Siya Kolisi, primer capitán negro de los Springboks: «No soñé con el rugbi, mi objetivo era poder comer al final del día»
DEPORTES
Creció en un barrio marginal rodeado de pobreza: jugaba con ladrillos, dormía en unos cojines y jugaba al rugbi en ropa interior porque no tenía pantalones cortos
26 oct 2023 . Actualizado a las 10:25 h.La vida de Siya Kolisi (Port Elizabeth, 1991) habría estado abocada a la misera si no hubiera sido por el rugbi. El primer capitán negro de la historia de los Springboks nació como el mayor de tres hijos de padres adolescentes y se crio con su abuela en Zwide, un barrio marginal solo para negros. «Ella se las apañaba para conseguirnos una rebanada de pan con mantequilla, ese era todo mi sustento. Ella se quedaba sin comida para que yo pudiera llevarme algo a la boca», recordó en la CNN. Su familia, que vivía «en un ambiente muy difícil», no podía permitirse comprarle coches o muñecos. Kolisi pasó su infancia jugando con ladrillos y, cada noche, un par de cojines hacían de cama.
«Nunca soñé con dedicarme al rugbi. Mi primer objetivo era conseguir una comida al final del día. No había mucha gente a quien admirar, y el rugbi se convirtió en mi vía de escape», dijo. A los ocho años se apuntó para practicar este deporte en su escuela, la cual abandonaría más tarde para cuidar a su abuela enferma. Sin recursos, carecía del equipamiento necesario, así que jugaba en ropa interior. «Me llamaron para hacer unas pruebas. Me planté en boxers porque no tenía pantalones cortos», expuso. Con 12 años, una exclusiva escuela privada de Port Elizabeth, el Grey High School, le concedió una beca después de que fuese descubierto durante un torneo. «Si no hubiera llegado a la escuela no habría podido alimentarme correctamente, ni habría alcanzado la misma preparación que los otros niños», subrayó.
En el 2013 accedió a la selección absoluta de Sudáfrica tras haber disputado ocho partidos con la sub-20. Hizo historia al convertirse en el primer capitán negro de los Springboks, asumiendo el relevo de una carrera por la igualdad que inició Chester Williams en 1995 —el único jugador negro de aquella generación campeona del mundo—. Escalando desde la pobreza extrema, Kolisi levantó el título mundial en Japón en el 2019. «Con la selección hemos derribado barreras que nunca pensé que podríamos conseguir», sentenció.