La nueva estrella del París Saint-Germain desvela la parte más íntima de su fichaje
12 ago 2021 . Actualizado a las 18:51 h.La salida de Lionel Messi del Barcelona es una realidad. A pesar de las intenciones del futbolista argentino y del enojo de la afición culé, cierra una etapa de 21 años en la entidad catalana y se convierte en la nueva estrella del faraónico proyecto del París Saint-Germain, donde estará arropado por Neymar, Mbappé o Sergio Ramos.
Entre lágrimas, el propio jugador confesó su tristeza por un adiós forzado en una entrevista concedida al periodista español Guillem Balagué. Tras el acto oficial que lo convierte en nuevo jugador del PSG, con el mismo dorsal 30 que vistió en sus inicios en el Nou Camp, Messi confesó cómo le contó a su familia que no podía continuar en el Barcelona. A sus 34 años, el considerado mejor futbolista del mundo convive entre la tristeza por su oscura salida de Barcelona y la ilusión por las luces de la capital francesa.
«Vino mi padre a mi casa a comunicármelo después de reunirse con Laporta y cuando volvió me lo dijo a mí, y obviamente, un bajón para prepararme para ver cómo se lo decía a Antonella (su mujer) para después decírselo a los niños... Se lo dije a ella, obviamente lloraba y se amargaba, y después nos levantamos para ver cómo se lo decíamos a los niños, de la mejor manera... Porque ya les habíamos dicho que en diciembre íbamos a seguir y sabíamos el golpe que iba a ser, sobre todo para Thiago (el mayor)», explicó el astro argentino.
Messi se mostró nervioso al abandonar el club en el que creció para embarcarse en una nueva aventura. «Ansioso con la incertidumbre de qué iba a pasar, después de lo que pasó con el club, no sabía lo que iban hacer, no teníamos nada definido. La verdad fue complicado hasta que pude despedirme de la gente, hasta que pude cerrar o encaminar el acuerdo con el PSG y empezar a pensar en lo que se venía y en el cambio a nivel individual y de familia, y a partir de ahí, pensando en la nueva etapa», comentó.
El argentino es optimista en cómo tomarán el cambio los tres hijos de la pareja, que han vivido toda su vida en Barcelona. «Muchas veces pensamos demasiado y los chicos asimilan y lo aceptan de una manera que no pensamos... Thiago, si bien lo lleva por dentro, está feliz y preparado para el cambio. Lo sufre por dentro sin expresarlo, es como yo, pero tampoco nada grave. Se adaptará como se adaptan todos y le servirá para crecer y seguir formándose», confesaba.