La competición pierde interés con los dos grandes en crisis, sin aficionados en los estadios, con menos espectadores por televisión y con un modelo en entredicho
30 ene 2021 . Actualizado a las 09:46 h.La pandemia ha sido solo un golpe más para la Liga. Ya no solo no es capaz de atraer a los grandes futbolistas del momento, tampoco es capaz de retenerlos. Los dos grandes trasatlánticos atraviesan sendas crisis —mucho más acusada, en el Barcelona— y el Atlético, tercero en discordia, ha aprovechado el guante para pescar en río revuelto. La Liga no gana en interés y, sin bares ni público en los estadios, se deja también espectadores por televisión.
los dos grandes
Real Madrid y Barcelona, en crisis, pierden potencial
Con 617 millones de euros de presupuesto para la presente temporada, el Real Madrid hizo pública una deuda neta por un valor de 241 millones de euros. El club preveía, antes de la pandemia, 87. Más dantesca es la situación del Barcelona, con una deuda de 1.173 millones y problemas de liquidez ya para afrontar las nóminas de sus futbolistas. El Madrid, sin un solo fichaje de renombre, marcha segundo en Liga, deprimido tras caer en la Supercopa y verse apeado en la Copa del Rey. En Champions necesitó la última jornada para lograr clasificarse. Los de Koeman marchan terceros en Liga. Ambos han perdido peso en la máxima competición continental en las últimas temporadas.
el atlético, beneficiado
Los de Simeone sacan tajada en el mercado y en la tabla
El Atlético, sin variar un ápice su discurso futbolístico ni su filosofía, es el gran beneficiado de la situación que atraviesan Madrid y Barcelona. Consiguió hacerse, sin pagar traspaso, con Luis Suárez, liberado por el Barcelona —que le había pagado más de 120 millones por Griezmann— al ser incapaz de asumir su ficha. El Atleti pagó 40 millones al Madrid por Marcos Llorente y ha demostrado, por ahora, rentabilizar al máximo su apuesta. Los rojiblancos, que vienen también de refinanciar su deuda hace menos de dos años, tienen siete puntos de ventaja sobre el Real Madrid y diez sobre el Barcelona, con un partido menos que ambos.
Competición desigual
Casi veinte puntos de ventaja entre el líder y el séptimo
La competitividad de la Liga —si la comparamos con la Premier— la hace poco atractiva para el espectador neutral, como consecuencia también del desigual reparto de los derechos audiovisuales. City, United y Leicester marchan en un pañuelo de tres puntos y el séptimo, el Everton, está a ocho, con un partido menos disputado. El Atlético aventaja al séptimo, el Granada, en 19, con dos partidos menos para los de Simeone. La distancia con el noveno, el Athletic, es de 23 puntos, con un partido más para los leones. El Brighton, al borde del descenso, tiene en la Premier esa misma desventaja respecto al líder.
campos vacíos
La ausencia de aficionados desluce los estadios
La pandemia sigue sin dar tregua y la Liga ha superado el ecuador sin que los aficionados regresen a sus asientos. Es una situación compartida pero que no deja de empequeñecer la competición y provocar importantes pérdidas a los clubes en concepto de taquillas. Antes del virus, los estadios de Primera División recibían unos 350.000 espectadores de media cada fin de semana.
audiencias que caen
Bajan los espectadores por televisión desde la pandemia
La prohibición de asistir a los campos no ha supuesto un aumento del consumo de fútbol por televisión. La caída lleva años produciéndose. La temporada 2018/19, la primera sin Cristiano, registró una fuga de espectadores del 13%. Durante esa temporada, Vodafone dejó de emitir la liga porque no le salía rentable.
Tras el retorno de la Liga del parón por la pandemia, la pasada campaña, la competición perdió más de 200.000 espectadores respecto a los mismo partidos de la primera vuelta, un 6% menos. La liga alemana creció, en el mismo período, un 27% en televisión.
derechos televisivos
Cada vez menos plataformas interesadas y más deficitario
Al abandono de Vodafone le han seguido esta temporada los de Jazztel y MiTele, que habían ofrecido la anterior. Movistar —propietaria de los derechos hasta el 2022, tras pagar a la Liga 2.940 millones de euros— y Orange, al que vendió los derechos de esta temporada por 300 millones, son ahora los únicos difusores. Telefónica prevé perder este año, con el fútbol, 366 millones, y Orange, 173.
La fuga de estrellas disminuye el nivel
Se marchó Neymar. Se fue Cristiano Ronaldo. Messi pidió salir y su concurso con el Barcelona ha perdido atractivo. La Liga se desangra en cuanto a estrellas, de las consideradas con cartel internacional entre las mejores del mundo. Un problema también cuando quieres vender tu producto más allá de tus fronteras. De los diez mejores futbolistas del mundo, según la FIFA, en el 2020, solo el argentino juega ya en España. De Bruyne, Mané, Salah y Van Dijk lo hacen en la Premier; Lewandowski y Haaland, en la Bundesliga; Mbappé y Neymar, en la liga francesa; y Cristiano Ronaldo, en la italiana.
Pero es que, si contamos la nómina de los 35 futbolistas más valorados del planeta ahora mismo, España solo logra sumar en su nómina —además de a Messi— a Benzema, Sergio Ramos y Oblak. Tres de los cuatro superan ampliamente la barrera de los 30 años. Es decir, la competición española no es ahora mismo atractiva para los jóvenes talentos. El primer nominado por la FIFA en la Liga, con este perfil, es el portugués del Atlético Joao Felix en el puesto 37.
Sin figuras alternativas
El Madrid de la BBC —Bale, Benzema y Cristiano— es ya solo el de Benzema, al que le resta un año de contrato y que ha anunciado, a través de su representante, su intención de no renovar para marcharse al Lyon. La salida del portugués, que sigue a un nivel mayúsculo en Italia, y la deseada del galés, no han supuesto incorporaciones de nivel.
Mucho menos en Barcelona. De la renombrada MSN —Messi, Suárez y Neymar— ha estado a punto de quedarse sin los tres. El club tiene todavía pendiente el pago de 196 millones de euros a otros clubes en diferentes traspasos. Entre las cantidades más abultadas, los 48 millones que le adeuda al Ajax por De Jong y los 40 que le debe todavía al Liverpool por Coutinho, al que contrató en el 2018.