Un excanterano del Arsenal, Daniel Cain, tetrapléjico a los 23 años después de que le echaran droga en su bebida
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El joven sufrió un paro cardíaco durante una noche de fiesta en el 2020 tras tomar una copa adulterada. La falta de oxígeno en el cerebro y en la médula espinal le provocó graves secuelas que le hacen necesitar atención continuada las 24 horas del día
24 abr 2023 . Actualizado a las 16:08 h.La prometedora carrera de un excanterano del Arsenal Daniel Cain se vio truncada de cuajo por una noche de fiesta. Una velada que le dio un giro radical a su vida en unos segundos como consecuencia de una bebida en la que le habían introducido algún tipo de droga, según informan medios británicos. Daniel Cain se quedó tetrapléjico y ahora, con solo 23 años, depende por completo de los cuidados de su familia.
Los hechos se remontan al 2020. Daniel Cain era por aquel entonces un electricista sano y en forma, y se hacía notar en la cantera del Arsenal como uno de los que más oportunidades tenía de llegar al primer equipo. La noche del 9 de junio, la joven promesa del fútbol salió de fiesta con sus amigos y, tras tomar unos tragos de una bebida que estaba adulterada, sus colegas notaron que Daniel tenía «un color raro», que no respondía a los estímulos y que apenas se movía. Solo unos instantes después, el futbolista se desmayó delante de ellos. Había sufrido un paro cardíaco. Mientras intentaban reanimarlo, sus amigos llamaron a la ambulancia, y los paramédicos evitaron la tragedia cuando, después de 25 minutos intentándolo, consiguieron devolverle el latido a su corazón. Pero las consecuencias fueron devastadoras.
Los servicios médicos avisaron en ese momento a su madre de que su hijo estaba en estado vegetativo. Tracy Cain explicó cómo vivió esos duros momentos en una entrevista para The Independent: «Cuando me enteré, entré automáticamente en modo mamá. Llamé a su padre, que estaba en el trabajo, y su hermana regresó desde Essex, y sobre las 3 o 4 de la mañana ya intentaron prepararnos para la posibilidad de que no se despertara, pero les pedí seguir intentándolo».
Daniel Cain permaneció ingresado en coma en la uci durante nada menos que 25 días. Los doctores se temían lo peor, y pensaban que o bien no se despertaría o, en caso de que sí lo hiciera, lo haría en estado vegetativo.
Pero no fue así. Daniel desafió todas las posibilidades, y despertó, recuperando gradualmente parte de sus funciones cognitivas, algo que su propia madre consideró un «milagro».
Pero las consecuencias de que su cerebro y su médula espinal estuvieran sin oxígeno tanto tiempo le provocaron igualmente graves secuelas. «Cuando despertó, no podía hacer nada», dijo su madre, «no podía moverse, era como un recién nacido, aunque las enfermeras dijeron que las seguía con los ojos, lo que significaba que había “alguien” ahí».
La memoria a largo plazo del exfutbolista sigue intacta, y recuerda todo sobre su niñez. Pero su memoria a corto plazo se ha visto severamente dañada.
Y sus funciones motoras se han visto gravemente afectadas. Tras más de dos años entre hospitales y centros asistenciales, Daniel por fin ha logrado volver a casa, pero necesita atención por parte de sus familiares las veinticuatro horas del día y está postrado en la cama o en una silla de ruedas. «Ha sido todo un cambio en nuestra forma de vida», explica su madre, «lo asumo y haré todo lo que esté en mi mano, pero es un gran esfuerzo».
Además de la presión familiar, los cuidados y rehabilitación de Daniel Cain también suponen un elevado gasto. Su tratamiento intensivo, que desarrolla una organización llamada Neurokinex, está solo parcialmente sufragado por el sistema de salud británico, y supone un desembolso de unos 27.000 euros al año, por lo que han puesto en marcha un crowdfunding a través de GoFundMe para recaudar fondos para un tratamiento que podría llegar a hacer que volviera a tenerse en pie e incluso caminar.