El club «rossonero» llega líder a las tres últimas jornadas para ganar su primera liga en 11 años, en los que cambió dos veces de dueños con ventas astronómicas
03 may 2022 . Actualizado a las 16:14 h.Christian Abbiati, Luca Antonini, Thiago Silva, Alessandro Nesta, Ignazio Abate, Gennaro Gattuso, Mark van Bommel, Seedorf, Kevin-Prince Boateng, Robinho y Zlatan Ibrahimovic. La última vez que los aficionados de Il Diavolo vieron al Milan levantar el título de liga estos fueron los protagonistas. Pero de eso hace ya once años. El conjunto rossonero quiere terminar con la sequía y abrir un nuevo capítulo en su historia. Quedan tres partidos para romper con el pasado y volver a levantar el Scudetto. Tres duelos que se seguirán muy de cerca en la zona azul de Milán. El Inter acecha expectante a tan solo dos puntos.
La liga del 2011 significó el principio del fin. Arrancó la siguiente campaña con dudas. Y concluyó con una condena. Un error arbitral cambió la historia del Milan. Sulley Muntari anotó el segundo en San Siro ante el Juventus. Buffon sacó desde dentro de la portería el esférico, y los colegiados no dieron por válido el tanto. El partido, que terminó en empate, era vital. Impulsó a la Vecchia Signora hasta el título.
La crisis se instauró. El equipo de Massimiliano Allegri perdió a grandes líderes. Los veteranos Seedorf, Van Bommel, Gattuso o Inzaghi abandonaron el Milan. Y estrellas como Thiago Silva y Zlatan Ibrahimovic se mudaron al Parque de los Príncipes, donde les esperaba otro exmilanista, Carlo Ancelotti. En Milán todavía se preguntarán si semejante éxodo se habría producido si el final de campeonato hubiera sido otro.
Berlusconi, que había llevado al equipo rossonero a lo más alto, fue poco a poco desapareciendo del proyecto. Dentro del club había una inestabilidad grande. Las discusiones con Adriano Galliani, director deportivo, se sucedían. Y todo repercutió en el equipo. Se dejaron de fichar a jugadores de talla mundial, a grandes estandartes para avivar una situación crítica. Y las arcas del club quedaron vacías.
Tras meses de negociaciones, inversores chinos se hicieron con el Milan. En el 2017 se cerró el acuerdo de venta por 740 millones de euros. Se convirtió en la mayor inversión de China en un club europeo. Fue un mero parche. El nuevo Milan desembolsó 180 millones de euros en un mercado de fichajes muy activo. Unos movimientos que terminaron con Leonardo Bonucci vistiendo la elástica del Milan por 42 millones. Solo duraría un año. Regresaron a las competiciones, disputando la Europa League. Lo pagarían muy caro.
Yonghong Li, dueño chino, cayó en los impagos. Elliot Management Corporation se hizo con la mayoría de las acciones del club en el 2018. El equipo comenzó a recuperarse lentamente. Pero la estabilidad duró poco en San Siro. El Tribunal de Arbitraje Deportivo ejecutó una sanción al Milan que le obligó a abandonar las competiciones europeas. Habían incumplido el fair play financiero durante los períodos de amortización entre el 2015 y el 2018. Un nuevo contragolpe al que tuvieron que hacer frente.
La temporada 2018/2019 finalizó con una pequeña alegría. Con Gattuso en el banquillo terminaron quintos en la Serie A. El mejor puesto que habían logrado en las últimas campañas.
Regreso a la Champions
Una mezcla de juventud y veteranía. El Milan lucha por volver a lo más alto con una de las plantillas más jóvenes de Europa: 26,7 años. Jugadores como Kessié o Rafael Leao se han convertido en grandes artilleros de Il Diavolo, sin importar su juventud. Ibrahimovic tampoco se queda atrás. La retaguardia también está muy bien custodiada. Mike Maignan, recién incorporado, es el mejor portero del campeonato. El francés únicamente ha encajado 20 tantos.
El siete veces campeón de la Champions regresó esta campaña a la competición, después de siete años de ausencia. El siguiente paso es la liga. Refugiados en los recuerdos, buscan forjar un futuro a la altura del pasado. Tendrán que vencer al Hellas Verona, Atalanta y Sassuolo primero. El Scudetto se acerca.