La Champions, patas arriba

L. Balado

DEPORTES

Estadio Arena Nacional de Bucarest donde se jugará el Atlético de Madrid-Chelsea
Estadio Arena Nacional de Bucarest donde se jugará el Atlético de Madrid-Chelsea DPA vía Europa Press

Tres de los ocho partidos de octavos y otros tantos de la Europa League, obligados a jugarse fuera de sus países y disputarse en otros con restricciones más laxas

11 feb 2021 . Actualizado a las 09:58 h.

La cosa está muy seria y Europa no está para excepciones. El fútbol, tantas veces intocable, se ha topado con los Gobiernos. La UEFA ha asumido lo que hay y tanto la Champions como la Europa League han tenido que buscarse la vida. Entre los octavos de la Liga de Campeones y los dieciseisavos de la segunda competición continental, hasta seis encuentros han tenido que cambiar de sede. De momento, solo en la ida, pero está por ver qué sucede con los partidos de vuelta. La situación es extremadamente volátil y las restricciones cambian cada pocas semanas. Aunque la UEFA solo ha confirmado esos seis cambios de escenario, resulta complicado afirmar a ciencia cierta que de aquí a que comiencen las eliminatorias la semana que viene no se produzcan más alteraciones. Hacer predicciones sobre cómo estará la situación para los choques de vuelta, que en el caso de la Champions están fijados para marzo, es imposible.

LEIPZIG-LIVERPOOL

Mudanza a Budapest

El emparejamiento entre el Leipzig y el Liverpool del día 16 de febrero, que debía jugarse en Alemania, fue el que hizo saltar la liebre. Las restricciones totales del gobierno teutón a la entrada de ciudadanos procedentes de zonas donde se han detectado nuevas variantes del virus —como es el caso del Reino Unido—, hizo que el Leipzig moviese ficha solicitando que se autorizase una excepción para el Liverpool. Pero Alemania no contempla excepciones. La UEFA instó al club local a buscar una solución que ha encontrado en Budapest. El Puskas Arena será el estadio que acoja el enfrentamiento. No obstante, algunas voces del partido socialdemócrata alemán —socio de gobierno— han pedido públicamente un aplazamiento o incluso no jugarlo argumentando que el fútbol vive «ajeno a la realidad».

Mönchengladbach-City

De Alemania a Hungría

El Borussia Mönchengladbach conservaba cierta esperanza. Las restricciones alemanas para las zonas de riesgo por mutaciones del virus finalizaban el día 17 —solo un día después del Leipzig-Liverpool—, pero la UEFA ya ha confirmado que el partido también se jugará en el Puskas Arena de Budapest pese a disputarse una semana más tarde, el día 24 de febrero.

atlético-chelsea

Traslado a Rumanía

Las restricciones del Gobierno de España para los viajeros procedentes de zonas afectadas por las nuevas variantes del covid se prolongarán hasta el próximo 2 de marzo. El Chelsea debería haber disputado su duelo de octavos de final en el Metropolitano el próximo día 23, algo que será imposible pese a los esfuerzos de los colchoneros por lograr una autorización para sus huéspedes ingleses. La UEFA ha confirmado que el duelo se desplaza a Rumania. Colchoneros y blues se enfrentarán en el Nacional Arena de Bucarest, estadio en el que el Atlético levantó una Europa League tras una final española ante el Athletic.

REAL SOCIEDAD-M. UNITED

Se jugará en Turín

Las restricciones del Gobierno de España han obligado a desplazar este enfrentamiento de Europa League del próximo 18 de febrero al estadio del Juventus en Turín (Italia), país que no contempla restricciones para los llegados desde el Reino Unido.

MOLDE-HOFFENHEIM

Los noruegos vienen a España

Noruega no se anda con miramientos y a finales de enero decidió cerrar sus fronteras a todos aquellos que no tengan la nacionalidad o sean residentes en el país. Eso hace imposible que el Molde pueda recibir al Hoffenheim alemán, por lo que el partido se traslada a La Cerámica aprovechando que el día 18, fecha del partido, el Villarreal estará jugando en Salzsburgo ante el RB.

BENFICA-ARSENAL

La sede será Roma

Portugal, que mantiene cerradas sus fronteras terrestres con España, ha suprimido sus conexiones aéreas con el Reino Unido. Las restricciones impiden que el duelo del día 18 de febrero entre Benfica y Arsenal se dispute en Lisboa. La UEFA ha confirmado que el choque se muda a Roma.

Situación desigual para los locales «exiliados»

Con el traslado de los duelos marcados por las restricciones de los gobiernos huéspedes, la UEFA sortea un problema pero crea otro. Es de esperar que, en caso de que los equipos obligados a jugar como locales fuera de su estadio tengan que disputar la vuelta en el campo de su rival y no en uno neutral, vengan las quejas. Serán fundamentadas, porque lo cierto es que perderán una clara ventaja competitiva de la que sí dispondran sus rivales. Y no será el único frente.

Está por ver qué decide la UEFA con el valor de los goles dobles que logre un equipo lejos de su estadio. En caso de mantenerse esta regla, los primeros afectados en Champions serán el Leipzig, el Borussia Mönchengladbach y el Atlético de Madrid. Si uno de estos tres equipos recibe un gol en sus respectivos partidos en Budapest o Bucarest, serán doblemente castigados pese a que en realidad están jugando fuera de casa. Porque ser local en Hungría o Rumanía es solo un formalismo para cualquiera de los tres. Una situación idéntica a la que experimentarán Real Sociedad, Benfica y Molde en la segunda competición continental.

La UEFA todavía no se pronuncia sobre si se eliminará la regla o si sobre la vuelta se disputará también en terreno neutral.

El caso del curso pasado

El año pasado se planteó en Nyon un problema idéntico. Cuando la pandemia detuvo la máxima competición continental, en un puñado de partidos de octavos de final faltaban por disputarse los encuentros de vuelta —uno de ellos, el Manchester City-Real Madrid—. La UEFA, ante la incertidumbre de si se podría dar o no por concluida la competición, llegó a plantearse que los partidos se disputasen en Lisboa y que equipos como el City ejerciesen de locales en Portugal. No obstante, la sangre no llegó al río y todos los locales pudieron jugar en su campo enterrando, hasta ahora, el conflicto.