El paso por Orduña y Arrate de la carrera, que se inicia hoy en el País Vasco, evoca las figuras de Merckx, Ocaña, Gimondi y Tamames en esas dos cumbres
20 oct 2020 . Actualizado a las 18:09 h.Hay nombres que son como anzuelos. Como Orduña y Arrate. Si tiras de Orduña salen de la memoria a flote las figuras de Gimondi en 1968 o aquel trío de ganadores del Tour, Merckx, Ocaña y Thevenet, en las rampas de esta montaña. Con Arrate pasa igual. Aparecen Tamames, ganador dos veces en los años setenta, y Valverde, vencedor en el 2012, un año después de que la Vuelta regresara al País Vasco. Justo donde este martes comienza la ronda española (14.45 horas, Teledeporte), con una etapa de 173 kilómetros entre Irún y Arrate, un recorrido reducido que terminará en Madrid el 8 de noviembre.
Orduña eligió a Gimondi, heredero natural de Anquetil por su elegancia. Aquella etapa de la Vuelta de 1968 iba desde Santander a Vitoria. Gimondi atacó a dos kilómetros de la cumbre. Fue pasando a los escapados. En el inicio del descenso atrapó a Momeñe y Vélez. Y a Santamarina. Relevaron los cuatro hasta que Gimondi los reventó. Imparable. En Vitoria le arrebató a Pérez Francés el maillot de líder. Ahí empezó a ganar la Vuelta.
Una imagen para la historia
Cinco años después, en la edición de 1973, la que ganó Eddy Merckx, Ocaña deslumbró en Orduña. Era el 12 mayo y era la penúltima etapa, de 203 kilómetros entre Torrelavega y Miranda de Ebro. En el camino, tres puertos: Alisas, Los Tornos y Orduña. Merckx tenía la carrera en el bolsillo. Pero Orduña y Ocaña no se rindieron. El conquense mandó tirar a su fiel Agostinho. Y cuando el fiero portugués se fundió, apareció la chepa de Ocaña. Afilada. Se quedó a solas con Thevenet y Merckx. Imagen para la historia.
Ocaña cruzó la cima con casi medio minuto de renta sobre el belga y el francés. Era poco para las rectas de Berberana que iban hasta Miranda. Merckx y Thevenet le atraparon y el belga ganó la etapa. Ocaña fue segundo y así quedó en la general. Thevenet les acompañó en el podio más ilustre que ha tenido la Vuelta. Unos meses después, aquel castellano sin miedo conquistó el Tour. Por Orduña circulará la séptima etapa, que va de Vitoria a Valdegovía (27 octubre). Antes, en la primera de hoy, la meta espera en Arrate. Otro anzuelo del que tirar.
La cima de Tamames
Del recuerdo brota Agustín Tamames, corpulento salmantino, ganador en esta cima eibarresa en 1972 y 1974, las dos primeras ocasiones que la Vuelta subió al Santuario. En 1972 batió al Tarangu, José Manuel Fuente. «Sabía que, llegando con él, tenía la victoria de etapa. En cuanto vi que iniciábamos el descenso hacia el santuario, no tuve dudas. De hecho, le dejé hacer y luego, con entrar en la última curva primero, me bastó». Tamames se llevó la etapa y Fuente, la Vuelta.
Dos años después sucedió lo mismo. Era la penúltima jornada, 152 kilómetros con salida en Miranda, y de nuevo Tamames se lanzó a por el triunfo. Por 15 segundos pudo con Lasa. Fuente, de nuevo, iba a quedarse con la ronda española. «Cuando estaba en forma andaba en todos los terrenos», recuerda Tamames, fuerza de la naturaleza capaz de pegarse en las cuestas con los livianos escaladores. Así ganó al final la Vuelta de 1975 «en la casa de Txomin Perurena». «Y el público me aplaudía igual. Siempre lo he dicho. En el País Vasco está la mejor afición». Aunque esta vez, culpa de la pandemia, habrá que ver Orduña y Arrate, a distancia, a través de la televisión.