Jorge Vilda, tanta paz deja, como millones quiere llevarse

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

MOLLY DARLINGTON | REUTERS

08 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace apenas dos semanas, justo tras el éxito del Mundial, reconocí en otro artículo su buena gestión táctica en los partidos del Mundial y le daba las gracias por ello. También rogaba por su marcha, para que lo hiciera de una forma elegante, y seguramente victoriosa para la opinión pública menos empapada de los entresijos de ese desgarrado vestuario que dirigía. No lo hizo. Eligió pelear. Y con malas artes. De muy baja catadura moral. Aún a sabiendas de que nadie lo quiere y de que su único apoyo es un presidente suspendido y denunciado por un presunto delito de agresión sexual. Y no solo eso. Pretende litigar, haciéndole creer al señor juez de turno, en el caso de que el asunto termine en los tribunales, de que lo dicho en aquella bochornosa asamblea debe tener carácter vinculante. Supongo que, entonces, también deberán valer sus aplausos cómplices cuando se atacó al feminismo. «He activado los mecanismos para que te quedes cuatro años más cobrando 500.000 euros al año», dijo aquel día el ínclito Luis Rubiales, que sobradamente sabía que no iba a durar en el cargo, ya que conocía de primera mano que todos los organismos oficiales caerían sobre él si no dimitía, como así no hizo. Curioso que diera tantos detalles. ¿Estaba todo planeado? Seguramente será muy difícil que España vuelva a ganar un Mundial, como hizo con ustedes. Y soy capaz, como mucha gente del fútbol femenino, de firmar que así sea, si con ello conseguimos unión y personas con valores al frente del equipo. Jorge, usted sepa, que tanta paz deja, como millones quiere llevarse.