Se impuso al Mallorca, que llevó la final hasta la tanda de penaltis (4-2), en la que fallaron Morlanes y Radonjic, tras un partido con más pulsaciones que fútbol
07 abr 2024 . Actualizado a las 10:11 h.«Estoy hasta el gorro de que me recuerden que fui el último que la ganó». Con Javier Clemente en el banquillo, el Athletic había elevado su última Copa del Rey en 1984. Las seis finales que había enfrentado desde entonces las había perdido. Con mucho más sufrimiento del pronosticado, la gabarra vuelve a surcar la ría de Bilbao. Resistió el Mallorca hasta el último eslabón. Los errores de Manu Morlanes y Radonjic, desde los once metros, le condenaron en la tanda decisiva.
«Por las noches le doy vueltas. Me vienen imágenes sobre lo que puede pasar», contó Dani Rodríguez a La Voz días antes de la final. El betanceiro del Mallorca recibió en corto de Raíllo. La pelota venía rebotada, por dos veces, de los remates frustrados de Gio y Copete, tras un saque desde la esquina de Sergi Darder. Era el primer asomo de los de Aguirre. Había perdido Nico Williams y Muriqi exhibido su carné de animal de presa para engatillar desde lejos a Agirrezabala, que se sacó la pelota como pudo de encima. Valverde y Aguirre le fueron leales a sus porteros suplentes, los que llevaron al Athletic y al Mallorca a La Cartuja. Cuando Raíllo, uno de los dos supervivientes con Abdón Prats del Mallorca que jugó en la Segunda B, se la puso en la bandeja, Dani Rodríguez se la acomodó en un palmo con una sangre fría impropia de las pulsaciones de una gran final. El mediocentro voleó en parábola, buscando la escuadra desocupada. Habían pasado veinte minutos de una cerrada final. El Mallorca había tumbado la puerta y había encontrado el plan deseado.
La reacción de los Williams
El Athletic, con cuarenta años de espera y el cartel de favorito, se vio en desventaja. Valverde braceó y los Williams aceptaron el envite. Iñaki se dejó el balón atrás en el prolegómeno de un mano a mano con Greif. Vio venir a su hermano por el carril contiguo. Dudó si dársela, en lo que debió ser una definición propia. Se le hizo tarde. El Athletic insistía. Tras una pared con Guruzeta, Nico consiguió llevar el esférico a la red. El banderín aplacó el delirio. El fuera de juego evitó el empate.
Antes del descanso, Nico, el mejor león pese a la pérdida de la que acabaría aprovechándose el Mallorca, terminó otra buena combinación en el lateral de la red. Aguirre se esforzaba en que los suyos no defendieran en un bloque demasiado bajo. En esos metros sobre las espaldas, desaprovechó antes del intermedio el Athletic tres bolas de tablas.
En el primer minuto de la reanudación, Munuera Montero advirtió a Greif por demorar el saque. Al Mallorca le sobraba demasiado tiempo. Al Athletic, le pesaba la mochila. Nico las pedía todas. Se rehízo ante Dani Rodríguez en un avance por la izquierda. Encontró el raíl que llevaba hasta Oihan Sancet, aprovechando la pérdida de posición de Valjent. El navarro, certero, apuntilló al eslovaco y mandó a paseo la mochila.
En un centro lateral, bombeado por Muriqi, el exceso de confianza de Agirrezabala hizo que la pelota acariciara el larguero. Sancet tuvo la asistencia para que Guruzeta, libre de marca, volteara el marcador. Se le fue larga. El empate le dio al Athletic cierta calma. Al Mallorca, apenas le varió el guion de la resistencia.
Se lesionó Dani Rodríguez, con molestias en un pie. Al gallego lo relevó Radonjic. Los minutos fueron cayendo y, camino a la prórroga, el temor al error fue pesando más que la toma de riesgos. El Athletic se encargó de la posesión estéril. Vivian probó desde lejos. El Mallorca, ya solo encomendado a algún balón parado, enfiló un bloque más bajo que una turba de pitufos.
Valverde refrescó la leonera. Entraron Berenguer, Raúl García y Muniain para el tiempo extra. El Athletic se volvió más fogoso, pero igualmente inacabado. El Mallorca festejaba los saques de banda. Cuando la prórroga agonizaba, Maffeo le quitó, a bocajarro, la gloria a Nico Williams. La de Muriqi, de cabeza, la palmeó Agirrezabala. Inexorablemente, llegaron los penaltis.
La parroquia del Mallorca celebró. Quiso repetir el festejo de la semifinal ante la Real. El sorteo le deparó el primer turno, ese que dicen otorga la ventaja. Pero al segundo lanzamiento, Agirrezabala detuvo un disparo retratado por Manu Morlanes. Al tercero bermellón, Radonjic la mandó a la grada. El Athletic cumplió su parte. No falló. Y Berenguer subió a los leones a la gabarra.
Ficha técnica
Athletic: Aguirrezabala, De Marcos, Vivian, Paredes, Yuri (Lekue, min. 105), Prados (Vesga, min. 46), Galarreta (Unai Gómez, min. 80), Iñaki Williams (Berenguer, min. 91), Sancet (Muniain, min. 91), Nico Williams y Guruzeta (Raúl García, min. 91).
Mallorca: Greif, Gio González, Valjent (Maffeo, min. 91), Raíllo, Copete (Nastasic, min 105+2), Lato (Van den Heyden, min. 111), Samu Costa, Dani Rodríguez (Radonjic, min. 73), Darder (Antonio Sánchez, min. 62), Larin (Morlanes, min. 62) y Muriqi.
Goles: 0-1: min. 20, Dani Rodríguez. 1-1: min. 51, Sancet.
Penaltis: 0-1, Muriqi. 1-1, Raúl García. 1-1, Morlanes, para Aguirrezabala. 1-2, Muniain. 1-2, Radonjic, fuera. 1-3, Vesga. 2-3, Antonio Sánchez. 2-4, Berenguer.
Árbitro: Munuera Montero (Andaluz). Amonestó a Paredes, Muriqi y Radonjic.