El infierno de la mejor pívot del Mundial 2010 tras enfrentarse al último dictador de Europa
DEPORTES
La estrella bielorrusa Yelena Levchenko, que estuvo arrestada durante 15 días en un centro estatal, denunció las pésimas condiciones a las que fue sometida por el régimen de Lukashenko: «Esto es un nido de bacterias. Tengo piojos. Todo esto daña mi salud»
16 oct 2020 . Actualizado a las 18:02 h.Un infierno. Eso es lo que vivió la bielorrusa Yelena Levchenko, nombrada mejor pívot en el Mundial 2010 y finalista de la WNBA ese mismo año, antes de ser liberada este jueves después de cumplir quince días de arresto administrativo por enfrentarse al último dictador de Europa, Alexandr Lukashenko.
«Han puesto en peligro mi salud. Me requisaron el colchón y las sábanas. No hay agua caliente. No me han permitido ducharme desde hace 13 días. Han bloqueado la cadena del váter. Esto es un nido de bacterias. Estuvieron cinco días sin sacarme a pasear. Tengo piojos. Todo esto daña mi salud», dijo.
DOS SEMANAS EN CENTRO DE RECLUSIÓN
Levchenko, la deportista más crítica con el régimen bielorruso, hizo estas denuncias en el juicio celebrado este jueves en Minsk, en el que le impusieron una multa por participar en una segunda manifestación opositora.
«Se han equivocado de chivo expiatorio. Yelena ha vivido tanto, ha tenido que superar tantas cosas para ganar, que no será posible doblegarla. Ella es fiel a sus principios y, antes que nada, a sí misma», comentó a Efe Natalia Marchenko, otra conocida baloncestista.
Levchenko fue condenada el pasado 30 de septiembre a 15 días de arresto administrativo en el centro de reclusión de Okréstina, trágicamente famoso por los abusos y torturas a manifestantes. El delito de Levchenko, que fue detenida en el aeropuerto cuando se disponía a volar a París para su rehabilitación, fue participar en dos marchas pacíficas en Minsk, el 23 de agosto y el 27 de septiembre.
MAYOR CRÍTICA DE LUKASHENKO
No obstante, su auténtico pecado fue criticar al régimen por manipular los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de agosto y reprimir con violencia las manifestaciones multitudinarias de los últimos dos meses.
También se mostró muy crítica con el decreto emitido por el ministro de Deportes de Bielorrusia, Serguéi Kovalchuk, que obliga a los deportistas por contrato a aprenderse el himno nacional y no hacer declaraciones a la prensa sin autorización de sus clubes o federaciones.
El documento obligará también a los deportistas a utilizar u ondear solo la bandera y los símbolos nacionales (roja y verde), en clara oposición a la enseña rojiblanca, que se ha convertido en uno de los símbolos de las protestas.
La baloncestista denunció la «presión psicológica» sobre los atletas y consideró que dicho decreto es una violación de los derechos humanos.
«Según el artículo 33 de la Constitución, cada persona tiene libertad de opinión, convicción y expresión. Nadie puede ser obligado a expresar sus opiniones o renunciar a ellas. Es decir, ocurre que se viola la Constitución. ¿Cómo es posible?», comentó.
Levchenko alertó de que su país se parece cada vez más a Corea del Norte.
«En el siglo XXI no es posible adoptar esos métodos en el centro de Europa», apuntó.
También fue uno de los 830 deportistas firmantes de la petición para poner fin a la violencia policial, castigar a los responsables de la represión, liberar a los detenidos y a los presos políticos, y convocar unos nuevos comicios presidenciales.
RESPALDO DE SUS COLEGAS
En las ya tradicionales marchas de los domingos los deportistas avanzan en sus propias columnas con el lema «Los deportistas con el pueblo». Levchenko, de 37 años, ha recibido el respaldo de varios de sus colegas, aunque jugadores de baloncesto como Yegor Mescheriákov lamentan que en Bielorrusia muchos tengan miedo de expresar públicamente sus opiniones.
«A puerta cerrada nos apoya un 90 %, pero solo unos pocos lo hacen públicamente», dijo. Y es que son muchos los deportistas bielorrusos de élite que son, al mismo tiempo, miembros del KGB, el Ejército o el Ministerio del Interior.
Esta semana también se supo que la nadadora Alexandra Guerasimenia, tres veces medallista olímpica, se exilió en Vilna, donde ha asumido la dirección del Fondo de Solidaridad Deportiva. Ese fondo, fundado en agosto de 2020, provee asistencia financiera, logística y psicológica a los atletas que son perseguidos por el régimen.
EL COI PIDE EXPLICACIONES
Hasta el momento, ha ayudado a una veintena de deportistas y mantiene un diálogo regular con el Comité Olímpico Internacional (COI). Precisamente, después de que el fondo se dirigiera al COI por la violación de los derechos de los deportistas, su presidente, Thomas Bach, adelantó que investigará si Minsk discrimina a los atletas «por sus opiniones políticas» y se comunicó con el comité olímpico bielorruso para interesarse por Levchenko.
Además, envió una carta a Lukashenko «pidiéndole que confirme que los deportistas bielorrusos podrán seguir preparándose para los Juegos Olímpicos, cualquiera que sean las opiniones que hayan podido expresar durante estos tiempos difíciles».