El nacionalizado español gana el título con 17,86 metros firmados al primer intento
09 ago 2024 . Actualizado a las 21:42 h.Jordan Díaz se proclamó campeón olímpico de triple salto con una marca de 17,86 centímetros conseguidos al primer intento. El cubano nacionalizado español que entrena Iván Pedroso, realizó otros tres saltos largos, se quedó un poco corto en el quinto y ya renunció al sexto después de que su gran rival, el portugués de origen cubano, Pedro Pichardo, el hasta hoy vigente campeón olímpico, no superará esa marca. Ganó por dos centímetros.
Jordan Díaz se perdió los Juegos de Tokio. En aquel 2021, decidió romper con su Cuba natal y quedarse en suelo español después de una concentración en Castellón. Entonces, llamó a Ana Peleteiro y la gallega ejerció de hada madrina para darle cobijo lejos de los suyos. Guadalajara, Iván Pedroso y su grupo de entrenamiento se convirtieron en su nueva familia en Europa.
El día que decidió romper con el pasado sabía que le quedaban tres largos y duros años para poder competir en unos Juegos Olímpicos y París se presentaba como su primera oportunidad. Jordan, de 23 años, obtuvo la nacionalidad por la carta de naturaleza, compitió en el Europeo colgándose su primer oro como español, ganó su primer nacional y apenas dos meses después se convirtió en campeón olímpico del triple salto con una marca de 17,86 metros, superando por dos centímetros a su gran rival Pedro Pichardo, nacido también en Cuba, nacionalizado portugués, hasta ayer campeón olímpico, y con el que mantiene una nada amistosa rivalidad desde hace tiempo.
El nacionalizado español lideró el concurso de triple salto desde el principio, porque el salto ganador llegó en el primer vuelo: 17,86 metros. Pedro Pichardo se estrenó con siete centímetros menos. En el segundo y el tercer intento, Jordan hizo saltos más cortos: 17,64 y 17,85, respectivamente, pero dando muestras de una regularidad absoluta. Pichardo mejoró su marca en el tercer intento (17,84) y entró en la mejora a dos centímetros del español, distancia, a la postre, decisiva.
«Es una competición en la que mi entrenador y yo teníamos planificado hacer tres primeros saltos para tener la medalla y luego buscar una marca más grande que no ha podido ser, lo he intentado», comentó el nuevo campeón olímpico sobre el desarrollo del concurso.
Porque en la mejora nada cambió, ya que ninguno de los favoritos mejoró su marca. Díaz hizo 17,84 metros en el cuarto salto y 17,25 en el quinto, mientras que Pedro Pichardo decidió renunciar al penúltimo intento para jugárselo todo en la sexto. De nada le sirvió la estrategia, porque se quedó en 17,81 metros y Jordan Díaz comenzó a celebrar su título, se enfundó en una bandera española, se abrazó a Iván Pedroso —«que aparte de mi entrenador, es mi psicólogo, mi médico...»— y renunció al sexto intento. El italiano de origen cubano Andy Díaz Hernández se hizo con el bronce (17,64 metros).
Hasta que esa secuencia sucedió, Jordan no lo tuvo claro: «Estaba súper tenso, en un momento dije: ‘Me la van a quitar'». Y continuaba explicando: «Suelo dejar un salto por el medio, pero los he hecho todos porque hay nuevos atletas, en cualquier momento se me podía escapar. He hecho buen salto», sentenció. Tres años después de aquella llamada a Peleteiro, Jordan Díaz cumplió su gran objetivo. Hoy, a las 18.41 horas, recogerá el primer oro español del atletismo en pista.