El intento de compra del Barcelona a un árbitro asturiano

Jose Coto

DEPORTES

Un árbitro muestra una tarjeta roja
Un árbitro muestra una tarjeta roja

15 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La bola del caso Negreira no para de crecer. La Fiscalía Anticorrupción se hará cargo de un proceso por el que se está investigando al FC Barcelona por el pago de 7,3 millones de euros entre 2001 y 2018 a Enrique Negreira, el que por aquel entonces era el número 2 del Comité de Árbitros. El objetivo era, supuestamente, que el club recibiese un trato de favor por parte de ese organismo. El escándalo se ha destapado en las última semanas, pero hay quien defiende que estás prácticas vienen de hace tiempo e incluso hacen referencia al intento de compra a un árbitro asturiano en 1973 por la cantidad de 100.000 pesetas.

Siro López, colaborador del programa Tiempo de Juego de la Cadena Cope, que dirige el asturiano Juanma Castaño, aseguró en directo que los intentos de compra de partidos por parte del Barcelona no son una novedad. López cita a la revista Don Balón para argumentar su tesis. Corría el 11 de febrero de 1973 y el Barsa se enfrentaba al Betis en Camp Nou en partido de Liga. Según la crónica de la época reproducida por López, el directivo culé Xabier Amat bajó al vestuario para hablar con el árbitro asturiano Mariano Medina Iglesias.

El directivo se interesó por si Medina Iglesias había recibido «las cortadoras». Ante la extrañeza del trencilla, Amat fue más explícito y, según la crónica, le preguntó si el árbitro madrileño Antonio Camacho no le había entregado un sobre con 100.000 pesetas. La respuesta fue negativa.

Unas semanas después, según prosigue el testimonio de López en la Cope, Camacho aprovechó la presencia del árbitro asturiano en el Bernabéu para ir a verle. Allí puntualizó que la idea había surgido de Amat, que él no había ido a pedir nada. Eso sí, al parecer, nadie supo nada más del dinero.

Siro López aprovecha esa anécdota protagonizada por un directivo del Barcelona, en la que se vio implicado el árbitro asturiano, para asegurar que el caso Negreira «no es la primera vez que pasa» y asegura que «la diferencia es que en aquella ocasión consiguieron pruebas suficientes para cargarse a unos cuantos golfos que estaban compinchados con Camacho».