Ana Peleteiro, tocada tras su sexto puesto en París: «He visto la otra cara de la moneda; eso es la vida, pero no se acaba aquí»

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso PARÍS / E. LA VOZ

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Peleteiro, animal competitivo, asegura que pasó «la noche en vela», sin dormir apenas «una hora», y que la lluvia le sacó de la competición

11 ago 2024 . Actualizado a las 22:43 h.

Con el brillo en los ojos de haber pasado un mal trago y a punto de emocionarse, Ana Peleteiro (Ribeira, 1996), la atleta que se crece bajo presión, intentó explicar este sábado en los sótanos del estadio de Saint-Denis, «sin excusas», pero a corazón abierto, su decepción. Después de dormir tan solo «una hora», desvelada por la tensión de la jornada de clasificación del viernes de triple salto de los Juegos de París. «Da rabia, obviamente. ¿Quién no quiere ganar una medalla olímpica cuando sabes perfectamente que está en tus marcas? Pero es que...», comenta con voz entrecortada antes de continuar.: «Seguro que Sha'Carri Richardson [sorprendente plata en los 100 metros] también está jodida, ¿sabes? Porque perdió un oro que supuestamente le pertenecía. Pero el atletismo es así, un deporte individual en el que dependes solo de ti y en el que hay miles de factores que te pueden afectar». Y desembocó en que esta vez vio el dolor de la derrota. «Hoy he visto la otra cara de la moneda; eso es la vida, no se acaba aquí. Ahora voy a ir con mi familia a tomarme un champán y se acabó. Hay que relativizar las cosas. Y no me voy a quedar con un mal sabor de boca después de este año que he hecho algo que muy poca gente ha podido hacer», añadió sobre su regreso triunfal, al nivel de su mejor marca de siempre (14,87), después de un parón por maternidad.

Peleteiro ya fija su mente en el 2025 y, sin ninguna duda, en los próximos Juegos del 2028, a los que llegará con 32 años. «Esto es solo una competición. No se acaba aquí mi vida deportiva ni muchísimo menos. El próximo año está lleno de competiciones y en un abrir y cerrar de ojos estamos en Los Ángeles», indicó antes del trastorno que le produjo enlazar la calificación del viernes y la final de este sábado. «A nivel físico no me he encontrado cansada, pero sí que es cierto que ayer (por el viernes) no era capaz de dormir, pasé la noche en vela. Cuando compito por la tarde siempre me cuesta muchísimo dormirme; creo que no llegué a dormir ni una hora. Pero no me gusta excusarme, fue lo mismo para todas y ganó la mejor. No hay excusa que dar», matizó la atleta de Ribeira.

Con el oro en 15,02 metros, y la plata en 14,87 y el bronce en 14,67, la herida es mayor para Peleteiro, porque con frecuencia salta tanto como para haber subido al podio. «Es cierto que esta temporada he hecho bastantes saltos por encima de eso. Tal vez el esfuerzo hecho desde diciembre del año pasado me ha pasado factura. Pero físicamente me encuentro bien (...). Entonces, hoy estoy un poco disgustada, porque no sé si estoy para 15 metros, pero sí para un 14,70», aseguró, con una mejor marca personal de 14,87, el registro de su bronce de Tokio 2020.

Y quiso contextualizar el sexto puesto, diploma olímpico, en el contexto del año de su reaparición triunfal. «No puedo ser muy injusta conmigo misma, ha sido una temporada increíble. Obviamente, hoy me hubiese gustado rascar unos centímetros más. El factor lluvia me ha tocado un poco psicológicamente porque me veía capaz, pero la pista estaba empapada y no conseguían secarla del todo, con lo que tenía un poco de miedo de resbalarme en la tabla y reventarme», reveló Peleteiro.

«Me he quedado muy cerquita. Siempre da coraje. Sé que en unos días sacaré un balance positivo, pero ahora estoy un poco triste. Me sentí muy bien tanto en el calentamiento como en el inicio de competición. Me preparé para empezar la prueba de primera, pero luego la lluvia me ha desconcentrado, no acabé de encontrarme», aseguró.

Su marido, el atleta francés Benjamin Campaoré, y su entrenador, el exsaltador cubano Iván Pedroso, la intentaron arropar en el estadio: «Qué me van a decir. Están orgullosos de mí igualmente».

Ana Peleteiro acalla las críticas por la colocación de su dorsal

La atleta ribeirense afirma que ubica el cartel en el pecho para evitar que los imperdibles se le claven en el abdomen

La voz

La atleta gallega Ana Peleteiro, que finalizó sexta en la final olímpica de triple salto, ha salido al paso de las críticas en las redes sociales, que señalan que la ribeirense tapa habitualmente el nombre de España en su equipación con el dorsal. Si bien buena parte de los atletas portan dicho cartel en el abdomen, Peleteiro ofreció en una story en su cuenta de Instagram la explicación de su colocación.

«Aclaración a los ofendiditos que lloráis porque supuestamente estoy "tapando" el nombre de España. Me lo pongo [el dorsal] en el pecho porque en el descenso del último salto hacia la arena se me clavan los imperdibles en la barriga. Pero vamos, que se nota que sabéis bien poco de atletismo para intentar atacarme por algo así», esgrimió la saltadora, que se aseguró el pasado sábado un diploma olímpico.

«Defiendo siempre orgullosa los colores de mi país, y lo seguiré haciendo mientras el cuerpo me lo permita», sentenció. 

«Yo ya gané hace mucho tiempo»

Después de quedarse a apenas unas décimas de las medallas, Ana Peleteiro hizo balance de su participación en sus redes sociales con este texto, acompañado de una foto con sus familiares y amigos a las puertas del Stade de France: «El deporte es a veces un poco injusto. Pero yo estoy muy orgullosa de mi proceso, de la temporada que hemos hecho y de todo lo luchado en estos últimos meses. El año que viene será bonito». «Yo ya gané hace mucho tiempo», señaló.

Asimismo, también compartió una imagen en el comedor de la villa olímpica junto a su entrenador, el cubano Iván Pedroso, su rival Liadagmis Povea y su preparador, así como el triple saltador cubano Lázaro Martínez Santrayll, con el texto «el deporte es maravilloso».