«Vais a morir», «sinvergüenzas», «tu hijo va a morir» han sido algunos de los calificativos que sufrieron el equipo arbitral en los vestuarios
23 jun 2024 . Actualizado a las 17:10 h.Eder Mallo Fernández, árbitro del Nàstic-Málaga, que se saldó con el ascenso a Segunda del conjunto andaluz tras un gol en el minuto 124 que supuso el empate (2-2), denunció en el acta amenazas de muerte y una agresión del jugador del equipo catalán David Concha Salas a uno de sus asistentes.
El Málaga logró el ascenso a la Liga Hypermotion tras empatar (2-2) con el Nàstic en la vuelta de la final de ascenso, con un gol de Antonio Cordero en el descuento de la prórroga que hizo bueno el triunfo por 2-1 logrado en La Rosaleda.
Tras el gol se desencadenaron una serie de acontecimientos que el colegiado pasó a relatar en el acta del encuentro. «Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario», reza el acta del colegiado, que pasa a resumir algunas de las actitudes en su escrito.
«Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones y se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente: «vais a morir», «sinvergüenzas», «tu hijo va a morir», «ojalá os matéis», «hijos de puta», «que muera vuestra puta familia», «no tienes huevos».
El colegiado subraya que llegaron a temer por su «integridad física, al ver cómo abrían la puerta» y les increpaban mientras que la seguridad del estadio presente les indicó que era «imposible retirar y controlar a esta gente puesto que, según nos dicen, son varios directivos y propietarios del club».
En el acta también se expone la reacción del jugador del Nàstic David Concha Salas, que intentó agredir con una botella de agua a uno de sus asistentes: «En el minuto 120 el jugador Concha Salas, David fue expulsado por el siguiente motivo: Por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones. Dirigiéndose a mi asistente número 1 en los siguientes términos: «Sois unos sinvergüenzas, hijos de puta. Negándose a retirarse a vestuarios. Previamente, le lanza el agua de una botella de 33cl vaciándola sobre su cuerpo», expone el colegiado en el acta.