Julio García, el levantador de pesas ovetense de 59 años que manda en Europa: «Me cuesta más levantarme por la mañana que ir a entrenar»

Sergio Muñoz Solís
Sergio M. Solís REDACCIÓN

DEPORTES

Rubén Cienfuegos, Julio García y María Camino, vencedores en el Campeonato de Europa de press banca
Rubén Cienfuegos, Julio García y María Camino, vencedores en el Campeonato de Europa de press banca

Ya se ha alzado Campeón del Mundo en su categoría en 16 ocasiones y el pasado fin de semana revalidó por sexta vez su título en el Campeonato de Europa: «Entreno 4 veces por semana, es importante que el cuerpo se recupere»

02 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias manda en el levantamiento de pesas. La localidad valenciana de L’Alfàs de Pi acogió el pasado fin de semana el Campeonato de Europa de press banca, un ejercicio de peso libre muy habitual entre los amantes del gimnasio, que consiste en levantar con el tren superior del cuerpo una barra cargada con peso mientras la persona se encuentra tumbada en un banco. Hasta tres competidores asturianos resultaron vencedores esta edición en distintas categorías.

El culturista ovetense Julio García, a sus 59 años de edad, revalidó por sexta vez su título como campeón continental en esta disciplina tras levantar 100 kilos de peso. Si bien es cierto que era el único competidor para su categoría de edad, en el cálculo de puntos que se obtiene tras la ejecución del ejercicio tampoco tuvo rival entre los 70 participantes: «Fui el campeón de campeones, aunque suene un poco vacilón», comenta. 

García lleva entrenando desde los 19 años y compitiendo en levantamiento de pesas desde 2001. ¿La clave para que los años no lastren su desempeño físico? Entrenar con regularidad y optimizar los descansos. «Entreno un mínimo de 4 veces por semana, pero escucho mucho a mi cuerpo para recuperarme y descansar, con esta edad se nota», explica. Además, García manifiesta su pasión por el levantamiento de pesas, una tarea que se le hace más llevadera que otros quehaceres cotidianos: «Me cuesta más levantarme por la mañana y trabajar que ir a entrenar», bromea.

Sobre su preparación para las distintas pruebas, García explica que fuera de temporada de competición realiza un entrenamiento completo en todo el cuerpo. Alrededor de tres meses antes de los campeonatos es cuando modifica su rutina para centrarse en el tren superior, limitándose al pecho y los brazos en el mes previo al certamen: «Hay que evitar las sobrecargas y lesiones».

El veterano levantador no estuvo solo en un podio muy asturianizado. Junto a él lograron firmar un triunfo en sus respectivas categorías María Camino y Rubén Cienfuegos, matrimonio de culturistas y amigos de Julio García desde hace años, pues son clientes habituales de la tienda de suplementación deportiva que este último regenta en Oviedo.

Camino logró firmar la marca de 37 repeticiones del ejercicio con un peso de 30 kilos, con un peso corporal de 52 kilos, mientras que su marido realizó 38 repeticiones con 60 kilos, en la categoría de peso corporal inferior a 80.

García lamenta que, como muchos otros deportes minoritarios, no haya un apoyo económico que respalde su pasión. «Tuvimos que costearnos todo el viaje y no hubo premio, pero vale la pena por el reconocimiento», explica García, que agradece el apoyo de patrocinadores como la marca de cafés Oquendo.

Julio García, en el podio de campeón del Mundo de press banca en Bath, Reino Unido, en 2010
Julio García, en el podio de campeón del Mundo de press banca en Bath, Reino Unido, en 2010

Tras coronarse en tantas competiciones y demostrar que no tiene rival en el press banca, el sueño por cumplir de Julio García tiene que ver con su pupila María Camino, cuya relación compara a la representada en la película Million Dollar Baby. Y es que el ovetense se dedica a entrenar y acompañar a la joven con una gran ilusión en el horizonte: «Ayudarla a competir en el Mister Olympia de powerlifting en Las Vegas». «Es una persona con una predisposición y una disciplina que, a mis casi 60 años, jamás vi. Estuvo entrenando con faja y con una costilla fisurada», relata García.

Con el propósito a futuro de que la bandera asturiana cruce el charco y se alce en Estados Unidos, toca celebrar que el Principado no tiene rival en el viejo continente, donde puxa más que nadie.