Diploma olímpico para Yulenmis Aguilar

LA VOZ

DEPORTES

Julio Munoz | EFE

La gallega de adopción fue sexta en la final de jabalina con un lanzamiento 62,78 metros

11 ago 2024 . Actualizado a las 00:23 h.

Yulenmis Aguilar fue sexta en la final de lanzamiento de jabalina con un mejor lanzamiento de 62,78 metros y aunque no regresa a A Coruña con el récord de España que buscaba lo hace con un diploma olímpico en sus primeros Juegos como española.

La gallega de adopción comentó antes de la competición que se sentía mejor que nunca y que quería jubilar la marca de Mercedes Chilla. Y ese mensaje cobró sentido con su puesta en escena en la gran final, que comenzó del mejor modo: con un lanzamiento muy largo, de 62,78 metros. Con esa marca encarrilaba el pase a la mejora y de paso se colocaba en el segundo lugar al término de la primera ronda de lanzamientos, tan solo por detrás de la japonesa Haruka Kitaguchi, que firmó 65,80 metros para empezar y que terminó reeditando su título olímpico.

Aguilar hizo nulo en el segundo intento, pero aun así acaba la ronda en posiciones de podio, como tercera, porque solo le superó la colombiana Flor Ruiz Hurtado, con 63 metros redondos. En el tercero, la sudafricana Jo-Ane Van Dyk la sacó del podio con un intento de 63,93 y también lanzó más la holandesa Sara Kolak (63,40). Clasificada para la mejora antes de la tercera tentativa, la coruñesa lanzó 60,17 metros como sexta clasificada.

En el arranque de la mejora, la lanzadora que entrena Raimundo Fernández renunció al cuarto intento para ahorra fuerzas de cara a las dos últimas rondas del campeonato, pero la idea no funcionó. En el quinto lanzamiento se quedó en unos insuficientes 61,58 metros y en la ronda definitiva terminó firmando un nulo.

El sexto puesto parece un buen punto de arranque de cara al futuro. En febrero lanzó más de 63 metros, luego llegaron los problemas físicos, el chasco del Europeo y su primer título estatal. Quedaban los Juegos de París para subir nota en su primer año como atleta española y ahora debe descansar, decidir el camino que a seguir con el hombro —Raimundo Fernández, su entrenador, comentó que tienen pendiente una charla con el doctor Arriaza— y luego, planificar el futuro. Algo que con un diploma olímpico se puede hacer mejor.

«Estoy como si hubiera tomado un capuchino sin azúcar, rico, pero le falta algo»

Aguilar habló de café para describir cómo se encontraba después de finalizar en la sexta posición su participación en los Juegos de París. «Estoy como si me hubiera tomado capuchino sin azúcar, rico, pero faltó algo. Estoy satisfecha, sobre todo pensando de dónde vengo, cómo ha sido la temporada. No queda reprocharme nada porque sé que di todo en la pista y ya está». En su análisis, comentó: «Para mí, esta ha sido mi competición más estable de todos los tiempos. Por encima de 60 metros o muy cerca».

De cara al futuro inmediato, Aguilar quiere saber cómo está a nivel físico, porque dijo no saber cómo salía del Estadio de Francia: «¿Cómo termino? No lo sé, lo sabré cuando pase con mi equipo, me revisen y vean dónde están los agujeros y solucionarlos», dijo a TVE.

No pudo llevar a su entrenador

La nueva gallega (lleva residiendo en Oleiros desde finales del año 2020) quiso agradecer todo el apoyo recibido: «Muchísimas gracias. He sentido apoyo como no lo había sentido nunca en mi carrera, nunca había sentido tantos, tanto de españoles como del público y, sobre todo, agradecer a todo mi equipo de trabajo, que se lo han curado a lo grande para que estuviera, sobre todo mi entrenador».

En este sentido desveló que no pudo llevar a los Juegos a Raimundo Fernández, el técnico que la dirige desde hace cuatro años. «Lastimosamente, no está aquí, no lo han podido traer». Eso sí, estuvo en contacto permanente con él. Su primer objetivo cuando esté de regreso en A Coruña es recuperarse para pensar luego en la próxima temporada.