El pívot español tendría un acuerdo con el club según apuntan varios medios buscando llegar a punto para los Juegos de Tokio
20 feb 2021 . Actualizado a las 22:26 h.Toni Freixa, candidato a la presidencia del Barcelona hizo saltar la liebre: «El equipo no juega hasta el viernes. ¿Podría ser que en estos días tuviéramos alguna gran noticia?». Los medios próximos al club soltaron a los galgos. Y cazaron el titular: «Pau Gasol vuelve al Barcelona». La euforia corrió por unas horas hasta que, ayer por la noche, el jugador salió al paso. No lo confirmaba, pero tampoco la acaba de desmentir. Decía no encontrarse listo para regresar a las canchas y que cualquier novedad la anunciaría en sus redes sociales. Pau Gasol no vuelve al Barça. Todavía, claro.
Lo cierto es que el plan no era este. El propio Pau Gasol —que lleva años siendo preguntado por una posible vuelta a Europa— confesó que sus proyectos para el retiro pasaban por exprimir sus últimas dosis de baloncesto en Estados Unidos. La única certeza eran los Juegos. Tokio sí era un objetivo que hizo público para antes de colgar las botas. Pero la pandemia obliga a improvisar. Más cuando la cita olímpica se ha tenido que retrasar un año. Y un año es mucho para un jugador que busca lo máximo con los 40 ya cumplidos —tendrá 41 en julio—. El camino para hacerlo posible lleva a casa y todo hace indicar que ha decidido emprenderlo. Tanto que ayer se hablaba hasta de condiciones contractuales. Por llamarlas de alguna manera. El Mundo Deportivo aseguraba que el mejor jugador de la historia del baloncesto español volverá al Palau para jugar gratis hasta final de temporada, compitiendo y preparándose para la gran meta. Hasta que Japón se aviste.
El último baile
La carrera del de Sant Boi es legendaria. Solo se le resiste el oro olímpico. Campeón de todo con la selección, levantó Ligas y Copas en sus inicios con el Barcelona y obtuvo dos campeonatos en la NBA con los Lakers formando tándem con Kobe Bryant. El reguero de distinciones individuales es inagotable: rookie del año, seis veces All-Star, 28º máximo reboteador de la historia de la Liga, el 21 en la lista histórica de taponadores y muchas probabilidades de que su nombre acabe en el Salón de la Fama (los pronósticos le dan más de un 93 % de opciones). Historia del deporte español ante su última cota sin conquistar: la Euroliga.
El guion estándar para las últimas pinceladas de básquet de un jugador de su envergadura histórica incluiría pabellones enteros puestos en pie, rivales aplaudiendo y salvas en cada parqué por el que desfilase. Pero la pandemia ha dejado las pistas frías como el cemento y, en caso de producirse, en ese clima tendrá que ser su regreso y su adiós.
Casi dos años de ausencia
Pau Gasol lleva sin jugar un partido de baloncesto desde marzo del 2019. Aquella noche disputó con los Milwaukee Bucks 14 minutos en el duelo ante los San Antonio Spurs. Tres puntos, tres rebotes y una asistencia. Fue el último encuentro en el que su pie izquierdo le dio tregua. Una fractura en el hueso navicular lo había borrado.
Pero el de Sant Boi ha estado alimentando las esperanzas del aficionado español en los últimos meses, mostrando sus progresos físicos a través de sus redes. En ellas, una facción de aficionados de los Lakers pedía un último baile en el Staples junto a su hermano y LeBron. Demasiado. La épica del relato no será menor si regresa al Palau. Jugaría para Jasikevicius, su entrenador y antiguo compañero.