Sergio Busquets: el adiós al genio que hizo fácil lo difícil

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STR | EFE

El mediocentro rechazó una oferta de renovación y Arabia podría ser su futuro

11 may 2023 . Actualizado a las 09:06 h.

«Hola culers: Ha llegado el momento de anunciar que esta será mi última temporada en el Barcelona». Con estas palabras, Sergio Busquets (Badia del Vallès, 1988) comunicó su marcha del equipo el próximo 30 de junio, a la conclusión de su contrato. El conjunto azulgrana dice adiós a un futbolista que marcó una época en el club. Un jugador que se hizo dueño del medio del campo del equipo azulgrana. A sus 34 años, empleó las redes sociales de la entidad para comunicar una noticia que el día anterior ya había trasladado a sus compañeros, así como a Joan Laporta y a Xavi Hernández.

«Por ahí tienes a Messi, a Iniesta, a Xavi... Pero Busquets es el que lo hace todo bien», dijo de él Pep Guardiola. Su descubridor. El técnico le hizo debutar con el primer equipo el 13 de septiembre del 2008, en la visita del Racing de Santander al Camp Nou, en la segunda jornada de Liga. Hijo del mítico portero azulgrana, Carlos Busquets, siempre ha destacado por no querer destacar. Todo lo que tenía que decir era sobre el campo. Nunca ha sido un jugador mediático. Poco amigo de la fama y de las excentricidades propias de la élite. Esa elegancia y discreción que fue capaz de desplegar sobre el césped la trasladó también a su vida.

Con la marcha de Sergio Busquets, el Barcelona pone fin a una era que supuso el cambio al fútbol moderno. Su inteligencia táctica, esa que le hacía estar siempre en el lugar correcto en el momento adecuado, le coronó como el jugador inamovible en el mediocentro defensivo del club. Era el último futbolista que quedaba de la época dorada del conjunto azulgrana.

«¿Quién me iba a decir cuando llegué siendo juvenil que podría vivir quince temporadas en el mejor equipo del mundo, el club de mi vida del cual he sido, soy y seré aficionado, socio, jugador y capitán? ¿Y poder superar los 700 partidos?», se pregunta el futbolista.

Un niño que creció en el Barcelona, que pasó por sus filiales, que llegó al primer equipo y que brilló hasta convertirse en uno de los mejores centrocampista de la historia del fútbol. Quince temporadas no son pocas, pero el capitán tenía claro desde hace tiempo que su tiempo había terminado. La marcha de Piqué le hizo pensar más sobre un tema que ya venía barruntando. El momento ha llegado. Busi deja al equipo de su vida como campeón de liga, aunque todo después de la mala trayectoria de los azulgranas en los últimos años, sin opciones de conquistar campeonatos importantes y con salidas de jugadores emblemáticos, con Leo Messi a la cabeza, y sin olvidar a Gerard Piqué.

Y, en este sentido, apuntó que ha sido «un honor, un sueño y un orgullo» vestir la elástica azulgrana durante tantos años, pero reconoció que «todo tiene un inicio y un final».

El dorsal 5 de Puyol

La intención de Xavi Hernández era contar con su capitán durante una temporada más. El técnico trasladó esa petición a los despachos, y Joan Laporta ofreció a Sergio Busquets ese año a mayores. Pero el mediocentro de Badia del Vallès ya lo tenía decidido. Se marchaba.

El Barcelona le hizo una oferta a la baja, cobrando un 30 % menos de lo que percibe este curso, 23 millones brutos. El entorno de Busquets siempre quiso dejar claro que el dinero no era una cuestión fundamental, pero a los 34 años todavía puede firmar un suculento contrato en Estados Unidos, Catar o Arabia Saudí. Este último, sin embargo, parece su destino más posible hasta el momento, ya que dispone de ofertas para finalizar su carrera deportiva allí.

El dorsal 5, ese que Carles Puyol le pidió que heredase cuando el central anunció su retirada, se queda ahora sin dueño.

Busquets se va del Barcelona después de 15 temporadas, en las que por el momento, ha conquistado 31 títulos (8 Ligas, 7 Copas del Rey, 7 Supercopas de España, 3 Ligas de Campeones, 3 Mundiales de Clubes y 3 Supercopas de Europa). Que seguramente sean 32, si los azulgranas se proclaman campeones de Liga este fin de semana en el derbi ante el Espanyol.

El final en el Barcelona se hace realidad medio año después de su salida de la selección española, con la que Busquets disputó 143 partidos desde su debut, el 1 de abril del 2009 en Estambul, con Vicente del Bosque en el banquillo. El exseleccionador español, enamorado de su juego, no tuvo reparo en admitir su deseo. «Si volviera a nacer, me reencarnaría en Busquets», afirmó el técnico. Ahí es nada.

El mediocampista anunció su adiós del combinado nacional tras caer frente a Marruecos, por penaltis, en octavos de final del Mundial de Catar. Con la selección, Busquets conquistó la Eurocopa de Polonia y Ucrania en el 2012 y el Mundial de Sudáfrica en el 2010.

Un futbolista que ha ganado todos los títulos posibles. Una extensión en el terreno de juego de sus entrenadores. Sergio Busquets se despedirá el Barcelona levantando un título. Su última copa vestido de azulgrana. Adiós al capitán.

El futuro de Jordi Alba también está en el aire

Liberar masa salarial es uno de los objetivos del Barcelona. El primero en aliviar la situación económica fue Gerard Piqué. Ahora, con la marcha de Busquets, se aligerará un poco más el peso de los pagos y las deudas. El capitán, junto a Jordi Alba, figura entre las nóminas más altas de la entidad.

El salario de Alba y Busquets supera los 20 millones de euros brutos por temporada. Además, el club les sigue adeudando cerca de un 70% de las cantidades que aceptaron diferir en su momento, para adecuarse a la situación que vivía el club. Dentro de este proceso de aligerar gastos, el Barcelona, por medio de Mateu Alemany y de Jordi Cruyff, mantuvo ayer una reunión con los representantes de Jordi Alba para evaluar el futuro del lateral zurdo azulgrana, a quien le queda un año más de contrato.

Alba, que lleva once años en el club, percibe una de las fichas más altas de la plantilla, y la misma se incrementará exponencialmente en el próximo curso, debido a los pagos diferidos pactados a raíz de la pandemia. El lateral de L'Hospitalet de Llobregat podría percibir unos 18 millones de euros netos. Por ese motivo, y debido a que el Barcelona necesita incrementar su fair play financiero, considera que una rebaja en el caso de Alba es fundamental para conseguir los objetivos que persigue.

Por ese motivo, Mateu Alemany y Jordi Cruyff se reunieron con los representantes del lateral barcelonista, según diferentes imágenes grabadas en el aparcamiento de la ciudad deportiva Joan Gamper.

Sobre la mesa se plantearon un par de escenarios: la rescisión del contrato para poder negociar con otro club o una considerable rebaja salarial por parte del jugador.

La marcha de Sergio Busquets y la improbable llegada de Leo Messi, dos de los jugadores más próximos a Alba en el vestuario azulgrana, abonan la idea de que los días del lateral en el Barcelona llegan a su fin, y Arabia podría ser el destino que volvería a juntar a los tres.