un tercer individuo implicado en los hechos, el dueño del chalé, que estaba dentro de su domicilio y no quería dar explicaciones. La joven también acusó a uno de los tres hombres de haber intentado abusar sexualmente de ella.
Mientras los policías locales trataban de averiguar si el futbolista y sus amigos habían cometido algún delito, el padre de una de las jóvenes, a quien habían llamado poco antes para contarle lo ocurrido, llegó con su coche a la urbanización Torre en Conil, recogió a su hija y a la otra víctima y se fueron. Poco después, las dos chicas acudieron al cuartel de Patraix, sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, para presentar sendas denuncias.
Una de ellas, la joven de mayor edad, acusó al futbolista de una agresión sexual, y la otra inculpó a un amigo del jugador del Valencia también por el mismo delito. En su denuncia, las jóvenes explicaron a los agentes que habían conocido al futbolista y su amigo en una conocida discoteca de Valencia y que ellas aceptaron la proposición de continuar la fiesta en el chalé de Mir. Después de los hechos que trata de esclarecer la Guardia Civil, el jugador del Valencia habría echado a las chicas de su casa, según la versión de las denunciantes.
Atención médica
Los agentes iniciaron entonces el protocolo de atención a víctimas de agresiones sexuales con el aviso inmediato a un equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil, que se hizo cargo de las primeras diligencias. El Equipo Mujer-Menor (EMUME), un grupo de guardias civiles especializados en la investigación de este tipo de delitos, asumió el caso y tomó declaración a las víctimas.
La Guardia Civil da credibilidad al relato de las dos jóvenes sobre los hechos ocurridos en el domicilio del futbolista y consideran que los dos hombres detenidos podrían haber cometido un delito de agresión sexual. Las víctimas acudieron el domingo a un hospital y recibieron atención médica. Según sus declaraciones, una tercera chica podría haber sufrido también tocamientos sin su consentimiento en el chalé de Mir, por lo que la Guardia Civil podría tomar declaración a más personas supuestamente implicados para esclarecer los hechos en esta lamentable historia.