El equipo formado por Craviotto, Walz, Arévalo y Germade se había quedado sin barco tras el accidente de tráfico en el Huerna
19 abr 2021 . Actualizado a las 13:35 h.La selección nacional se quedó sin embarcación para competir en los Juegos Olímpicos tras el accidente de tráfico ocurrido hace semanas en la autopista del Huerna. Sin embargo, la nueva embarcación construida para el K4 español, que aspira a proclamarse campeón olímpico en Tokio, se ultima estos días en Portugal. El equipo formado por Craviotto, Walz, Arévalo y Germade la testan en el agua ante el seguimiento del técnico Miguel García, que valora la incorporación de «pequeños detalles».
«Ya estamos en la fase final para disponer de la nueva embarcación con la que competirán en Tokio», ha asegurado el técnico del K4 500. Un proceso de reconstrucción que se alargó un poco más porque «aprovechamos para hacer alguna modificación sobre lo que había en la base de la anterior», reconoce García. Para ello, el equipo hizo una primera aproximación en Trasona. «El fabricante se desplazó un par de días hasta allí y ya estamos terminando de testar la embarcación casi definitiva. Ahora iremos a la fábrica de Nelo, que está aquí muy cerca de Montebelo, donde haremos los últimos ajustes y en los próximos días acabamos de cerrar el proyecto», detalla el técnico.
Según ha ahondado se trata de «pequeños detalles», que en otras ocasiones no habían sido capaces de perfilar y que la fatalidad del accidente les ha dado la «posibilidad a última hora de retocar algunos aspectos». Estos están centrados en los «ajustes de reposapiés y asientos, que van a mejorar la comodidad del deportista para intentar que se exprima a fondo, si bien el diseño del casco es el mismo».
También trabajan en la «mejora del deslizamiento del barco pensando en la distribución de los pesos», teniendo en cuenta los deportistas que la integran. «Ahora ya queda poco tiempo y no es posible hacer cambios extraordinarios», reconoce García y desvela que han introducido «algunas variaciones que están funcionando». Asimismo, subraya que «para nosotros es una ilusión importante estar desarrollando una embarcación de cara a los Juegos Olímpicos. Además, indica que «el fabricante está muy ilusionando e implicado».
Por su parte, Saúl Craviotto ha explicado que el molde de la embarcación es «muy parecido al anterior, yendo muy cómodos. Estamos ultimando sobre las posiciones, la diferencia de peso, la longitud de piernas, a estos niveles tenemos que ir al detalle». Asimismo, el cuádruple medallista olímpico, ganador de puesto de podio en K1 y en K2, y aspirante a lograrlo en K4 en Tokio, ha confesado sentirse «muy cómodo, y entrenando muy bien» con el barco nuevo. «Estamos muy centrados en los JJOO para los que quedan ya menos de 100 días y nos encontramos muy ilusionados y con muchas ganas», ha señalado.
También Marcus Cooper Walz ha asegurado que su primera impresión al probar la embarcación ha sido «bastante buena». Pero, ha reconocido que tenía un «poco de miedo por si la fábrica haría exactamente igual» y también si se acostumbrarían rápido, tanto mental como físicamente, porque son muchos detalles que cuidar. «Le habíamos cogido mucho cariño anterior, es una pena que se estropeara, aunque con la nueva estamos muy contentos desde el principio, y muy adaptados; pinta muy bien», asegura.
Respecto a las sesiones de entrenamiento que comparten con la selección portuguesa, Walz se muestra «encantado de poder entrenar con un barco duro, de buen nivel con el que los españoles se llevan muy bien personalmente; es un gusto entrenar con ellos, parece que sacamos un extra de calidad». Walz, campeón olímpico en K1 1.000 en Río 2016, ha cambiado su posición en la embarcación, adelantando su puesto del tercero al segundo: «Fue idea del entrenador y vamos mejor. Empezamos a probar por temas técnicos y la manera de palear, nos convenció ya desde el principio».
De la misma manera, Carlos Arévalo ha destacado la mejoría en el deslizamiento entre las sensaciones que le deja el K4: «noto un pequeño cambio, sobre todo al arrancar, que vamos más enganchados». Además, el actual subcampeón mundial de K4 500 ha enfatizado que «corre muy bien, vamos muy cómodos», y ha agregado que «el barco responde perfectamente, nos deja sensaciones magníficas, en especial en el deslizamiento que se nota después de la salida y en el momento en el que hay coger máximo pico de velocidad. A la embarcación solo queda la pintura, le falta ponerle los colores de España y llevar esos colores a lo más más alto».
Asimismo, Rodrigo Germade ha dicho que, tras varias sesiones de entrenamiento con la nueva embarcación construida para competir en los JJOO, percibe la sensación de que a este barco «le cuesta menos arrancar». El palista, diploma olímpico en Río 2016 en K4 1.000, entiende que la embarcación que están perfilando se encuentra en un estado «bastante ajustada» y que «se han notado» todos los estudios realizados para obtener el mejor resultado, ya que los pesos están «más equilibrados». «Lo que le falta ahora a la embarcación es más en el sentido estético, porque el resto está bastante pulido ya», ha resumido el gallego, que ocupa la cuarta posición en la tripulación.